EL G20 EN BRASIL SE ENFOCA EN LA POLÍTICA SOCIAL

“Movilización para lograr resultados en la lucha contra el hambre”.

Claudia Luna Palencia
Internacional
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G20 BRASIL 2024

El foro que reúne a las 20 economías más grandes del mundo se reúne regularmente para discutir los problemas más apremiantes que enfrenta la economía global.

Será la última cita del Grupo de los 20 (G20) a la que asistirá Joe Biden antes de dejarle la presidencia a Donald Trump. Al cónclave en Río de Janeiro acudirá la mayoría de los líderes que forman parte de este grupo, que representa 85% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ya confirmó su participación.

La ausencia del mandatario ruso, Vladimir Putin, será compensada por la presencia de su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, quien asistirá con una amplia delegación rusa los días 18 y 19 de noviembre.

En esta edición que preside Brasil los temas de discusión estarán enfocados en la inclusión social, la gobernanza, la reforma de diversos organismos mundiales y las políticas de sostenibilidad.

El G20 aglutina a miembros que movilizan 75% del comercio mundial y 66% de la población global.

Los países miembros son Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, Corea del Sur, México, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos, además de la Unión Europea (UE).

Este grupo desempeña un papel relevante en la configuración y el fortalecimiento de la arquitectura y la gobernanza mundial en todas las principales cuestiones económicas internacionales.

Los dos países con mayor demografía son China e India, que suman 36% de la población mundial. De hecho, India ya superó a China como el país más poblado con mil millones 436 mil 510 habitantes frente a mil millones 411 mil 961 personas que habitan China.

A lo largo del año, bajo la titularidad de Brasil en el G20, el bloque ha centrado sus discusiones en torno a la lucha contra el hambre, la pobreza y la desigualdad, las tres dimensiones del desarrollo sostenible en su parte económica, social y ambiental, así como la reforma de la gobernanza global.

Nada de abordar las aristas de la geopolítica, ni sus temas candentes o bien posicionarse abiertamente y lanzar al unísono una condena por la invasión a Ucrania, que va camino de cumplir tres años el próximo febrero.

Entre las novedades presentadas por la presidencia brasileña está el G20 Social, espacio de participación y contribución de la sociedad civil en las discusiones y formulaciones de políticas relacionadas con temas sociales.

Se trata de una iniciativa del mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que ha sido muy bien acogida por otros líderes asistentes junto con su idea de lanzar la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza. La intención es movilizar tanto a países como a organizaciones internacionales para acelerar los esfuerzos en la lucha contra el hambre y la pobreza para 2030.

En opinión de Mauricio Lyrio, diplomático brasileño, hay una movilización de los países para lograr resultados más efectivos en la lucha contra el hambre.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló en julio pasado que en el planeta casi 733 millones de personas pasan hambre, lo que equivale a una de cada once personas en todo el orbe y una de cada cinco en África.

En su estudio sobre la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo el organismo asevera que las cifras sobre la situación del hambre se mantienen muy elevadas por tercer año consecutivo. La OMS indica que no habrá forma de cumplir para 2023 el objetivo de Hambre Cero dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. De acuerdo con este informe el mundo ha retrocedido 15 años, con niveles de subalimentación comparables a los de 2008 a 2009.

“Las tendencias regionales varían significativamente: el porcentaje de la población que padece hambre sigue aumentando en África 20.4%; se mantiene estable en Asia en 8.1% y muestra avances en América Latina”, de acuerdo con dicho estudio.

La OMS cree que de mantenerse las tendencias actuales alrededor de 582 millones de personas sufrirán desnutrición crónica en 2030, la mitad de ellas en África.

Ante este escenario el G20 ha decidido realizar una evaluación y proponer una serie de medidas que permitan que dentro de seis años el hambre en el mundo haya disminuido y no aumentado más como ya se prevé.

Hacia una nueva gobernanza

Este es otro de los grandes temas en los que también Brasil, desde distintos foros, ha venido convergiendo con la propuesta de otros líderes sobre la necesidad de reformar y readecuar a los organismos internacionales ante los requerimientos de la aldea global frente a nuevos desafíos como la Inteligencia Artificial (IA) y la ciberseguridad, entre otros.

