Misiles rusos impactan hospital infantil en Ucrania

Los ataques de Moscú dejaron 31 muertos

Redacción
Internacional
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Hospital infantil en Ucrania tras el impacto de un misil ruso.
Foto: AP

Kiev, Ucrania, 8 de julio. Un extenso ataque de misiles rusos en varios lugares de Ucrania mató al menos a 31 personas e hirió a 154 este lunes, según las autoridades. Un misil golpeó un gran hospital infantil en la capital, Kiev, donde servicios de emergencias buscaban víctimas entre los escombros.

El ataque golpeó cinco ciudades ucranianas con más de 40 misiles de distintas clases, y remeció edificios de apartamentos e infraestructura pública, indicó en redes sociales el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy.

Al menos diez personas murieron y 47 resultaron heridas en la localidad de Krivói Rog, en el centro de Ucrania, en lo que el responsable del gobierno local, Oleksandr Vilkul, describió como un ataque masivo de misiles. Siete personas fallecieron en Kiev.

“Es muy importante que el mundo no guarde silencio al respecto ahora y que todos vean qué es Rusia y qué está haciendo”, dijo Zelenskyy en las redes sociales.

Vsevolod Dorofieiev, instructor veterano de una unidad de médicos voluntarios, indicó que había muertos, pero no aclaró cuántos ni si eran niños o adultos.

El ataque se produjo la víspera de una cumbre de tres días de la OTAN en Washington, en la que la alianza trataría de garantizar a Ucrania el apoyo continuado del grupo y ofrecer esperanza de que el país puede superar el mayor conflicto europeo desde la Segunda Guerra Mundial.

En el hospital, un edificio de dos pisos quedó parcialmente destruido. En el bloque principal de 10 plantas del hospital se veían ventanas y puertas reventadas y muros teñidos de negro. En una sala se veían manchas de sangre en el suelo.

Personal médico y vecinos ayudaban a mover los escombros para buscar a niños y personal médico que pudieran estar atrapados debajo. Los voluntarios formaron una línea y se pasaban piedras y restos de uno a otro. Aún salía humo del edificio y voluntarios y trabajadores de emergencias trabajaban con mascarillas.

El ataque obligó a cerrar y evacuar el hospital. Algunas madres se llevaban a sus hijos cargados a la espalda. Otras esperaban en el patio con sus hijos mientras los teléfonos de los médicos sonaban sin que nadie contestara.