Gaza, enero 21.- Al llegar un alto al fuego que trajo calma a las ciudades devastadas de Gaza, Hamás emergió rápidamente de su escondite. El grupo militante no solo ha sobrevivido 15 meses de guerra con Israel —entre las más mortales y destructivas que se recuerdan— sino que sigue firmemente en control del territorio costero que ahora se asemeja a un páramo apocalíptico.
Con una oleada de ayuda humanitaria prometida como parte del acuerdo, el gobierno dirigido por Hamás avisó el lunes que coordinará la distribución a la gente desesperada de Gaza.
A pesar de todo el poder militar que Israel desplegó en Gaza, no logró remover a Hamás del poder, uno de sus principales objetivos. Eso podría hacer que un retorno a la lucha sea más probable, pero los resultados podrían ser los mismos.
Hubo un elemento de teatro en la entrega de tres rehenes israelíes a la Cruz Roja el domingo, cuando docenas de combatientes de Hamás enmascarados y con sus bandanas verdes y uniformes militares desfilaron frente a las cámaras y contuvieron a una multitud que rodeaba los vehículos.
Las escenas en otras partes de Gaza fueron aún más notables: Miles de policías dirigidos por Hamás en uniforme reaparecieron, haciendo notar su presencia incluso en las áreas más destruidas.
“La policía ha estado aquí todo el tiempo, pero no llevaba sus uniformes” para evitar ser atacados por Israel, dijo Mohammed Abed, padre de tres que regresó a su hogar en la Ciudad de Gaza más de siete meses después de huir del área.
“Estaban entre la gente desplazada en las tiendas. Por eso no hubo robos”, afirmó.
Otros residentes dijeron que la policía había mantenido oficinas en hospitales y otras ubicaciones durante toda la guerra, donde la gente podía denunciar crímenes.
Israel ha culpado repetidamente a Hamás por el alto número de muertes civiles y daños a la infraestructura porque los combatientes y fuerzas de seguridad del grupo se incrustan en barrios residenciales, escuelas y hospitales.