Beijing, Julio 7.-La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, apeló al segundo al mando de China a no dejar que la frustración por las restricciones estadounidenses al acceso a chips procesadores y otras tecnologías perturbe la cooperación económica, durante una visita el viernes destinada a mejorar las tensas relaciones.
En su reunión con el primer ministro chino Li Qiang, Yellen afirmó que Washington y Beijing tienen el deber de cooperar en asuntos que afectan al mundo. Yellen apeló a “canales regulares de comunicación” en un momento en que las relaciones están en su punto más bajo en décadas debido a disputas sobre tecnología, seguridad y otras cuestiones delicadas.
Yellen es uno de varios funcionarios estadounidenses de alto rango que viajarán a China para animar a los mandatarios chinos a reactivar las interacciones entre los gobiernos de las dos mayores economías. Funcionarios del Departamento del Tesoro dijeron anteriormente que Yellen no se reuniría con el presidente chino Xi Jinping y que no se esperaban avances.
Yellen defendió las “acciones selectivas”, en referencia a las restricciones al acceso de China a chips de procesadores avanzados y otras tecnologías, afirmando que son necesarias para proteger la seguridad nacional.
“Pueden estar en desacuerdo”, dijo Yellen. “Pero no debemos permitir que ningún desacuerdo conduzca a malentendidos que empeoren innecesariamente nuestras relaciones económicas y financieras bilaterales”.
Yellen apeló a una “sana competencia económica”, en referencia a las quejas de que Beijing está intensificando el uso de subsidios y barreras de mercado para proteger a sus empresas.
“Un conjunto justo de normas beneficiará a nuestros dos países”, dijo Yellen. “También nos enfrentamos a importantes retos globales en los que Estados Unidos y China tienen el deber de cooperar con ambos países, pero también con el mundo”.
Li se mostró optimista ante la posibilidad de que las condiciones mejoren, pero no dio ninguna indicación sobre posibles cambios en las políticas chinas que han irritado a Washington y a sus socios comerciales.