2023: EL AÑO DE LA INCERTIDUMBRE

Antonio Caporal
Internacional
ISRAEL-PALESTINOS
Tsafrir Abayov/AP

“Debemos ser libres no porque reclamamos la libertad, sino porque la practicamos”, dijo alguna vez William Faulkner. Algo sabía el escritor estadunidense sobre la condición humana, sus búsquedas, debilidades, conflictos y la guerra; de ahí la necesidad de traerlo ahora a colación: pese al desarrollo de la inteligencia, el ser humano parece ser una especie capaz de tropezarse con la misma piedra no una, ni dos, sino varias veces.

Cerramos 2023 con al menos dos guerras que tienen en vilo la estabilidad mundial y colocan a la geopolítica en medio de una partida de ajedrez de pronóstico reservado. El conflicto en Ucrania parece enredarse cada vez más, en tanto que de nuevo la irrupción del terrorismo detonó con una furia tal vez desmedida los ataques en la Franja de Gaza entre palestinos e israelíes. En medio de todo, como suele suceder, se encuentran civiles y particularmente niños.

Hoy es tiempo, apreciable lector, de reunirnos a recordar y hacer balance una vez más. Revivir lo que fue un año cuyo guion tuvo de todo: épica, tragedia, amor, giros de tuerca inesperados, pero también momentos de risa y esperanza; poca, pero algo de luz sí tuvimos.

Cuesta comprender cómo todavía hay quienes se niegan a reconocer el cambio climático. Julio de 2023 fue, según la NASA, el mes más caluroso desde que se realizan este tipo de mediciones; las migraciones por falta de agua o condiciones climáticas adversas van al alza; y tristemente quienes tienen capacidad de decisión a nivel mundial parecen hacer caso omiso, como también hacen caso omiso de velar por la prosperidad de las personas.

México, en franca sintonía con el contexto internacional, vive momentos de una incertidumbre pocas veces vista. Por supuesto, la inauguración de proyectos como el Tren Maya y el Tren Transístmico vislumbran tiempos de cambio, que amenazan ser opacados por una disputa política en la que predomina el encono y la ausencia de propuestas en materia de seguridad, educación y salud.

El devastador paso de Otis por el puerto de Acapulco arrasó con viviendas, vidas humanas y dejó al desnudo el incumplimiento de promesas.

Al mismo tiempo, el segundo semestre estuvo marcado por la selección de candidatos que se disputarán la Presidencia y las gubernaturas.

Nuestras instituciones públicas aún están lejos de ser lo que la sociedad mexicana requiere, pero en medio de todo hay que celebrar el nacimiento de la Universidad de la Libertad (UL), plantel concebido por iniciativa de Ricardo Salinas Pliego. No hay en el país —y seguramente tampoco en Latinoamérica— un centro que tenga como eje la libertad económica y de pensamiento. Desde ahí mismo ya se siembra lo que seguramente será un buen futuro para el país.

Escalas obligadas en nuestro recorrido son el devastador terremoto que sacudió a Turquía, las elecciones en Brasil, en España y, por supuesto, en Argentina, donde el arribo al poder del libertario Javier Milei tiene a toda América Latina a la expectativa.

Una vez más el deporte nos dejó grandes postales protagonizadas por atletas como Novak Djokovic, quien se consolidó como uno de los mejores tenistas de la historia al cosechar su Grand Slam 24. En el mismo y selecto grupo podemos ubicar a Lionel Messi, quien alcanzó su octavo Balón de Oro.

Mención más que honorífica merecen la selección española femenil de futbol al conseguir el campeonato mundial y la delegación mexicana que participó en los Juegos Panamericanos.

Orgullo nacional es también Sergio Checo Pérez, el mejor piloto mexicano de Fórmula 1 y segundo lugar a nivel mundial, solo por detrás de un imbatible Max Verstappen.

Al mismo tiempo que celebramos la gloria y el triunfo, también lloramos la pérdida de Ignacio López Tarso, Tina Turner, Robbie Robertson, Luisa Josefina Hernández, Milan Kundera, Louise Glück, Xavier López Chabelo, Fernando Botero, Paco Rabanne y Cristina Pacheco, entre otros. Todos ellos fueron auténticos faros en un mundo a veces demasiado oscuro.

Pero demos vuelta a la página y veamos hacia adelante, que lo que viene no es poca cosa: una vez más seremos los ciudadanos quienes tendremos que mostrar carácter y responsabilidad para un año que promete ser muy intenso.

De cara a un humor social que se tiñe de gris no podemos achicarnos y, por el contrario, desde el primer día es nuestra obligación tomar las riendas de una agenda que pocas veces nos toma en cuenta. Volvamos, pues, al principio: “Debemos ser libres no porque reclamamos la libertad, sino porque la practicamos”, nos advierte Faulkner… y tal vez deberíamos tener muy cerca esas palabras, porque la coyuntura exige ponerlas en práctica.

Los mexicanos tendremos una cita en las urnas el 2 de junio de 2024 y es nuestra responsabilidad acudir lo mejor informados posible.

En este sentido, en Vértigo prometemos estar a la altura de las circunstancias y de lo que está en juego, con la información veraz, analítica y propositiva que nos ha caracterizado por más de 20 años.

Seamos, pues, cómplices en esta nueva y emocionante aventura que nos depara el destino, no sin antes recordar brindar: ¡salud y venturoso Año Nuevo!