Mueren 3 periodistas en ataque israelí en sureste del Líbano

Mohammad Farhat, reportero de la televisora libanesa Al Jadeed en el sur, dijo que todos salieron corriendo en ropa de dormir

Redacción
Internacional
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AP

BEIRUT (AP) — Un bombardeo israelí mató a tres periodistas al momento en que dormían en una casa de huéspedes en el sureste del Líbano la madrugada del viernes, en uno de los más mortíferos ataques dirigidos a periodistas desde que estallaron las hostilidades a lo largo de la frontera hace un año.

Se trató de un ataque inusual en un área que hasta ahora se había librado de las hostilidades y había sido usada por los medios de noticias como su base en la cobertura de la guerra.

El ataque de las 3:00 de la mañana dejó el sitio —una serie de chalets ubicados entre árboles que fueron alquilados por varios medios que cubren la guerra— en ruinas, con autos marcados con la palabra “PRENSA” volcados y cubiertos de polvo y escombros y al menos una antena parabólica para transmisión en vivo totalmente destruida. El ejército israelí no emitió una advertencia antes del ataque, y más tarde indicó que estaba investigando el incidente.

Mohammad Farhat, reportero de la televisora libanesa Al Jadeed en el sur, dijo que todos salieron corriendo en ropa de dormir. “La primera pregunta que nos hacíamos entre sí era ‘¿Estás vivo?’”.

Los fallecidos son el camarógrafo Ghassan Najjar y el técnico de transmisión Mohammed Rida, de la cadena panárabe Al-Mayadeen TV, con sede en Beirut, y el camarógrafo Wissam Qassim, que trabajaba para Al-Manar TV, del grupo político-paramilitar libanés Hezbollah. A principios de semana otro ataque golpeó una oficina de Al-Mayadeen en las afueras de Beirut. Ambos medios están alineados con Hezbollah y su principal patrocinador, Irán.

El bombardeo del viernes temprano fue el más reciente en una serie de ataques israelíes contra periodistas que cubren la guerra en Gaza y el Líbano durante el año pasado. Israel no ha comentado cuál era su objetivo del ataque aéreo del viernes. Pero grupos de derechos humanos advirtieron que atacar deliberadamente a periodistas representa un crimen de guerra.

“Los periodistas son civiles que tienen derecho a protección bajo el derecho internacional humanitario”, afirmó Aya Majzoub, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África. “Ha sido especialmente inquietante ver a Israel atacar instituciones civiles sólo por su afiliación a Hezbollah”.

El ataque del viernes en la región de Hasbaya provocó la condena inmediata de funcionarios, periodistas y grupos de defensa de la prensa. Los equipos de televisión habían llegado a Hasbaya, considerándola más segura luego que Israel había ordenado una orden de evacuación para una ciudad más al sur desde la que reportaban
“Consideramos que se trata de un ataque directo, destinado a sacar a los periodistas del sur”, dijo Elsy Moufarrej, coordinadora del Sindicato de Prensa Alternativa en el Líbano. “Quieren impedir que los periodistas cubran y tengan presencia en el sur del Líbano”.

El ministro libanés de Información, Ziad Makary, dijo que los periodistas fueron asesinados mientras informaban “los crímenes” de Israel, y señaló que estaban entre un gran grupo de miembros de los medios.

“Este es un asesinato, después de monitoreo y seguimiento, con premeditación y planificación, ya que había 18 periodistas presentes en el lugar que representaban a siete instituciones de medios”, escribió en una publicación en la red social X.

Las muertes del viernes son las más recientes de una larga lista de periodistas que han sido asesinados en ataques israelíes en el último año en Gaza y Líbano.

En un informe a principios de octubre, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) dijo que al menos 128 trabajadores de los medios de comunicación, todos menos cinco de ellos palestinos, fueron asesinados en Gaza y Líbano, la mayor cantidad desde que comenzó a llevar registros en 1992. Todos los asesinatos, excepto dos, fueron llevados a cabo por las fuerzas israelíes, dijo.

El asesinato de periodistas ha provocado protestas internacionales de grupos de defensa de la prensa y expertos de Naciones Unidas, aunque Israel asegura que no los ataca deliberadamente.