Millones de estadunidenses se prepararon para sudar durante otro día abrasador, mientras existía la posibilidad de que el domingo se desaten tormentas que alivien el sofocante calor al menos para algunos. Las aguas inundaron partes de la región centro norte del país, incluida una ciudad de Iowa que fue evacuada tras quedar sumergida hasta los techos.
Al otro lado del país, en California, se esperaba que las temperaturas máximas diarias en el Valle Central del estado se mantuvieran a más de 37 grados Celsius.
El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que existía la posibilidad de tornados poco frecuentes en el noreste más tarde el domingo.
El año pasado, Estados Unidos experimentó la mayor cantidad de olas de calor desde 1936, según los expertos.