ROMA, febrero 27.- El papa Francisco continuaba el jueves su lenta recuperación de una neumonía bilateral, pese a las especulaciones sobre una muerte inminente, renuncia o cónclave, en un indicio de que aún está al mando, aunque en un estado debilitado.
El Vaticano informó que el papa de 88 años volvió a dormir bien durante la noche en el hospital Gemelli de Roma y estaba descansando la mañana del jueves.
Los médicos informaron el miércoles sobre ligeras mejoras adicionales en su estado clínico. Dijeron que la insuficiencia renal que se había detectado en días recientes había disminuido, los análisis de sangre mostraron una ligera mejoría y una tomografía computarizada de tórax mostró que su compleja infección pulmonar estaba teniendo una “evolución normal” con el tratamiento.
Sin embargo, el pronóstico seguía siendo reservado. El papa, al que se le extirpó parte de un pulmón cuando era joven, seguía recibiendo altos flujos de oxígeno suplementario y fisioterapia respiratoria para ayudar a sus pulmones a expulsar líquido.
Pero no ha tenido más crisis respiratorias desde el sábado, según informó el Vaticano.
Las oraciones por su salud continuaron llegando de cerca y de lejos. El decano del Colegio de Cardenales presidió el miércoles por la noche lo que se ha convertido en una cita vespertina habitual en la plaza de San Pedro, la oración del Rosario a las nueve de la tarde.
“Estamos reunidos en la plaza de San Pedro para orar con confianza para que Dios permita al papa Francisco reanudar su servicio apostólico lo antes posible, en plenitud de su fuerza física y con ese dinamismo pastoral que lo caracteriza”, afirmó el cardenal Giovanni Battista Re.