Kiev, Ucrania, 26 de febrero. Está listo un marco de acuerdo económico con Estados Unidos, señaló el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, pero las garantías de seguridad por parte de Estados Unidos, consideradas por Kiev como vitales para su guerra con Rusia, aún no se han decidido, y un acuerdo completo podría depender de las conversaciones en Washington que tendrán lugar el viernes.
El marco de acuerdo pactado es un paso preliminar hacia un convenio amplio que estará sujeto a la ratificación del parlamento ucraniano, señaló Zelenskyy en una conferencia de prensa realizada en Kiev.
Ucrania necesita saber primero cuál es la postura de Estados Unidos en su apoyo militar, señaló Zelenskyy. También dijo que espera tener una conversación amplia con el presidente estadunidense Donald Trump en su visita a Washington.
“Este acuerdo (económico) podría ser parte de futuras garantías de seguridad, pero quiero comprender la visión más amplia. ¿Qué le espera a Ucrania?”, señaló Zelenskyy.
Desde su regreso al cargo el mes pasado, Trump le hizo saber a Ucrania que quería algo a cambio de las decenas de miles de millones de dólares en ayuda estadounidense para repeler la invasión total que Rusia puso en marcha hace poco más de tres años, el 24 de febrero de 2022.
En el acuerdo, visto por la agencia The Associated Press, se indica que Estados Unidos “apoya los esfuerzos de Ucrania para obtener garantías de seguridad necesarias para establecer una paz duradera”.
“Los participantes buscarán identificar cualesquier pasos necesarios para proteger sus inversiones mutuas, según se definen en el… acuerdo”, se lee en el documento.
Un funcionario de la Casa Blanca dejó claro nuevamente, tras las declaraciones del mandatario ucraniano, que la aceptación del acuerdo es una precondición necesaria de la invitación de Trump a Zelenskyy a la reunión del viernes. El funcionario declaró bajo condición de anonimato para hablar sobre la invitación.
Trump ha desechado abruptamente algunas políticas previas de Washington. Eliminó los esfuerzos para aislar al presidente ruso Vladímir Putin y puso en duda el apoyo estadunidense a sus aliados europeos. Esto ha provocado fuertes cambios geopolíticos que podrían modificar el curso de la guerra este año.