Stresa, Italia, 25 de mayo. Los ministros de finanzas de las democracias más ricas que conforman el Grupo de los Siete (G7) indicaron que habían avanzado hacia un acuerdo sobre la propuesta de Estados Unidos de obtener más dinero para Ucrania usando los activos rusos congelados en sus países. Pero el trato final aún está por elaborarse, antes de la cumbre de mandatarios que se realizará en junio.
“Estamos avanzando en nuestras conversaciones sobre las posibles formas de utilizar las ganancias extraordinarias derivadas de los activos soberanos rusos inmovilizados para beneficiar a Ucrania”, se lee en el borrador de la declaración, sin dar más detalles.
A pesar del avance logrado en la reunión realizada en Stresa, a la orilla del lago Maggiore en el norte de Italia, la decisión final sobre cómo se utilizarán los activos dependerá de los mandatarios nacionales del G7, entre ellos el presidente estadounidense Joe Biden, el próximo mes en su cumbre anual en Fasano, en el sur de Italia.
El ministro de Finanzas del país anfitrión, Giancarlo Giorgetti, señaló que “se han logrado avances hasta ahora” pero aún existen “asuntos legales y técnicos que deben resolverse”.
“No es una tarea fácil, pero estamos trabajando en ella”, aseveró en una conferencia de prensa tras finalizar la reunión.
Su homólogo ucraniano Serhiy Marchenko se unió el sábado a los ministros de Finanzas y directores de bancos centrales en su sesión de cierre.
El Congreso estadunidense ha aprobado leyes que permiten que el gobierno de Biden incaute los cerca de cinco mil millones de dólares en activos rusos ubicados en Estados Unidos, pero los países europeos tienen mucho qué decir al respecto, ya que la mayor parte de los 260 mil millones en activos del banco central ruso congelados después de la invasión a Ucrania, iniciada el 24 de febrero de 2022, están en sus jurisdicciones.
Funcionarios europeos, citando preocupaciones legales, han impedido la confiscación directa del dinero para entregarlo a Ucrania como compensación de la destrucción causada por Rusia.
En cambio, planean usar los intereses acumulados de los activos, pero éstos suman únicamente unos tres mil millones al año —que equivalen a cerca de un mes de las necesidades financieras el gobierno ucraniano.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos Janet Yellen impulsa la adquisición de deuda contra los intereses futuros derivados de los activos congelados. Esto significará que Ucrania podría recibir hasta 50 mil millones dólares de inmediato.
Pero la propuesta se ha topado con preocupaciones de los miembros europeos sobre las complejidades legales y las represalias que Rusia podría tomar contra el reducido número de empresas y personas occidentales que aún tienen intereses en Rusia o contra el depósito de valores Euroclear en Bélgica, que aloja la mayoría de los fondos.
Rusia ha publicado un decreto del presidente Vladímir Putin que permite la confiscación de activos de empresas e individuos estadounidenses como compensación por cualquier activo ruso incautado en Estados Unidos.
Los ministros también discutieron qué hacer con la enorme producción de tecnología de energía verde de China respaldada por el Estado, que Estados Unidos considera una amenaza para la economía global. El gobierno estadounidense ha impuesto nuevos y duros aranceles a los vehículos eléctricos, semiconductores, equipos solares y suministros médicos importados de China. Se incluye un arancel del 100% sobre los vehículos eléctricos fabricados en China, destinado a proteger la economía estadounidense de las importaciones chinas baratas.
La postura estadunidense ha sido que el exceso de la capacidad china es un problema no sólo para Estados Unidos sino también para otros países del G7 y en desarrollo. Esto se debe a que la venta de productos de bajo precio por parte de China amenaza la existencia de empresas competidoras en todo el mundo.
El G7 es un foro informal que celebra una cumbre anual para discutir cuestiones de política económica y seguridad. Los países miembros son Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y Estados Unidos. También participan representantes de la Unión Europea, pero la UE no actúa como uno de los presidentes rotatorios.