Juicio contra Gerard Depardieu: cambio cultural para la Francia post-#MeToo

Aunque tarde, Francia comienza a abordar la violencia sexual cometida por personajes reconocidos.

Redacción
Internacional
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El juicio por agresión sexual de Gerard Depardieu marca un cambio cultural en la Francia post #MeToo.jpg

París, 25 de marzo. Gérard Depardieu no solo se enfrentará a dos mujeres que lo acusan de agresión sexual cuando entre a un tribunal de París el lunes. El actor masculino más famoso de Francia también confrontará a una nación que fue criticada durante mucho tiempo por no abordar la violencia sexual, especialmente cuando es cometida por sus figuras más poderosas.

Depardieu, de 76 años, es acusado de agredir a una decoradora de sets y a una asistente de dirección durante el rodaje de “Les Volets Verts” en 2021. Aunque más de 20 mujeres lo acusaron públicamente de una conducta sexual inapropiada, este es el primer caso que llega a juicio.

También es el caso más prominente en Francia desde el inicio de la era #MeToo, poniendo a prueba si un país famoso por su cultura de la seducción está preparado para hacer responsables a sus titanes culturales.

Acoso tras acoso

Los fiscales afirman que Depardieu retuvo a una de las mujeres con sus piernas antes de tocarle la cintura y los pechos frente a testigos. En una entrevista con el medio de investigación Mediapart, la decoradora de sets de 54 años dijo que Depardieu gritó en el set que “ni siquiera podía levantarse” por el calor, y luego le dijo: “Ven y toca mi gran paraguas. Lo meteré en tus (partes íntimas)". Ella afirmó que luego la agarró con fuerza y tuvo que ser separada por los guardaespaldas.

Una segunda mujer, una asistente de dirección de 34 años, alegó que fue tocada tanto en el set como en la calle. Las identidades de las demandantes no han sido reveladas para proteger a las supuestas víctimas de violencia sexual.

Depardieu ha negado todas las acusaciones.

En una carta abierta publicada en Le Figaro en octubre de 2023, escribió: “Nunca, pero nunca, he abusado de una mujer. Pensar que he lastimado a alguien o que le he hecho sentir incómoda es intolerable para mí".

Agregó: “Solo he sido culpable de ser demasiado cariñoso, demasiado generoso, o de tener un temperamento demasiado fuerte”.

Su abogado, Jérémie Assous, calificó el caso de infundado y dijo que Depardieu —quien recientemente se sometió a un bypass cuádruple y padece diabetes— asistirá al juicio de dos días, supuestamente con pausas programadas por su condición de salud.

Una cultura lenta para confrontar el abuso

Francia fue a menudo ambivalente con el movimiento #MeToo, llegando incluso a criticarlo. Mientras que en Hollywood poderosos hombres cayeron rápida y públicamente, la industria cinematográfica francesa fue más lenta en responder. Algunos desestimaron el #MeToo como una exportación estadounidense incompatible con los valores franceses, citando preocupaciones sobre la libre expresión y lo que consideraban una erosión de la cultura de la seducción.

Roman Polanski, condenado en Estados Unidos por abusar sexualmente de una menor y acusado por varias otras mujeres, continúa viviendo y trabajando en Francia con casi total impunidad. A pesar de la indignación internacional, sigue siendo una figura condecorada en el cine francés. Su premio César del 2020 al mejor director —por “J’accuse” ("El acusado y el espía") - provocó que varias mujeres, incluida la actriz Adèle Haenel, abandonaran la ceremonia en protesta.

Sin embargo, la industria ofreció poca resistencia institucional, destacando una profunda renuencia a confrontar el abuso cuando involucra a figuras culturales veneradas.

En febrero, el director Christophe Ruggia fue condenado por abusar sexualmente de Haenel cuando era menor. La actriz, que ya había abandonado la industria cinematográfica en protesta, se ha convertido en una de las voces más prominentes del país sobre el abuso.

Judith Godrèche, actriz y cineasta, también emergió como una figura destacada. En febrero de 2024, en un testimonio televisado, se dirigió a una comisión parlamentaria francesa, acusando a los directores Benoît Jacquot y Jacques Doillon de explotarla sexualmente cuando era adolescente —acusaciones que ambos hombres niegan—. “Esto no se trata de deseo o amor”, dijo a los legisladores. “Se trata de poder. Se trata de un sistema que permite el silencio”.

Esa misma comisión convocó a actores y productores destacados —incluido Jean Dujardin— para que testifiquen. Varios solicitaron que sus comparecencias se llevaran a cabo a puerta cerrada.

Testigos y susurros

Anouk Grinberg, una respetada actriz que apareció en “Les Volets Verts”, ha apoyado públicamente a las demandantes. Describió el comportamiento de Depardieu como vulgar y perturbador, diciendo que sintió “una sensación de vergüenza” en el set.

En el momento de las supuestas agresiones de 2021, Depardieu ya estaba bajo investigación formal por violación. En 2018, la actriz Charlotte Arnould lo acusó de violarla en su casa. Ese caso sigue activo, y en agosto de 2024, los fiscales solicitaron que se llevara a juicio.

A lo largo de una carrera que abarca cinco décadas, Depardieu ha protagonizado más de 200 películas, incluidas “Cyrano de Bergerac”, “Jean de Florette” y “Green Card” ("Matrimonio por conveniencia"). Pero sus controversias fuera de la pantalla han acaparado titulares durante mucho tiempo, desde conducir ebrio hasta orinar en el pasillo de un avión.

Un documental de 2023 de France Télévisions, “La Chute de l’Ogre” ("La caída del ogro"), reavivó el debate sobre su impunidad. Mostró imágenes del actor durante un viaje a Corea del Norte en 2018, haciendo comentarios sexualmente inapropiados a una intérprete femenina y pareciendo sexualizar a una niña que montaba a caballo.

Durante décadas, comportamientos como este fueron desestimados como parte de su gran personalidad. Hoy, ese legado está bajo un desafío directo.

Resistencia en un país famoso por la seducción

Godrèche, quien dijo a los legisladores que tenía 14 años cuando Jacquot la explotó por primera vez, ha pedido reformas a la ley de prescripción de Francia sobre los delitos sexuales contra menores y nuevas protecciones para los menores en las artes. Su testimonio —junto con el de otros sobrevivientes— ha traído una rara atención política a una cultura de silencio que muchos dicen que permea el cine francés.

Aún así, la resistencia persiste.

En 2018, la actriz Catherine Deneuve y más de 100 mujeres francesas prominentes firmaron una carta abierta en el periódico Le Monde defendiendo lo que calificaron como la “libertad de molestar”. La carta argumentaba que la seducción no debería confundirse con el acoso y advertía contra el puritanismo al estilo estadounidense.