GUERRA ABIERTA CONTRA LOS AUTOS ELÉCTRICOS CHINOS

“China dice que responderá a cada país que se comporte de forma hostil”.

Claudia Luna Palencia
Internacional
AUTOS CHINOS

Se prevé que las ventas mundiales de estos coches alcancen los 13.3 millones de unidades en 2024, lo que representaría aproximadamente 16.2% de las ventas mundiales de vehículos de pasajeros.

Ya no es únicamente la batalla de los chips: esta vez hay una guerra abierta contra los autos eléctricos chinos, a la cual Canadá acaba de sumarse con la imposición de tarifas y aranceles para gravar la importación de los vehículos eléctricos que sean fabricados en el gigante asiático.

Lo hace después de que Estados Unidos y la Unión Europea (UE) anunciaron también aranceles a la importación de autos eléctricos chinos con un gravamen de 100%, tras coincidir en que causan perjuicios tanto a la industria como a la fabricación local de autos eléctricos y no hay manera de competir porque el gobierno chino subsidia dicha fabricación, lo que impacta en su bajo precio final e implica una competencia desleal frente a los productores estadunidenses, europeos y canadienses.

Esta última batalla viene a profundizar la guerra comercial-arancelaria iniciada por el republicano Donald Trump durante su cuatrienio como presidente de Estados Unidos, cuando impuso una serie de aranceles contra China, cuya respuesta fue aplicar la misma cantidad contra importaciones norteamericanas.

Lo interesante es que el presidente demócrata Joe Biden no movió un solo dedo para rebajar las tensiones comerciales con China. Ni un ápice varió la política exterior con China que Trump escaló a una serie de acusaciones, incluso señalando a Beijing de provocar “a propósito” una pandemia, como sucedió con el SARS-CoV-2.

Con Biden como presidente desde enero de 2021, además de la continuidad en la política exterior agria contra China, se ha acentuado la tirantez arancelaria en otros sectores; por ejemplo, el relacionado con las energías limpias y los autos eléctricos.

Jim Tankersley escribió para The New York Times que la guerra comercial del presidente Biden difiere de la impuesta por Trump en varios aspectos notables que van más allá del anuncio de Biden de cuadruplicar los aranceles de los vehículos eléctricos a 100% o triplicar ciertos gravámenes sobre los productos del acero y aluminio a 25% o duplicar la tasa de los semiconductores a 50 por ciento.

“Trump estaba tratando de recuperar una amplia franja de empleos en fábricas subcontratadas a China; en cambio, Biden busca aumentar la producción y los empleos en un grupo selecto de industrias emergentes de alta tecnología, incluidos los sectores de energía limpia, como los vehículos eléctricos, en los que Trump muestra poco interés”, de acuerdo con el experto en política económica de la Casa Blanca.

Tankersley, quien además lleva varias administraciones siguiendo el tema de las relaciones de Estados Unidos con China, opina que Biden ha impuesto restricciones importantes al comercio con este país asiático como, por ejemplo, limitar las ventas de tecnología estadunidense a Beijing.

Aliados

Otro punto a destacar es que Trump mantuvo una postura en solitario contra China y el presidente Biden utiliza la estrategia de ir arropado por varios aliados internacionales a través de aranceles coordinados sobre los productos chinos.

Una medida que justo se aprecia en el tema de las importaciones de los automóviles eléctricos chinos: EU y la Unión Europea (UE) se unieron para aplicar una sobretasa a las importaciones de vehículos eléctricos de marcas chinas, además de otros productos.

En junio pasado la Comisión Europea señaló la intención de imponer sobretasas de 17.4% al fabricante BYD; de 20% a la empresa Geely y de 38.1% a SAIC. Las tres compañías están siendo investigadas en Europa por dumping.

En el caso de la Unión Americana la subida de aranceles oscilaría entre 25 y 100%. También el gobierno de Biden señaló que aplicarán incrementos arancelarios a unas 387 categorías de productos a lo largo de dos años.

Lo más reciente es que Canadá se unirá a dichas medidas y lo hará desde el 1 de octubre: el primer ministro Justin Trudeau adelantó que además de gravar los vehículos eléctricos chinos impondrán sobretasas al acero y al aluminio.

“Estamos transformando el sector del automóvil de Canadá para que sea un líder global de los vehículos del mañana. Pero algunos como China han decidido crear una ventaja injusta en el mercado mundial, poniendo en peligro la seguridad de nuestros sectores industriales críticos“, argumentó Trudeau.