Los líderes del G20 discutirán sobre cómo modernizar las principales instituciones internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio (OMC), para que reflejen las realidades contemporáneas y promuevan una gobernanza más justa y eficiente.

“Nuestra propuesta es reformar a las instituciones financieras internacionales, básicamente un conjunto de organismos nacidos con el Bretton Woods”, explicó Lyrio.

Un análisis de Springer aborda la necesidad de reformar a las organizaciones internacionales y adecuarlas ante la nueva realidad de un mundo cambiante, con nuevos desafíos que no se preveían en el siglo pasado.

Este documento coordinado por Axel Dreher pone el acento especialmente en la OMC, que el 1 de enero de 1995 sustituyó al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) como principal organización que rige el comercio multilateral mundial.

Son precisamente los países menos desarrollados los que vienen presionando para que una nueva reforma de la OMC sea más inclusiva y permita que las ventajas comerciales sean más equilibradas y equitativas para todos los países miembros.

Otro organismo que viene recibiendo sendas presiones para reformarse (o incluso sustituirse) es la ONU, sobre todo en la parte relacionada con su Consejo de Seguridad.

El propio Lula da Silva dijo en septiembre pasado ante la Asamblea de la ONU que es inaceptable que América Latina y África no tengan puestos permanentes en el Consejo de Seguridad.

“La exclusión de América Latina y África de puestos permanentes es un eco inaceptable de las prácticas de dominación del pasado colonial y estamos llegando al final del primer cuarto del siglo XXI con las Naciones Unidas cada vez más vaciadas y paralizadas”, declaró entonces.

Como Lula da Silva hay otros líderes que quieren restituir a la ONU las prerrogativas inherentes a su condición de foro universal y dotarla con los medios necesarios para enfrentar los cambios del panorama internacional.

La ONU tiene un papel cuestionadísimo en la invasión de las tropas rusas a Ucrania y su incapacidad para frenar las represalias bélicas de Israel contra los palestinos de la Franja de Gaza. Las denuncias de genocidio son múltiples y hasta el propio titular de Naciones Unidas, António Guterres, está vetado de entrar a Israel.

Una parte de los países miembros del G20 demanda una amplia revisión de la Carta de la ONU, el corazón del derecho internacional, y una reforma del Consejo de Seguridad para hacerlo más eficaz y representativo. Hay una serie de amenazas, como el terrorismo, el cambio climático y las pandemias, que requieren una acción colectiva, responsabilidad compartida y la revitalización del multilateralismo.

Transición verde

Otro tema fundamental que se discutirá tiene que ver con las transiciones energéticas: el mundo se enfrenta a una crisis climática sin precedentes y los países del G20 representan a la mayoría de las economías con más emisiones de carbono.

China, Estados Unidos e India son los mayores emisores de CO2 en el mundo y la tendencia no habla de un declive.

El think tank británico Global Carbon Budget (GCB) reitera que este año las emisiones de carbono a nivel mundial habrán registrado un incremento de 0.8%. El año pasado las mayores contribuciones absolutas a las emisiones mundiales de CO2 fósil provinieron de China (31%), Estados Unidos (13%), India (8%) y la UE (7%). Estas cuatro regiones representan 59% de las emisiones globales de CO2 fósil, mientras que el resto del mundo contribuyó con 41%. Las emisiones mundiales de CO2 fósil per cápita en 2023 fueron de 1.3 toneladas de carbono por persona al año y en Estados Unidos se situaron en 3.9 toneladas; en China, en 2.3; y en 0.6 toneladas en India.

Ya se anticipa un alza en las emisiones fósiles para finales de año, con China emitiendo doce mil millones de toneladas de dióxido de carbono, en comparación con los tres mil 200 millones de toneladas de India y los cuatro mil 900 millones de toneladas de Estados Unidos.

Con la vuelta a la Casa Blanca de un negacionista del cambio climático como lo es Donald Trump se avizora un relajamiento en los esfuerzos por implementar energías limpias y favorecer la descarbonización en países como India o China.

