FMI Y BM AVIZORAN UN ATERRIZAJE SUAVE DE LA ECONOMÍA MUNDIAL

“Hay un impacto de la situación política interna en la economía”.

Claudia Luna Palencia
Internacional
IMFC

De 2024 a 2026 se prevé que los precios mundiales de las materias primas se desplomen casi 10% y los precios mundiales de los alimentos bajen 9% este año y 4% adicional en 2025.

Es la cita tradicional en la recta final de año entre el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), que suele anticipar el escenario para el año siguiente. En su más reciente reunión, del 21 al 26 de octubre, la conclusión de los equipos de ambos organismos es que 2025 enfrentará un aterrizaje suave en el crecimiento mundial, mientras la lucha contra la inflación empieza a dar frutos.

El FMI estima que en 2024 el PIB global cerrará con un crecimiento de 3.2% y repetirá misma cifra el próximo año, todo dependiendo de que no empeore el curso actual de las guerras, tanto la de Ucrania como la de Oriente Medio.

Por su parte, el BM es menos optimista y avizora para este año un PIB global de 2.6% y en 2025 de 2.7%, igualmente condicionado a la volatilidad que experimenten los precios de los commodities, fundamentalmente el petróleo.

No será China la economía que más crecerá; de hecho, lleva una década perdiendo fuelle en su PIB, que este 2024 podría cerrar, según el FMI, en 4.8% y en 2025 en 4.5%. Nuevamente será India la economía con más capacidad económica: su PIB este año se prevé se ubique en 7% y el próximo en 6.5 por ciento.

El rumbo de la economía estadunidense, advierten ambos organismos, dependerá del resultado de las elecciones del 5 de noviembre. El candidato republicano, Donald Trump, plantea una economía menos abierta y más enfocada en su mercado interno; además, sus amenazas de imponer una serie de aranceles no solo a China sino también a otros países emergentes y europeos significan más trabas, más costos y más inflación.

No proyecta el FMI su escenario a partir de un contexto poselectoral: lo hace con base en las previsiones actuales y de esta forma predice que la Unión Americana cerrará este año con un PIB de 2.8% y 2025 de 2.2%. Pero esto sin considerar una administración de Trump o bien una de Kamala Harris.

Proyectos económicos

Ese debate que parece significativo dentro de Estados Unidos tampoco escapa de las mesas de análisis del FMI y el BM, que esperan conocer al ganador para modificar sus proyecciones.

Un modelo puede ser más o menos inflacionista que el otro; un programa económico se basa más en el superdólar, como una fijación de Trump, para reivindicar la fortaleza hacia el exterior de EU; y el de Harris, en cambio, no utiliza a la moneda como un referente.

Se han hecho eco de ello periódicos como The New York Times en un artículo de Andrew Duehren y Alan Rappeport, quienes analizan los diferentes programas económicos de ambos candidatos a la Casa Blanca.

El Comité para un Presupuesto Federal Responsable, un grupo no partidista que busca reducir los déficits, descubrió que los diversos planes de Trump podrían agregar hasta 15 billones de dólares a la deuda de la nación durante una década. Eso es casi el doble de los planes económicos propuestos por la vicepresidenta Kamala Harris.

“Hay otro análisis del Instituto de Impuestos y Política Económica, un grupo de expertos liberales, que encontró que los planes fiscales y arancelarios de Trump equivaldrían en promedio a un aumento de impuestos para todos los grupos de ingresos, excepto para 5% de los estadunidenses con mayores ingresos”, de acuerdo con ambos autores.

A lo largo de su campaña Trump ha planteado una serie de políticas de gran alcance, como la exención de impuestos a ciertas formas de pago y la imposición de amplios aranceles a casi todas las importaciones a Estados Unidos. También quiere extender elementos de la ley tributaria que promulgó en 2017 y que expirarán después del próximo año.

De acuerdo con The New York Times, “en el extremo superior los planes de Trump costarían 15 billones de dólares en diez años, mientras que los de Harris costarían ocho billones. En un escenario de mediano plazo, la agenda del segundo mandato del expresidente costaría 7.5 billones de dólares y los planes de Harris 3.5 billones. Y en el extremo inferior el plan de Trump agregaría 1.45 billones de dólares a la deuda para 2035, mientras que el de Harris no agregaría nada”.

De ahí que seguramente el FMI y el BM ajustarán sus previsiones de crecimiento para EU y para el mundo en enero y volverá a hacerlo para su Reunión de Primavera.

Economías estancadas

El FMI no prevé grandes cambios, ni virajes sorpresivos, para el desempeño económico de las economías europeas, que llevan desde la crisis de las Subprime en 2008 primero en medio de una recesión y después saliendo de esta, pero con crecimientos marginales que siguen destruyendo el estado de bienestar europeo.

