Beirut, Israel, 28 de marzo. Israel atacó Beirut, la capital libanesa, por primera vez desde noviembre, cuando un alto el fuego puso fin a la guerra más reciente entre Israel y Hezbollah.
Reporteros en Beirut escucharon un fuerte estruendo y vieron humo elevándose desde el área en los suburbios del sur de Beirut que el ejército israelí había prometido atacar.
Fue el primer ataque sobre Beirut desde que un alto el fuego entró en vigor el 27 de noviembre de 2024, entre Israel y el grupo político-militar Hezbollah, aunque desde entonces Israel ha atacado objetivos en el sur de Líbano casi a diario.
Tras el ataque, el ejército de Israel anunció que atacó una instalación de almacenamiento de drones de Hezbollah en el área de Dahiyeh, a la que calificó como un bastión clave de Hezbollah. Israel afirmó que el grupo armado utiliza a civiles como escudos humanos y que emitió una advertencia avanzada para que la gente evacuara.
El área atacada es una zona residencial y comercial y está cerca de al menos dos escuelas.
Israel envía mensaje al gobierno de Líbano
El ataque se produjo después de que el ejército de Israel advirtiera urgentemente a los habitantes que evacuaran partes de un suburbio de Beirut, prometiendo represalias contra los ataques que, según dijo, fueron lanzados desde Líbano hacia el norte de Israel.
El ministro de defensa de Israel, Israel Katz, afirmó que, si no había paz en las comunidades del norte de Israel, tampoco habría paz en Beirut.
“Estoy enviando un mensaje claro desde aquí al gobierno libanés: Si no hacen cumplir el acuerdo de alto el fuego, nosotros lo haremos”, afirmó.
Hezbollah negó haber disparado los cohetes hacia el norte de Israel y acusó al gobierno israelí de buscar un pretexto para continuar atacando al Líbano.
El gobierno libanés ordenó el cierre de las escuelas y universidades del suburbio sureño de Hadath en Beirut durante todo el día. Se vio a los residentes huyendo del área en coches y a pie antes del ataque.
Hezbollah comenzó a lanzar cohetes, drones y misiles hacia Israel al día siguiente del ataque perpetrado desde Gaza por Hamás el 7 de octubre de 2023 que desató la guerra en el enclave. El conflicto entre Israel y Hezbollah derivó en una guerra total en septiembre, cuando Israel llevó a cabo oleadas de ataques aéreos y mató a la mayoría de los líderes principales del grupo. Los combates provocaron la muerte de más de cuatro mil personas en Líbano y desplazaron a unos 60 mil israelíes.
Las fuerzas israelíes debían retirarse de todo el territorio libanés para finales de enero, de conformidad con el acuerdo de alto el fuego. El plazo se extendió hasta el 18 de febrero, pero Israel ha permanecido en cinco lugares de Líbano frente a comunidades en el norte de Israel. Mientras tanto, el ejército israelí ha llevado a cabo docenas de ataques aéreos en el sur y el este de Líbano, afirmando que atacó a Hezbollah, mientras continúa lanzando ataques con drones que han matado a varios miembros del grupo.
La semana pasada, los ataques aéreos israelíes realizados en varios lugares de Líbano mataron a seis personas.
Francia critica incumplimiento del alto el fuego
Desde París, el presidente de Líbano, Joseph Aoun, dijo que el ataque a un suburbio de Beirut era una continuación “de las violaciones del acuerdo por parte de Israel”, patrocinada por Francia y Estados Unidos.
Durante una conferencia de prensa conjunta con Aoun, el presidente francés Emmanuel Macron indicó que el ataque aéreo sobre Beirut era “inaceptable”, y añadió que hablará en las próximas horas con el presidente estadunidense, Donald Trump, y con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, sobre la situación en Líbano. Macron señaló que Estados Unidos puede presionar a Israel.
El mandatario francés añadió que los ataques de este día y el incumplimiento del alto el fuego “son acciones unilaterales que traicionan una promesa dada y juegan a favor de Hezbollah”.