Egipto propone plan para poner fin a la guerra entre Israel y Hamás

Habría creación de un gobierno palestino en Gaza

Redacción
Internacional
Artillería móvil de Israel dispara hacia la Franja de Gaza.
Foto: AP

El Cairo, Egipto, 25 de diciembre 2023. Egipto propuso un ambicioso plan preliminar para poner fin a la guerra entre Israel y Hamás con un cese el fuego, una entrega gradual de rehenes y la creación de un gobierno palestino de expertos que administraría la Franja de Gaza y la ocupada Cisjordania, según dijeron el lunes un funcionario egipcio y un diplomático europeo.

La propuesta, mediada con Qatar, un país del Golfo Pérsico, se ha presentado a Israel, Hamás, Estados Unidos y gobiernos europeos, aunque aún parecía tentativa. No cumplía el objetivo declarado de Israel de aplastar por completo a Hamás y no parecía recoger las insistencias israelíes de que su ejército mantuviera el control de la Franja de Gaza durante un largo periodo después de la guerra.

Sin embargo, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu declaró el lunes que Israel ampliará su ofensiva en la Franja de Gaza en los próximos días, pese a presiones internacionales a cesar los combates.

En declaraciones a miembros de su partido Likud, Netanyahu dijo que la guerra “no está ni cerca de acabar”.

Netanyahu habló tras visitar a las tropas en Gaza:

“No vamos a parar. Vamos a seguir luchando y vamos a ampliar la lucha en los próximos días. Será una batalla larga y no está ni cerca de acabar”.

Dio un discurso en el Knéset (parlamento israelí), donde familiares de las más de 100 personas que siguen secuestradas en Gaza alzaron pancartas pidiendo al gobierno llegar a un acuerdo para lograr el retorno inmediato de los rehenes, y gritaban "¡Ahora! ¡Ahora!”.

El gabinete de guerra israelí, que incluye al primer ministro Netanyahu, tenía previsto reunirse más tarde el lunes para comentar la situación de rehenes, entre otros temas, señaló un funcionario israelí, que no aclaró si se comentaría la propuesta egipcia. El funcionario habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a los medios.

Las noticias de la propuesta surgen en medio de fuertes bombardeos israelíes en el centro y sur de Gaza, aplastando edificios que tenían adentro familias. En el campamento de refugiados Maghazi, los rescatistas sacaron docenas de cadáveres de las ruinas después que un bombardeo aplastó un edificio de tres pisos y dañó otros cercanos. Por lo menos 106 personas murieron, según registros de hospital vistos por The Associated Press, lo que lo convierte en uno de los ataques aéreos más mortíferos de la campaña israelí.

Diecisiete soldados israelíes murieron en combates terrestres en el norte, centro y sur del territorio en días recientes.

La guerra ha devastado gran parte de Gaza, matado a más de 20.400 palestinos y desplazó a casi todos los 2,3 millones de habitantes del territorio.Funcionarios de la ONU han advertido que una cuarta parte de la población sufre de hambre bajo el asedio israelí que permite solo una mínima entrada de suministros al territorio . Cuando llegan camiones con suministros, suelen ser acosados por personas desesperadas que en algunos casos saquean comida y agua.

La policía del Ministerio del Interior controlada por Hamás mató a tiros a un niño de 13 años cuando un grupo de personas trató de tomar camiones que llevaban suministros cerca de la ciudad de Rafah el domingo, informó el lunes un funcionario del departamento de prensa del gobierno de Hamás.

Familiares del niño, furiosos, intentaron atacar un puesto policial, quemando neumáticos y exigiendo que el policía sea castigado. La devastación ha ocasionado esporádicas expresiones de enojo contra Hamás, algo que hasta ahora era impensable.

La creciente cifra de muertos entre las tropas israelíes —156 desde que comenzó la ofensiva terrestre— podría reducir el apoyo público de la guerra, desencadenada el 7 de octubre cuando milicianos liderados por Hamás asaltaron poblaciones en el sur de Israel, donde mataron a 1.200 personas y se llevaron 240 rehenes.

La mayoría de los israelíes apoya los objetivos declarados del país de aplastar la capacidad militar y de gobierno de Hamás y liberar a los 129 cautivos que quedan. Ese apoyo se mantiene pese a la creciente presión internacional contra la ofensiva israelí y la enorme cifra de muertos y el sufrimiento sin precedentes entre los palestinos.

PROPUESTA EGIPCIA

La propuesta egipcia es una iniciativa ambiciosa no sólo para poner fin a la guerra, sino también para trazar un plan de cara al futuro.

Pide un cese el fuego inicial de hasta dos semanas, durante el que los milicianos palestinos liberarían a entre 40 y 50 rehenes, incluidas mujeres, ancianos y enfermos, a cambio de la liberación de entre 120 y 150 palestinos de prisiones israelíes, según el funcionario egipcio. Habló bajo condición de anonimato para comentar una negociación aún en marcha.

Al mismo tiempo continuarían las negociaciones sobre ampliar la tregua y la liberación a más rehenes y cadáveres en poder de milicianos palestinos, señaló.

Egipto y Qatar también trabajarían con todas las facciones palestinas, incluida Hamás, para acordar la formación de un gobierno de expertos, señaló. Ese gobierno administraría la Franja de Gaza y Cisjordania durante un periodo de transición mientras las facciones palestinas resuelven sus disputas y acuerdan una hoja de ruta para celebrar elecciones presidenciales y parlamentarias, añadió.