En 2024, este organismo internacional sitúa a Alemania como la economía con peor desempeño con un crecimiento de 0% y de 0.8% para el próximo año.

¿Qué le pasa a Alemania? Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas (CGE), advierte que esta economía tiene “el motor agripado”, con una tendencia negativa que se centra en una Alemania enfrentada a la recesión con un consumo y una demanda interna en caída libre, así como en las exportaciones.

“El país teutón viene padeciendo el colapso de la cadena de suministros, se le ha cerrado el grifo de la energía rusa de costo tan reducido, a lo que se unen los problemas actuales de la economía china, sumida en una crisis inmobiliaria sin precedentes y pagando el peaje de un debilitamiento de su comercio exterior, la salida de su gran fábrica, ante el menor crecimiento mundial”, de acuerdo con Pedraza.

El economista español recuerda que la debilidad económica germana se

centra en la industria, que ha caído en términos de producción en los últimos cinco años 12 por ciento.

Esto es “algo que no encuentra otra causa que el debilitamiento de su sector automovilístico, afrontando la feroz competencia en su propio terreno. Estas importaciones en Europa de vehículos chinos aumentaron 37% en 2023 y continúa creciendo”, explicó.

La crisis de Volkswagen es el epítome del problema en que está embrollada la economía alemana: recientemente el fabricante automotriz dio a conocer, a través de su jefa de Comité de Empresa, Daniela Cavallo, que planea cerrar al menos tres plantas en Alemania.

Cavallo advirtió a los 120 mil trabajadores del fabricante automotriz que vienen tiempos duros, con recortes de puestos de trabajo, reducciones salariales y cierres de plantas para “sobrevivir” ante la competencia exterior.

En Alemania ven el futuro inmediato con desasosiego: la locomotora económica de la Unión Europea (UE) está a punto de descarrilar y no se le ven intenciones de corregir el rumbo.

Tampoco Francia tiene un mejor panorama: el FMI prevé un PIB este año y para 2025 de 1.1%. Hay un impacto de la situación política interna en la economía. La pérdida de competitividad, las constantes pugnas con los sindicatos y un programa de pensiones que sigue presionando las finanzas públicas son los tres quebraderos de cabeza del presidente Emmanuel Macron, acechado por la ultraderecha y la ultraizquierda.

Por su parte, en Italia con la primera ministra Giorgia Meloni el crecimiento esperado este año es de 0.7% y en 2025 de 0.8%; la inflación y el desempleo, sobre todo juvenil, siguen afectando al país de la bota.

De la zona euro España es la economía ligeramente más estable, con un PIB que en 2024 se espera se sitúe en 2.9% y para el próximo año baje a 2.1%; la precariedad laboral y salarial, así como los índices de desempleo, son los grandes pendientes de una nación que sigue reduciendo la inflación; sin embargo, la gente en los bolsillos padece una importante pérdida en su poder adquisitivo mientras se le exprime cada vez más fiscalmente.

La inflación mundial va bajando

De acuerdo con el BM parece que la batalla contra la inflación está dando resultados; aunque las presiones sobre los precios persisten en algunos países, hay un grueso de estos que empiezan a notar su reducción.

“Luego de alcanzar un máximo de 9.4% interanual en el tercer trimestre de 2022, ahora proyectamos que la inflación general será de 3.5% a finales del próximo año, ligeramente por debajo de la media de las dos décadas anteriores a la pandemia. En la mayoría de los países la inflación se sitúa ahora cerca de los objetivos de los bancos centrales, lo que allana el camino para la flexibilización monetaria en los principales bancos centrales”, según el BM.

Esto será posible salvo que ocurra un bloqueo en las principales vías marítimas de circulación de mercancías a causa de la guerra en Oriente Medio e impacte el precio final de los bienes y mercancías que transitan por la zona afectada.

¿Cómo se ve el escenario inmediato para los energéticos? El organismo internacional señala que hay un exceso de petróleo: “Tan grande, que probablemente limitará los efectos de los precios incluso si se intensificase el conflicto en Oriente Medio”.

Si bien se ha avanzado por el buen camino en materia de política monetaria para subir las tasas y contener la demanda a fin de desinflar la inflación, el organismo recuerda que los precios generales de las materias primas seguirán siendo 30% más altos que en los cinco años anteriores a la pandemia.

El BM anticipa que en 2025 el suministro mundial de petróleo superará a la demanda en un promedio de 1.2 millones de barriles diarios; un exceso que solo se ha superado dos veces antes: durante los cierres relacionados con la pandemia en 2020 y en el colapso de los precios del petróleo en 1998.

