Conflicto en Sudán desplazó a 3.1 millones de personas: ONU

La guerra civil em ese país sigue escalando

Redacción
Internacional
Gente sube a un camión para huir de la guerra en Sudán
Foto: AP

El Cairo, Egipto, 12 de julio. El conflicto abierto en Sudán ha expulsado a más de 3.1 millones de personas de sus hogares, incluidos unos 700 mil que huyeron a países vecinos, indicó Naciones Unidas, entre crecientes temores de que ese país esté cayendo en una “guerra civil de plena escala”.

Sudán se sumió en el caos a mediados de abril, cuando las tensiones acumuladas durante meses entre el ejército y un grupo paramilitar rival, las Fuerzas de Apoyo Rápido, estallaron en combates abiertos en la capital, Jartum, y otros lugares del país nororiental africano.

El conflicto dio al traste con las esperanzas sudanesas de restaurar la frágil transición a la democracia, que había comenzado tras un alzamiento popular que obligó al ejército a destituir al veterano dictador Omar al-Bashir en abril de 2019. Un golpe liderado por el ejército y las FAR trastocó la transición democrática en octubre de 2021.

Más de 2.4 millones de personas han huido de sus hogares a zonas más seguras dentro del país, según la Organización Internacional para las Migraciones. En torno a 738 mil personas cruzaron a países vecinos, según la agencia.

Egipto acoge el mayor número de personas huidas, más de 255 mil 500, seguido por Chad con unas 238 mil y Sudán del Sur con unas 160 mil 800 personas, señaló la OIM. Más de 62 mil personas huyeron a Etiopía, más de 16 mil 700 a República Centroafricana y unas tres mil a Libia, añadió.

Más del 72% de esos desplazados procedía de Jartum, y en torno al 9% de la provincia de Darfur Occidental, los dos lugares donde se han concentrado los combates, indicó la agencia migratoria.

El 65% de los que huyeron a países vecinos eran ciudadanos sudaneses y el resto extranjeros y refugiados que se vieron obligados a volver a sus países de origen, indicó la OIM.

El conflicto ha convertido Jartum y otras zonas urbanas en campos de batalla. Miembros de la fuerza paramilitar han ocupado viviendas y otras propiedades civiles desde que estalló el conflicto, según residentes y activistas. También se han reportado daños y saqueos generalizados en Jartum y Omdurman, una ciudad separada de la capital por el Nilo.

Más de tres mil personas han muerto y más de seis mil han resultado heridas por los enfrentamientos, según dijo el mes pasado el ministro de Salud, Haitham Mohammed Ibrahim, en un mensaje televisado. Médicos y activistas creen que la cifra total probablemente sea mucho mayor.

Por ahora, los esfuerzos regionales e internacionales no han conseguido alcanzar un cese el fuego negociado ni permitir que las agencias humanitarias presten ayuda a los civiles atrapados en el conflicto. El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió el fin de semana que el país estaba al borde de una “guerra civil de plena escala”.