La ciudad de Los Ángeles, California, se ha convertido en un paisaje apocalíptico desde que el 7 de enero dio inicio una serie de incendios forestales que causaron una devastación sin precedente a su paso.
Autos calcinados, barrios enteros reducidos a cenizas y una columna de humo que oscurece el cielo se convirtieron en el escenario de una metrópoli que aloja a casi diez millones de habitantes.
La sequedad del ambiente en Los Ángeles y su entorno, en uno de los inviernos más cálidos y sin lluvias que se recuerden, fue terreno fértil para el fuego.
A ello se sumó la intensa e inusual fuerza que este año presentaron los llamados vientos de Santa Ana, procedentes de un gran cañón interior del mismo nombre, que soplan cada otoño y cada invierno. Con una velocidad de más de 150 kilómetros por hora, los vientos avivaron y multiplicaron las llamas. Esta excepcional fuerza del viento convirtió durante al menos ocho días pequeños focos de fuego en llamaradas gigantes que devoraron todo en su camino.
Los principales incendios se registraron en las zonas de Pacific Palisades, Sunset —donde se ubica Hollywood Hills—, Easton Canyon, en Pasadena, y Hurst, en el Valle de San Fernando.
Daños
El fuego se propagó sin tregua el mismo día que inició. Hasta el momento no hay indicios de que el incendio haya sido provocado aprovechando las circunstancias climáticas que podían hacer más daño.
Sin embargo, a más de una semana del inicio de los devastadores incendios los investigadores manejan una serie de hipótesis para determinar el origen de las llamas, que continúan siendo un peligro. Desde un desperfecto eléctrico hasta la acción de terceros, pasando por diversas teorías conspirativas, la investigación continúa sin dejar de lado la emergencia por el siniestro.
Los incendios que arrasaron las zonas de Palisades, Easton, Hurst y Sunset han causado al menos 25 muertos, decenas de desaparecidos y más de 180 mil desplazados; han destruido más de doce mil estructuras y 40 mil casas de todas las condiciones sociales; y han arrasado con más de 16 mil hectáreas.
Bancos y compañías aseguradoras estiman las pérdidas en más de 40 mil millones de dólares, cifra que según expertos aumentará considerablemente al contabilizar el desastre al detalle.
Por otra parte, activistas de protección a los animales informaron que miles de mascotas separadas de sus dueños mueren de hambre, mientras que cientos más quemadas, heridas o intoxicadas por el humo han encontrado refugio en perreras y otros sitios.
Ayuda
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien viajó a California, declaró como zona catastrófica los lugares afectados por los incendios. Esto permitirá a las comunidades y a los supervivientes recibir inmediatamente fondos federales para ayudar a la reconstrucción, anunció la Casa Blanca.
Además, la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (Fema) prometió a California ayuda financiera para la lucha contra los incendios. Este apoyo también prevé programas de asistencia individual para ciudadanos y empresas, como alojamiento de emergencia y dinero para propiedades destruidas.
Se resalta que esa tragedia ocurre en un estado que por sí solo representa la octava economía del mundo y aporta 14% del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos, siendo el quinto proveedor de productos agrícolas del planeta y fuerza dominante en la economía de la Unión Americana.
A pesar de que California es la sede de emblemáticas regiones que matizan la economía estadunidense, como Hollywood (entretenimiento), el Valle Central (agricultura), Silicon Valley (tecnología) y el Valle de Napa (industria vinícola), carece de suficiente agua para sofocar el incendio que lo devora.
Contención
Al cierre de esta edición, gracias a los esfuerzos de los bomberos y mejores condiciones meteorológicas, el incendio en Eaton estaba controlado en 65% y en Palisades en 31%, según los últimos balances facilitados por las autoridades.
Los incendios forestales no solo han quemado la tierra, destruido propiedades y dejado peligrosos escombros, sino que también han desestabilizado la tierra a lo largo de muchas laderas de Pacific Palisades. Las autoridades advierten que los residentes que viven en propiedades en pendientes deben estar atentos a la inestabilidad cuando regresen.
Han comenzado los trabajos de limpieza y las autoridades inspeccionan las líneas eléctricas y las tuberías de gas por razones de seguridad. La policía patrulla constantemente para prevenir cualquier riesgo de saqueo.
La pesadilla de Los Ángeles, rodeada de fuego y humo, aún no termina y podría prolongarse varios días, en función de la duración e intensidad del viento.
California necesitará varios años para reconstruir las infraestructuras y viviendas destruidas por el fuego. Todo ello debería ir acompañado de la adopción de medidas de prevención para evitar que se repita una catástrofe similar.
Principales incendios en Los Ángeles
Pacific Palisades Zona del inicio de los siniestros. Este foco, situado entre la costa del Pacífico y las montañas al suroeste de Los Ángeles, ha destruido gran parte de una de las áreas más exclusivas de la ciudad.
Eaton Este incendio afectó a las localidades de Pasadena y Altadena, al noreste. La proximidad de las llamas a estas comunidades generó evacuaciones masivas y una tensión constante entre los residentes.
Hurst Localizado en la zona de Sylmar, este incendio avanzó rápidamente y amenazó infraestructuras clave en el norte de la ciudad.
Sunset Afectó a las colinas de Hollywood, cerca de Runyon Canyon; este foco puso en grave riesgo el corazón cultural y turístico de Los Ángeles; las imágenes de las llamas avanzando cerca de lugares icónicos captaron la atención global, convirtiendo los incendios en Los Ángeles en un símbolo de la vulnerabilidad de las grandes ciudades ante desastres naturales.