Nuevo frente

En tanto, China ha revirado que responderá a cada país que se comporte de forma hostil a través de una política arancelaria que le sea perjudicial.

Por lo pronto, abrió una investigación antidumping a ciertas importaciones de carne de cerdo europeo y hace unos días el gobierno chino presentó una demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra las medidas provisionales impuestas en la UE.

Y ya prepara represalias contra EU y Canadá. The Global Times, afín al gobierno del presidente Xi Jinping, publicó que Canadá se está “disparando en el pie” al seguir la política proteccionista norteamericana.

La realidad es que ya hay una guerra comercial totalmente abierta en el tema de los autos eléctricos. Aunque China no tiene una marca de vehículos eléctricos tan conocida como la estadunidense Tesla, los fabricantes chinos de vehículos eléctricos desean desempeñar un papel mucho más relevante en un futuro próximo.

Las marcas de automóviles chinas representan 15% de las ventas en todo el mercado automovilístico a nivel mundial. En cuanto a los vehículos eléctricos, tienen más de 50% de las ventas mundiales. Hay cuantiosas inversiones en investigación y desarrollo para impulsar a los fabricantes chinos de vehículos eléctricos; y el gigante asiático ya tiene 39 marcas de coches eléctricos, que espera triplicar en los próximos cuatro años.

Mokter Hossain, profesor asociado de la Universidad de Qatar, explicó en una publicación de Berkeley que la china BYD fabricó más de tres millones de vehículos de nueva energía en 2023, superando la producción de la estadunidense Tesla por segundo año consecutivo.

“En una década las empresas chinas de automóviles eléctricos, especialmente BYD, han comenzado a amenazar y a destronar a las empresas occidentales de vehículos eléctricos. BYD ha superado a Tesla en el último trimestre de 2024 como el productor de coches eléctricos más vendido”, de acuerdo con Hossain.

A nivel mundial la industria de los vehículos eléctricos experimenta un periodo de crecimiento y transformación significativa: la industria atraviesa una coyuntura con muchos fabricantes tradicionales invirtiendo fuertemente en el cambio a los vehículos eléctricos y centrándose en ofrecer vehículos eléctricos asequibles para el mercado masivo.

Se prevé que las ventas mundiales de vehículos eléctricos alcancen los 13.3 millones de unidades en 2024, lo que representaría aproximadamente 16.2% de las ventas mundiales de vehículos de pasajeros. El año pasado se vendieron 9.6 millones, con una cuota de mercado de 12 por ciento.

El negocio tenderá a expandirse en la medida que bajen los precios y los gobiernos den más incentivos a la clase media para cambiar su vehículo por uno eléctrico.

Hossain considera que los principales mercados impulsarán la mayor parte de este volumen y los mercados más pequeños también experimentarán un crecimiento.

“La innovación en eficiencia térmica, especialmente por parte de Tesla y los fabricantes de equipos chinos, está dando lugar a vehículos más eficientes. Los esfuerzos para integrar componentes térmicos y consolidar los circuitos de enfriamiento se están convirtiendo en un foco de atención para los proveedores, lo que puede provocar cambios en los voltajes del sistema y los componentes utilizados”, en opinión del investigador en tecnología y sostenibilidad.

¿Cómo han evolucionado las ventas en los últimos años? Hossain remarca que van en auge y para este año se anticipa un crecimiento de 35 por ciento.

“La cuota de los coches eléctricos en el mercado total de automóviles ha aumentado drásticamente, de alrededor de 4% en 2020 a 14% en 2022, y las proyecciones indican un nuevo aumento hasta 18% en 2024. Este crecimiento se concentra principalmente en China, Europa y Estados Unidos; con China a la cabeza con 60% de las ventas mundiales de coches eléctricos”, indicó.

Papel dominante

El mercado era incipiente hace una década y ahora los autos eléctricos están despegando en el mercado y serán la tendencia en lo que resta del siglo. Y China en esta carrera tiene una posición dominante.

La expansión de la industria también está teniendo efectos positivos en la producción de baterías y las cadenas de suministro, y se espera que los proyectos de fabricación de baterías satisfagan la demanda de vehículos eléctricos hasta 2030.