Entre tanto, Israel y Hamás seguirían negociando un acuerdo global. Eso incluiría la liberación de todos los demás rehenes a cambio de todos los prisioneros palestinos en Israel, así como la retirada del ejército israelí de Gaza y que los milicianos palestinos detengan el fuego de cohetes contra Israel. Cerca de 8.000 palestinos están retenidos por Israel con condenas o cargos relacionados con seguridad, según cifras palestinas.

Autoridades egipcias comentaron los rudimentos del plan con Ismail Haniyeh, el líder político de Hamás, que reside en Qatar y visitó El Cairo la semana pasada. Tenían previsto comentarlo también con el líder del grupo Yihad Islámica, Ziyad al-Nakhalah, que llegó el domingo a la ciudad, señaló el funcionario.

El grupo armado, que también participó en el ataque del 7 de octubre, dijo que estaba dispuesto a considerar la entrega de rehenes sólo una vez terminaran los combates.

Por su parte, un diplomático occidental dijo estar al tanto de la propuesta egipcia. Pero la persona, que pidió mantener el anonimato para comentar el asunto, dudaba que Netanyahu y su gobierno de línea dura aceptara toda la propuesta. El diplomático no dio más detalles.

SITUACIÓN EN GAZA

La ofensiva israelí ha sido una de las campañas militares más devastadoras de la historia reciente. Más de dos tercios de los más de 20.400 palestinos muertos eran mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no diferencia entre civiles y combatientes en su conteo.

Desde el viernes han muerto 17 soldados en combate, la mayoría en el centro y el sur de Gaza.

Tras el bombardeo del domingo en el campamento Maghazi, los rescatistas y vecinos hurgaron entre las ruinas, con herramientas simples o simplemente con las manos. Continuaban llegando muertos al Hospital Mártires Al-Aqsa en la cercana Deir al-Balah, donde hombres rezaban sobre muertos acostados en el suelo. Familiares, entre sollozos, abrían bolsas mortuarias para dar un último beso a un ser querido. Un hombre lloraba mientras abrazaba un cuerpo envuelto en una manta, del tamaño de un niño pequeño.

Otro hombre estaba arrodillado sobre el cuerpo de un familiar y gritaba: "¡Lo juro por Dios, era un hombre! ¡Lo juro por Dios, era mejor que todo Hamás!”

La devastación ha causado expresiones esporádicas de enojo hacia Hamás, algo que era impensable en los 16 años que ese grupo violento ha administrado Gaza.

Aparte de las muertes en Maghazi, llegaron al hospital los cuerpos de unas 80 personas más, muertas en bombardeos en el centro de Gaza, entre el sábado en la noche y el domingo en la mañana, según registros del hospital.

Desde el viernes han muerto 17 soldados en combate, la mayoría en el centro y el sur de Gaza, indicio de encarnizados combates en los alrededores de la ciudad de Jan Yunis.

“La guerra nos cobra un alto precio, pero no tenemos otra alternativa que seguir luchando”, declaró Netanyahu el domingo.

En Israel ha habido un amplio descontento contra su gobierno, al que muchos acusan de incumplir con su responsabilidad de proteger a la ciudadanía durante el ataque, y de promover políticas que permitieron a Hamás cobrar fuerzas. Netanyahu se ha negado a aceptar responsabilidad por los fracasos políticos y militares.

“Con el tiempo, le será difícil a la ciudadanía ignorar el alto precio que está pagando, así como la sospecha de que los objetivos anunciados con tanto énfasis están lejos de lograrse, y que Hamás no está mostrando indicios de capitular en el futuro cercano”, escribió Amos Harel, comentarista de asuntos militares para el diario israelí Haaretz.

En el norte de Gaza, los palestinos reportaron fuertes bombardeos y metralla en el campamento de refugiados Jabaliya, una zona que Israel decía haber controlado. Las fuerzas israelíes dijeron que habían completado el desmantelamiento del cuartel subterráneo de Hamás en el norte de Gaza.

Israel ha recibido duras críticas internacionales por la creciente cifra de muertes civiles, los daños generalizados y el deterioro de la situación humanitaria en Gaza.

Israel culpa a Hamás por la alta cifra de víctimas civiles, señalando que los milicianos atacan y luego se esconden entre civiles. Israel dice que ha matado a miles de milicianos armados, pero no ha presentado pruebas.

Israel también ha sido acusado de maltratos de hombres y adolescentes palestinos detenidos en viviendas, refugios, hospitales y otros lugares durante la ofensiva. El ejército israelí dice que ha detenido a cientos de palestinos, incluyendo más de 700 que fueron trasladados a Israel para más interrogación por sospecha de vínculos con milicianos. Israel niega las acusaciones de abusos y señala que quienes no tienen vínculos con los grupos armados son puestos rápidamente en libertad.

Hablando a la AP desde la cama en un hospital en Rafah tras ser liberado, Khamis al-Burdainy de Ciudad Gaza dijo que las fuerzas israelíes lo detuvieron luego que tanques y bulldozers destruyeron su casa parcialmente. Añadió que las tropas esposaron y le vendaron los ojos a los hombres.

“No dormimos, no nos dieron comida ni agua”, relató en medio de sollozos.