Nuevo premier de Líbano promete reconstruir su país

Tras fuere crisis económica y guerra con Israel

Redacción
Internacional
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Nawaf Salam, premier de Líbano.
Foto: AP

Beirut, Líbano, 14 de enero. El primer ministro designado de Líbano prometió reconstruir al país tras la guerra entre Israel y el grupo libanés Hezbollah y la severa crisis económica que ha afectado a la pequeña nación.

Nawaf Salam habló después de reunirse con el nuevo presidente de Líbano, Joseph Aoun, quien asumió el cargo la semana pasada. Con la nominación de Salam y la confirmación de Aoun, Líbano, que ha sido dirigido por una administración provisional, ahora tiene un nuevo gobierno en espera por primera vez en dos años.

Después de la reunión, Salam indicó que no marginará a ningún grupo, una aparente referencia al grupo político-militar Hezbollah, que en años anteriores se opuso a su nombramiento como primer ministro y este año indicó su preferencia por otro candidato.

Hezbollah ha sido debilitado por su guerra de 14 meses con Israel, que terminó a finales de noviembre cuando entró en vigor un alto el fuego de 60 días mediado por Estados Unidos. La guerra dejó cuatro mil personas muertas y más de 16 mil heridas y causó destrucción por cientos de millones de dólares.

Salam, quien actualmente es el jefe de la Corte Internacional de Justicia, indicó que trabajará en extender la autoridad del Estado en todas partes del país. El lunes ganó el apoyo de la mayoría de los legisladores, después de lo cual Aoun le pidió formalmente que formara un nuevo gobierno.

Durante los últimos años, Hezbollah y sus aliados han bloqueado a Salam como primer ministro, presentándolo como un candidato respaldado por Estados Unidos.

Décadas de corrupción y parálisis política han dejado a los bancos de Líbano apenas funcionales, mientras que los servicios eléctricos están casi enteramente en manos de propietarios de generadores diésel privados y proveedores de combustible. En 2020, la pandemia de COVID-19 golpeó aún más la economía, y la explosión del puerto de Beirut, una de las explosiones no nucleares más grandes jamás registradas, dañó gravemente varios barrios en el corazón de la capital.

Salam se comprometió a implementar completamente la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU relacionada con la guerra Israel-Hezbollah que establece que Israel debe retirar sus tropas del sur de Líbano y Hezbollah no debe tener presencia armada cerca de la frontera con Israel.