Con el apoyo de binomios caninos y personal especializado del Senasica y la SADER se supervisa al ganado que circula por los estados aledaños a la frontera sur.
Estados Unidos suspendió las exportaciones de ganado en pie mexicano luego de que se detectó en Catazajá, Chiapas, un animal infestado del gusano barrenador dentro de un cargamento proveniente de Centroamérica.
Aunque el caso positivo se registró al sur de México, la suspensión de las exportaciones afecta a todos los estados del país.
Sonora, Chihuahua, Coahuila y Tamaulipas son algunas de las entidades que más perjudicadas se verán con esta medida, luego de que México había mantenido su estatus como país libre de este parásito desde 1991.
“Devorador de hombres”
El gusano barrenador del ganado (GBG) es una enfermedad que describió por primera vez en 1858 el entomólogo francés Charles Coquerel, quien reportó un caso de GBG en un hombre en la prisión de la Isla del Diablo (Guyana Francesa), de donde tomó el nombre de hominivorax o “devorador de hombres”.
Se trata de una infestación que provocan las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax, que se alimentan del tejido vivo de los mamíferos y en raras ocasiones de las aves.
Las moscas depositan sus huevos en heridas superficiales y las larvas eclosionan en un periodo de doce a 24 horas. Posteriormente las larvas se alimentan del tejido durante cuatro a ocho días, causando graves daños al animal.
Las especies susceptibles de la enfermedad son ganado bovino, equinos, caprinos, porcinos, caninos, felinos, aves, animales silvestres e inclusive humanos.
El gusano barrenador se puede detectar por la infestación en heridas pequeñas, incluso en picaduras de garrapatas. También en heridas en ombligos de neonatos, castraciones o descornes, así como en regiones vulvares o perineales en las hembras.
Las heridas suelen ser grandes, con un escurrimiento serosanguinolento (compuesto de células sanguíneas y líquido seroso) y un olor característico a carne putrefacta.
En el fondo de estas heridas es posible encontrar larvas agrupadas, lo que indica una infestación grave.
Los animales infectados tienden a separarse del grupo, muestran signos de depresión, pérdida de apetito y molestias en las heridas. Sin tratamiento, pueden morir en un lapso de siete a 14 días después debido a toxicidad o infecciones secundarias.
Medidas
En este contexto, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué Sacristán, se reunió hace unos días con funcionarios del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), encabezados por la subsecretaria para Programas de Comercialización y Reglamentación, Jennifer Moffitt, para precisar la estrategia que opera México desde hace varios meses en la frontera sursureste del país para prevenir el ingreso del GBG.
Indicó que para enfrentar la situación diferentes dependencias del gobierno federal participan en la estrategia contra el GBG, ya que se requiere de la conjunción de esfuerzos intersecretariales para prevenir afectaciones al sector pecuario, salud humana y medio ambiente, así como para la economía nacional.
Explicó que con el apoyo de binomios caninos y personal especializado del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) supervisa a todo el ganado que circula por los estados aledaños a la frontera sur en los tres Puntos de Verificación e Inspección Federal (PVIF), para asegurar que no tengan gusaneras.
Agregó que como medida de prevención veterinarios oficiales curan heridas frescas en los animales y administran medicamentos desparasitantes y baños larvicidas.
Respecto del intercambio comercial de ganado con Estados Unidos en caso de que se presenten casos de GBG en el país, detalló que México plantea un esquema de regionalización “para proteger a las zonas productivas libres de la plaga de tal manera de asegurar la continuidad de las exportaciones” a la Unión Americana.
En este sentido, Jennifer Moffitt subrayó que a diferencia de hace más de tres décadas, cuando se combatió al GBG y se logró replegarlo hacia la frontera entre Panamá y Colombia, en la actualidad existen nuevas tecnologías y en ambos países se cuenta con la experiencia de especialistas para avanzar hacia la erradicación en Centroamérica.
En este sentido recalcó que es imperativo reducir las poblaciones de la plaga en Centroamérica y dijo que hace unos días visitó Honduras para poner en marcha el Centro de Eclosión y Dispersión de Mosca Estéril del GBG, lo cual contribuirá a mitigar la dispersión del insecto hacia el norte del continente.
La autoridad sanitaria federal indicó que ante cualquier caso de sospecha de gusaneras los productores pueden reportar al 800-751-2100 o bien al celular (686)243-29-22 donde serán atendidos los siete días de la semana, sin costo alguno, dado que son servicios totalmente gratuitos.