El nuevo exceso de oferta refleja en parte un cambio importante en China, que a medida que ralentiza su crecimiento baja su demanda de petróleo. El gigante asiático vive una desaceleración de su producción industrial y un aumento de las ventas de vehículos y camiones eléctricos propulsados por gas natural licuado.

Además, se espera que varias naciones que no forman parte de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) incrementarán su producción de crudo. El BM señala que la OPEP tiene una capacidad ociosa, que asciende a siete millones de barriles diarios, casi el doble que en vísperas de la pandemia en 2019.

Ahora bien, ¿qué se espera respecto de los precios de los alimentos? Este organismo internacional anticipa una bajada de los mismos: “De 2024 a 2026 se prevé que los precios mundiales de las materias primas se desplomen casi 10% y los precios mundiales de los alimentos bajarán 9% este año y 4% adicional en 2025”.

En sus proyecciones, los precios de la energía bajarán 6% en 2025 y luego 2% adicional en 2026. Estas previsiones no prevén un recrudecimiento del conflicto en Oriente Medio, donde Irán viene amenazando con bloquear las principales vías marítimas de navegación para las navieras de carga.

En la opinión de Indermit Gill, economista en jefe del Grupo del Banco Mundial, la caída de los precios de los productos básicos y la mejora de las condiciones de suministro pueden amortiguar los choques geopolíticos.

“Pero harán poco para aliviar el dolor de los altos precios de los alimentos en los países en desarrollo, donde la inflación de los precios de los alimentos es el doble de lo que se tiene en las economías avanzadas. Los altos precios, los conflictos, los fenómenos meteorológicos extremos y otras perturbaciones han provocado la inseguridad alimentaria de más de 725 millones de personas en 2024”, afirmó.

Evolución de la economía

Países PIB 2024 PIB 2025

Estados Unidos 2.8% 2.2%

Alemania 0.0% 0.8%

Francia 1.1% 1.1%

Italia 0.7% 0.8%

España 2.9% 2.1%

Reino Unido 1.1% 1.5%

Canadá 1.3% 2.4%

China 4.8% 4.5%

India 7.0% 6.5%

Brasil 3.0% 2.2%

México 1.5% 1.3%

Rusia 3.6% 1.3%

PIB Mundo 3.2% 3.2%

Fuente: Elaboración propia con datos del FMI

El oro seguirá subiendo

El BM espera que el precio medio del oro, una opción popular entre los inversores que buscan un “refugio seguro”, alcance un récord este año, con un alza de 21% por encima de la media de 2023.

El oro ocupa un lugar especial entre los activos, ya que a menudo sube de precio durante periodos de incertidumbre geopolítica y política, incluidos los conflictos. En los próximos dos años se espera que los precios del oro se mantengan 80% más altos que el promedio de los cinco años anteriores a la pandemia, disminuyendo ligeramente.

Se espera que el precio de los metales industriales siga estable de 2025 a 2026, ya que la debilidad del sector inmobiliario de China se ve compensada por las ajustadas condiciones de oferta y el aumento de la demanda de algunos metales debido a la transición energética.

El FMI pone el ojo en la estabilidad financiera

En lo que se refiere a la estabilidad financiera el mundo se enfrenta a una dicotomía de factores a corto plazo y a mediano plazo. El FMI cree que los riesgos a corto plazo para la estabilidad financiera están contenidos.

“A medida que la inflación disminuye los principales bancos centrales han comenzado a recortar las tasas de interés, lo que estimula los precios de los activos, que ya tendían al alza y moderando la volatilidad del mercado financiero”, de acuerdo con el organismo internacional.

Sin embargo, el FMI llama la atención en el incremento de los niveles de deuda pública y privada, así como en el nivel de préstamos concedidos por los bancos.

El organismo recuerda que no es la primera vez que esto sucede: “El antecedente más notable fue el aumento de las vulnerabilidades antes de la crisis financiera mundial de 2008. La acumulación suele ser un proceso gradual, lo que debiera dar a las autoridades tiempo para el ajuste”.

Otro punto que no pasa de largo tiene que ver con la incertidumbre, en especial la relacionada con el aumento de los riesgos geopolíticos y la volatilidad de los mercados financieros.

“Observamos que los precios de los activos quizá no reflejen la totalidad del impacto potencial de las guerras y las controversias comerciales. Esta desconexión aumenta la probabilidad de shocks ya que la elevada tensión geopolítica podría desencadenar ventas masivas repentinas en los mercados financieros y provocar un recrudecimiento de la volatilidad en razón de la incertidumbre”, advierte.