Rabat, Marruecos, 9 de septiembre. Lluvias torrenciales azotaron el fin de semana las montañas y desiertos del norte de África, normalmente áridos, provocando inundaciones que causaron la muerte de más de una decena de personas en Marruecos y Argelia y destruyeron viviendas e infraestructuras cruciales.
En Marruecos, las autoridades declararon que los dos días de tormentas superaron los promedios históricos, y en algunos casos sobrepasaron el promedio anual de precipitaciones. Los aguaceros afectaron a algunas de las regiones en donde se registró un terremoto mortal hace un año.
Los meteorólogos habían pronosticado que un diluvio poco frecuente podría azotar el desierto del Sahara, en el norte de África, donde muchas zonas reciben menos de dos centímetros (una pulgada) de lluvia al año.
Las autoridades marroquíes reportaron la muerte de once personas en zonas rurales donde históricamente ha habido carencias de infraestructuras, y 24 casas derrumbadas. Nueve personas se encuentran desaparecidas. El agua potable y la infraestructura eléctrica resultaron dañadas, así como las principales carreteras.
Rachid El Khalfi, portavoz del Ministerio del Interior marroquí, señaló en un comunicado el domingo que el gobierno estaba trabajando para restablecer la comunicación y el acceso a las regiones inundadas en la “situación excepcional” e instó a la población a tener cuidado.
En la vecina Argelia, que celebró elecciones presidenciales el fin de semana, las autoridades informaron que al menos cinco personas habían muerto en las provincias desérticas del país. El ministro del Interior, Brahim Merad, señaló que la situación era “catastrófica” en la televisión estatal.
El servicio estatal de noticias de Argelia, APS, declaró que el gobierno había enviado a miles de funcionarios de protección civil y militares para ayudar en las labores de respuesta a la emergencia y rescatar a las familias atrapadas en sus casas. Las inundaciones también dañaron puentes y trenes.