Arlington, Virginia, EU, 30 de enero. Un avión de American Airlines con 60 pasajeros y cuatro tripulantes a bordo chocó el miércoles por la noche con un helicóptero del ejército durante el aterrizaje en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, cerca de Washington, lo que provocó una gran operación de búsqueda y rescate en el cercano río Potomac.
El jefe de bomberos indicó que se teme que todos a bordo del avión que chocó con helicóptero murieron.
A bordo del helicóptero viajaban tres soldados, de acuerdo con un oficial del ejército.
Al menos 28 cuerpos se recuperaron de las heladas aguas del río Potomac tras la colisión en el aire, ocurrida el miércoles por la noche, cuando el helicóptero aparentemente voló en la trayectoria del avión mientras éste aterrizaba en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, cerca de Washington, dijeron las autoridades.
Los despegues y aterrizajes desde el aeropuerto quedaron suspendidos mientras equipos de buzos rastreaban el lugar y helicópteros de agencias policiales de toda la región sobrevolaban la zona en una metódica búsqueda de cadáveres.
Las imágenes del río mostraban a barcos alrededor del ala parcialmente sumergida y de lo que parecían ser los restos destrozados del fuselaje del avión.
“Vamos a recuperar a nuestros conciudadanos”, dijo la alcaldesa del Distrito de Columbia, Muriel Bowser, en una sombría conferencia de prensa en el aeropuerto el jueves por la mañana. La regidora se negó a comentar cuántos cuerpos se habían recuperado.
El senador Roger Marshall de Kansas indicó que “Cuando muere una persona es una tragedia, pero cuando mueren muchas, muchas, muchas personas es un dolor insoportable”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó que había sido “informado completamente sobre este terrible accidente” y, refiriéndose a los pasajeros, agregó: “Que Dios bendiga sus almas”.
Entre los pasajeros del vuelo había un grupo de patinadores artísticos, sus entrenadores y familiares, que regresaban de un campamento luego del Campeonato Nacional de Patinaje Artístico celebrado en Wichita.
“Estamos devastados por esta tragedia indescriptible y mantenemos a las familias de las víctimas cerca en nuestros corazones”, indicó la federación estadunidense de patinaje artísitico en un comunicado.
Dos de esos entrenadores fueron identificados por el Kremlin como los patinadores artísticos rusos Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, que ganaron el título de parejas en el Mundial de 1994 y compitieron dos veces en los Juegos Olímpicos. El Club de Patinaje de Boston los enumera como entrenadores y su hijo, Maxim Naumov, compite en la misma disciplina representando a Estados Unidos.
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) apuntó que el choque en pleno vuelo ocurrió antes de las 9 de la noche, cuando un avión que había despegado de Wichita, Kansas, se estrelló contra un helicóptero militar que realizaba un vuelo de formación, mientras se aproximaba a una pista del aeropuerto. El siniestro se produjo en uno de los espacios aéreos más controlados y vigilados del mundo, a poco más de 48 kilómetros (3 millas) al sur de la Casa Blanca y el Capitolio.
Los investigadores intentarán reconstruir los últimos momentos de las aeronaves antes de su colisión, incluido el contacto con los controladores de tráfico aéreo, así como la pérdida de altitud del avión comercial.
El vuelo 5342 de American Airlines se dirigía hacia el Reagan National a una altitud de aproximadamente 121 metros (400 pies) y una velocidad de unos 225 kilómetros por hora (140 millas por hora) cuando sufrió una rápida pérdida de altitud sobre el río Potomac, según datos de su transpondedor de radio. El jet bimotor Bombardier CRJ-701 fabricado en Canadá en 2004 y puede configurarse para llevar hasta 70 pasajeros.
Unos minutos antes del aterrizaje, los controladores aéreos preguntaron al vuelo de AA si podía aterrizar en la pista más corta, la 33, del Reagan National, y los pilotos aceptaron. Entonces, los controladores autorizaron el aterrizaje. Según las webs de seguimiento de vuelos, la aeronave ajustó su aproximación a la nueva pista.
Menos de 30 segundos antes del choque, un controlador de tráfico aéreo le preguntó al helicóptero si tenía a la vista al avión. El controlador hizo otra llamada por radio al helicóptero momentos después: “PAT 25 pase detrás del CRJ”. Segundos después, los dos aparatos chocaron.
