Los fondos contra el cambio climático son claves en cumbre ONU

Las naciones pobres temen recibir el extremo más corto de la palanca: poco dinero y mucha deuda

Redacción
Internacional
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COP29
Foto: AP

Azerbaiyán — Al igual que una simple palanca puede mover objetos pesados, las naciones ricas esperan que otro tipo de palanca —la financiera— les ayude a conseguir el dinero que las naciones más pobres necesitan para hacer frente al cambio climático.

La idea implica un paquete complejo de subvenciones, préstamos e inversiones privadas, y se está convirtiendo en la moneda principal en las conversaciones climáticas anuales de las Naciones Unidas conocidas como COP29.

Pero las naciones pobres temen recibir el extremo más corto de la palanca: poco dinero y mucha deuda.

A medio mundo de distancia, en Brasil, los líderes de las 20 economías más poderosas emitieron una declaración que, entre otras cosas, apoyaba una fuerte ayuda financiera para las naciones pobres y el uso de mecanismos financieros de palanca. Esto fue celebrado por analistas y defensores del clima. Sin embargo, al mismo tiempo, los líderes del G20 evitaron notablemente repetir la llamada a una transición mundial para alejarse de los combustibles fósiles, una victoria clave en las conversaciones climáticas del año pasado.

El dinero es el tema clave en Bakú, donde los negociadores trabajan en una nueva suma que ayude a las naciones en desarrollo en la transición hacia energías limpias, la adaptación al cambio climático y la respuesta a desastres climáticos. Reemplazará la meta actual de 100.000 millones de dólares anuales, establecida en 2009.

El dinero para el clima podría tomar forma de préstamos, subvenciones o inversiones privadas

Los expertos estiman que la necesidad se acerca a un billón de dólares, mientras que las naciones en desarrollo han dicho que necesitarán 1,3 billones de dólares en financiamiento climático. Pero los negociadores hablan de diferentes tipos de dinero, así como de cantidades.

Hasta ahora, las naciones ricas no han ofrecido exactamente una cifra para el grueso del dinero que podrían proporcionar. Pero se espera que la Unión Europea finalmente lo haga, probablemente en el rango de 200.000 a 300.000 millones de dólares al año, dijo el martes Linda Kalcher, directora ejecutiva del centro de estudios Perspectivas Estratégicas. Podría ser incluso hasta cuatro veces el monto original de 100.000 millones de dólares, dijo Luca Bergamaschi, director cofundador del centro de estudios italiano ECCO.

Hay una gran diferencia entre 200.000 millones y 1,3 billones de dólares. Pero eso puede superarse con “el poder de la palanca”, dijeron Persaud y otros.

Cuando un país da 1 dólar a un banco de desarrollo multilateral como el suyo, podría usarse con préstamos e inversiones privadas para obtener hasta 16 dólares en gastos para la transición de energías sucias, dijo Persaud. Cuando se trata de partidas para adaptarse al cambio climático, la rentabilidad es un poco menor, aproximadamente 6 dólares por cada dólar, dijo.