El GCB es un colectivo de aproximadamente 120 científicos que publica estimaciones anuales y en su último balance coincidieron en que “se espera que las emisiones del carbón, el petróleo y el gas en 2024 se sitúen ligeramente por encima de los niveles de 2023: 0.2, 0.9 y 2.4% respectivamente”.

Los impactos del cambio climático “se están volviendo cada vez más dramáticos, pero todavía no vemos señales de que la quema de combustibles fósiles haya alcanzado su punto máximo”, de acuerdo con Pierre Friedlingstein, miembro del GCB y del Instituto de Sistemas Globales de la Universidad de Exeter.

El mundo se enfrenta a una crisis climática sin precedentes y los países del G20 discutirán estrategias para promover una economía global más verde y sostenible. Brasil, que se ha posicionado como líder en temas ambientales en la agenda global, aboga por un enfoque que tenga en cuenta las realidades locales y el acceso a fuentes de energía limpias.

Declaración de los dirigentes

Los líderes asistentes al G20 en Río de Janeiro firmarán una declaración conjunta que incluye un mensaje sobre la promoción de la paz en los conflictos mundiales, especialmente la guerra en Ucrania y la cuestión de Palestina.

“Es el mensaje de que necesitamos lograr la paz no solo en este conflicto, sino también en todos los otros, lo que de hecho refuerza la prioridad brasileña de reformar la gobernanza global. Necesitamos tener paz para poder centrarnos en la atención política y los recursos financieros para los que deberían ser los objetivos más altos de la comunidad internacional, que son la lucha contra la pobreza y la promoción del desarrollo sostenible, incluida la lucha contra el cambio climático”, de acuerdo con Lyrio.

El 19 de noviembre, último día de la cumbre, habrá una ceremonia de entrega de la presidencia del G20 de Brasil a Sudáfrica, simbolizando la continuidad de las discusiones y el liderazgo rotativo del grupo. Sudáfrica asumirá la presidencia en 2025 y la ceremonia marcará la transición de liderazgo entre los dos países, estableciendo un vínculo entre los problemas globales y los desafíos específicos del continente africano.

Xi Jinping, nuevo héroe de la APEC 2024

En Lima, Perú, se reunió el Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC), que representa 60% del PIB mundial y mueve buena parte del comercio global.

La anfitriona de la cumbre, la presidenta Dina Boluarte, recibió casi en calidad de héroe al mandatario chino, Xi Jinping. Perú presume de su buena sintonía con el gigante asiático.

La presidenta peruana tiene al margen de la cumbre un encuentro privado con Xi que, más allá de las formalidades diplomáticas, impacta en las propias proyecciones de la APEC de cara al próximo gobierno de Donald Trump.

Ambos inauguraron en el Palacio Pizarro, y de manera virtual, el megapuerto de Chancay, ubicado 75 kilómetros al norte y que contó con una financiación china de unos tres mil 500 millones de dólares.

Xi publicó un artículo en El Peruano en el que sostiene que la infraestructura será un verdadero camino de prosperidad porque permitirá reducir a 23 días el viaje marítimo de Perú a China, ahorrándose más de 20% del costo logístico. A su vez, generará ocho mil empleos e ingresos anuales de cuatro mil 500 millones de dólares.

COP29: Meloni aboga por la energía nuclear

Ante las grandes ausencias de varios líderes en la COP29 en Azerbaiyán, la primera ministra italiana Giorgia Meloni señaló su pesimismo para luchar contra los combustibles fósiles.

“No hay alternativa a los combustibles fósiles. Debemos tener una visión realista. Necesitamos un equilibrio y un proceso de transición. Debemos utilizar todas las energías a nuestro alcance, no solo las renovables, sino también los biocombustibles y la fusión nuclear que podría producir energía limpia ilimitada”, dijo.

Meloni argumentó que su país está a la vanguardia de la fusión nuclear: “Tenemos la intención de relanzar esta tecnología que podría representar un punto de inflexión, ya que puede transformar la energía de un arma geopolítica, en un recurso ampliamente accesible”.