Qabatiya, Cisjordania, 23 de febrero. El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, afirmó que las tropas israelíes permanecerán “durante el próximo año” en partes de la ocupada Cisjordania, donde comenzaron una ofensiva hace varias semanas, y que evitarán que decenas de miles de palestinos desplazados regresen, mientras Israel amplía su represión en el territorio palestino.
Israel inició una gran ofensiva en el norte de Cisjordania el 21 de enero — dos días después de que se estableciera la tregua que detuvo la guerra en Gaza — y luego la amplió para incluir otras áreas cercanas.
Israel dice que está decidido a erradicar a las milicias en la región en medio de un incremento de los ataques. Los palestinos ven esas incursiones como parte de un esfuerzo por consolidar el control israelí sobre el territorio, donde 3 millones de palestinos viven bajo régimen militar. Las incursiones han dejado muertos, han causado destrucción en áreas urbanas y han desplazado a decenas de miles de personas.
Katz, apuntó que había ordenado a las fuerzas armadas que se prepararan para permanecer en algunos de los campamentos de refugiados urbanos de Cisjordania, de donde, según afirmó, habían huido unos 40.000 palestinos — una cifra confirmada por las Naciones Unidas — dejando las áreas “vacías de residentes”.
En un comunicado, señaló que había ordenado al Ejército que “se prepare para una estancia ampliada en los campamentos que fueron despejados para el próximo año y que no permita el regreso de los residentes ni que el terror crezca de nuevo”. No estaba claro por cuánto tiempo se impediría el regreso de los palestinos.
El Ejército declaró que estaba ampliando la incursión en Cisjordania a otras áreas y, en un movimiento inusual, enviaría tanques a Yenín, un bastión de la lucha armada contra Israel. Es la primera vez que Israel lleva tanques al territorio desde la en respuesta a un letal alzamiento palestino en 2002.