Sin embargo, el panorama manufacturero aparece muy concentrado, con China desempeñando un papel dominante en el comercio de baterías y componentes. Otras economías aceleran sus políticas para fomentar a sus respectivas industrias nacionales y mejorar la competitividad en el mercado de vehículos eléctricos.

En su artículo Hossain señala que la china BYD Company terminará 2024 como líder mundial en ventas de vehículos eléctricos. Otros fabricantes están muy por detrás, como Volkswagen AG con su serie ID; así como General Motors y Ford Motor Company con modelos como el Chevrolet Bolt y el Ford Mustang Mach-E. También están NIO y XPeng, otros fabricantes chinos, dirigidos al segmento de lujo.

Y, por supuesto, en la competencia está la norteamericana Tesla del magnate Elon Musk, que tiene una parte significativa de la cuota en Estados Unidos, con aproximadamente 50.9% del mercado de vehículos eléctricos en el último trimestre de 2023.

Musk tiene una fábrica en Shanghái y la imposición de aranceles de 100% en Canadá a la importación de autos eléctricos que salgan de China seguramente obligará al empresario a relocalizar su planta de fabricación.

El mercado de los vehículos eléctricos está evolucionando rápidamente con ventas y cuotas que fluctúan a medida que se introducen nuevos modelos y cambian las preferencias de los consumidores.

Sin lugar a dudas, la guerra será larga.

Materias primas y autos eléctricos

El acceso a las materias primas es un factor crítico en la industria de los vehículos eléctricos, ya que estos materiales son esenciales para la producción de baterías y otros componentes.

Las principales materias primas son el litio, el cobalto, el níquel, el manganeso y el grafito, que se utilizan en las baterías de iones de litio. El tipo de batería más común en los vehículos eléctricos lleva estos componentes.

Muchas de estas materias primas se concentran en partes específicas del mundo. Por ejemplo, la República Democrática del Congo es el mayor productor de cobalto, un componente clave para la densidad energética y la longevidad de las baterías.

Las reservas de litio se encuentran principalmente en Australia, Chile, Argentina y China. En países como Estados Unidos observan con preocupación esta concentración geográfica que podría generar vulnerabilidades en las respectivas cadenas de suministros.

El rápido crecimiento del mercado de vehículos eléctricos provoca un aumento de la demanda de estas materias primas críticas, lo que puede causar escasez y volatilidad en los precios.

Biden, Kamala y Trump vs. China

China es el mercado automotriz más grande del mundo y proporciona una amplia base de consumidores para las empresas de vehículos eléctricos. Compañías como BYD no solo fabrican vehículos eléctricos, sino que también producen sus baterías, lo que ayuda a reducir costos y garantizar la seguridad de la cadena de suministros. Este control les da una ventaja competitiva en términos de costo, calidad y confiabilidad.

Como candidato a la presidencia el republicano Donald Trump ha prometido nuevos esfuerzos arancelarios de bastante calado contra China e incluso imponer barreras a la inversión entre ambos países y prohibir las importaciones de acero, productos electrónicos y farmacéuticos chinos.

Trump es un negacionista del cambio climático y no cree en los autos eléctricos, ni tiene un programa para impulsar su producción interna en EU; y muchas de sus propuestas tenderían a eliminar los incentivos fiscales que se otorgan a los compradores.

Por su lado, la vicepresidenta Kamala Harris no tiene una postura totalmente definida sobre qué hará con el tema del impulso interno de los vehículos eléctricos.

Entre los analistas que participan en diversos programas de televisión norteamericanos hay quienes consideran que Harris sí dará continuidad a las políticas de Biden en dicha materia, sobre todo para cumplir la meta de que los modelos de cero emisiones representen 50% de las ventas de autos nuevos para 2030.

Las agencias reguladoras, como la Agencia de Protección Ambiental y la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras, promulgaron regulaciones estrictas que obligarán a los fabricantes de automóviles a aumentar significativamente la proporción de vehículos eléctricos y automóviles de cero emisiones en sus nuevas flotas para 2032. Diseños en los que ya están trabajando.

Sin embargo, ahora mismo los fabricantes norteamericanos no saben qué pasará a partir de enero de 2025: si vuelve Trump se quedarán sin el programa de estímulos y si gana Harris habrá que ver su política de incentivos. Lo que sí tienen claro es que sea Biden, Trump o Harris, no variará la política arancelaria contra China.