El transpondedor de radio del avión dejó de transmitir a unos 730 metros (2.400 pies) antes de la pista, aproximadamente en la mitad del río.
Un video de una cámara de observación en el cercano Centro Kennedy mostró dos conjuntos de luces similares a las de aeronaves que parecían unirse en una bola de fuego.
“Conozco ese vuelo. Lo he tomado varias veces”, apuntó el senador de Kansas Jerry Moran, que señaló que muchos en Wichita podrían conocer a algún pasajero. “Esta es una situación muy personal”.
El choque se produjo en una cálida noche de invierno en Washington, con temperaturas que alcanzaron los 15.5 grados Celsius (60 grados Fahrenheit), después de una ola de intenso frío y hielo días antes. El miércoles, la temperatura del río Potomac era de 2.2 grados (36 grados Fahrenheit), de acuerdo con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica. El Servicio Meteorológico Nacional prevía ráfagas de viento de hasta 40 kilómetros/hora (25 millas por hora) en la zona durante la noche.
El director general de American Airlines, Robert Isom, expresó “profundo dolor” por el choque y dijo que la compañía está centrada en las necesidades de los pasajeros, la tripulación, los equipos de emergencias y las familias de los afectados.
En el lugar del siniestro había alrededor de 300 efectivos de emergencias. Se lanzaron balsas inflables de rescate al río Potomac desde un punto a lo largo de la autopista George Washington, justo al norte del aeropuerto, y los equipos de emergencias instalaron torres de luz desde la orilla para iluminar la zona próxima al lugar del impacto. Al menos media docena de embarcaciones peinaban el agua con luces.
“Es una operación altamente compleja”, indicó el jefe de los bomberos de D.C., John Donnelly. “Las condiciones allí son extremadamente difíciles para los socorristas”.
El ejército estadunidense describió el helicóptero como un UH-60 Blackhawk con base en Fort Belvoir, Virginia. El aparato realizaba un vuelo de entrenamiento. Los aviones militares suelen realizar vuelos de entrenamiento en y alrededor del congestionado y altamente restringido espacio aéreo en torno a la capital, para familiarizarse con él y dar continuidad a la planificación gubernamental.
El accidente sirve como gran prueba para dos de los nuevos directores de agencias del gobierno de Trump. Pete Hegseth, que asumió hace unos días como secretario de Defensa, publicó en redes sociales que su departamento estaba “vigilando activamente” el incidente con un helicóptero del ejército. Por su parte, el secretario de Transporte, Sean Duffy, que juró el cargo a principios de semana, aseguró en una publicación en redes sociales que estaba “en la sede de la FAA y monitoreando de cerca la situación”.
El último choque fatal que involucró a una aerolínea comercial estadounidense ocurrió en 2009 cerca de Buffalo, Nueva York. Todos los pasajeros a bordo del avión de hélices Bombardier DHC-8 fallecieron, incluyendo 45 pasajeros, 2 pilotos y 2 asistentes de vuelo. Otra persona en tierra también perdió la vida, elevando el total de víctimas mortales a 50. Una investigación determinó que el capitán causó accidentalmente que el avión se detuviera mientras se aproximaba al aeropuerto en Buffalo.
El aeropuerto Reagan reabrirá a las 11 de la mañana de este jueves, anunció la Administración Federal de Aviación. La agencia había anunciado antes que permanecería cerrado hasta las 5 de la mañana del viernes.
Ubicado a un costado del río Potomac, al suroeste de la ciudad, el Reagan National es una opción popular porque está mucho más cerca que el Aeropuerto Internacional Dulles, que está más en el interior de Virginia.
Dependiendo de la pista que se utilice, los vuelos hacia Reagan pueden ofrecer a los pasajeros unas vistas espectaculares de lugares emblemáticos como el monumento a Washington, el monumento a Lincoln, el National Mall y el Capitolio. Es una bienvenida digna de postal para los turistas que visitan la ciudad.
El incidente recordó al choque de un vuelo de Air Florida que se precipitó en el Potomac el 13 de enero de 1982, en el que murieron 78 personas. Ese incidente se atribuyó al mal tiempo.
(Información actualizada a las 11:11 am)
Avión choca con helicóptero durante aterrizaje en Washington