Dulac, Luisiana, EU, 13 de septiembre. Poco después que la marejada ciclónica del huracán Francine inundara un cementerio en la ciudad pantanosa de Dulac, en Luisiana, Lori-Ann Bergeron llegó para comprobar el estado de las tumbas de tres generaciones de familiares. Sus lápidas estaban en buen estado, pero los ataúdes vecinos habían emergido junto a cruces rotas y ramos de flores empapados.
“Es así casi cada vez que sube el agua, pero este es el único lugar para ellos”, dijo Bergeron, de 51 años, quien el jueves recordó cómo desenterró el ataúd de su hermana cuando el huracán Rita devastó la zona en 2005.
“Es duro enterrar a alguien dos veces”, indicó.
Desde cementerios hasta casas, negocios y parques, los residentes de la Costa del Golfo, muchos de ellos todavía recuperándose de la devastación del huracán Ida hace tres años, estaban limpiando el desastre que dejó Francine, que azotó Luisiana como un huracán de categoría 2 el miércoles.
La tormenta dejó sin electricidad a miles de usuarios, el aumento del agua anegó comunidades costeras y causó inundaciones repentinas.
No hubo reportes de muertos o heridos.
La tormenta, que se alimentó de las aguas extremadamente cálidas del Golfo de México, empapó una gran franja del sur, incluidas partes de Arkansas y Florida. Los meteorólogos esperaban que Francine se debilitara el viernes al cruzar el norte de Arkansas, pero el lento avance de la tormenta significará días de fuertes lluvias en el sureste, lo que creará un riesgo de inundaciones repentinas. Partes de Tennessee, Alabama y Georgia corren un ligero riesgo de lluvias excesivas, mientras que el norte y el centro de Alabama enfrentan un riesgo moderado.
Se han pronosticado fuertes lluvias para el fin de semana en partes del sur y sureste del país que podrían causar más inundaciones. Se esperan otros 8 a 15 centímetros (3 a 6 pulgadas) de lluvia, con alrededor de 20 centímetros (8 pulgadas) en algunos lugares, en partes del centro y norte de Alabama hasta el domingo. En el noreste de Mississippi, el oeste de Tennessee, el oeste de Georgia y el Panhandle de Florida se esperan otros 5 a 10 centímetros (2 a 4 pulgadas).
Francine azotó la costa de Luisiana el miércoles por la noche con vientos de 155 km/h (100 mph) en el municipio costero de Terrebonne, azotando una frágil región costera que no se ha recuperado completamente de una serie de huracanes devastadores en 2020 y 2021. Luego, el sistema azotó Nueva Orleans con lluvias torrenciales, dejando tras de sí cortes de energía generalizados y calles cubiertas de escombros.