DONALD TRUMP ENFRENTARÁ UN JUICIO HISTÓRICO

“Una serie de pagos por silencio”.

Ángel Hernández
Internacional
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El exmandatario se declaró inocente luego de ser arrestado y fichado para dar inicio a un proceso que lo convierte en el primer presidente de Estados Unidos que enfrenta imputaciones penales.

En su cada vez más larga lista de conflictos judiciales, que incluye dos juicios políticos en su contra como mandatario, Donald Trump se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos que enfrenta un juicio penal: se le acusó formalmente de 34 delitos graves entre los que destaca el hacer declaraciones falsas para encubrir un delito —pagar 130 mil dólares a una actriz porno para evitar daños a su candidatura presidencial—, con lo que “conspiró para socavar las elecciones de 2016”.

Trump se declaró inocente luego de escuchar las acusaciones en un acontecimiento histórico en la Unión Americana, para el cual la Fiscalía de Manhattan acumuló evidencias en su contra durante un par de años y los integrantes de un Gran Jurado determinaron que hay elementos suficientes para sustentar los cargos contra el expresidente.

Durante la comparecencia del magnate inmobiliario las autoridades de Nueva York aplicaron un fuerte dispositivo de seguridad que incluyó policías, colocación de vallas, vigilancia con helicópteros y cámaras en previsión de disturbios en el exterior del edificio de la fiscalía, donde se congregaron simpatizantes y detractores del expresidente; al final no se suscitaron incidentes.

Los cargos contra Trump, derivados de tratar de ocultar el pago a una actriz porno para evitar daños a su campaña presidencial por el Partido Republicano —elecciones que ganó al derrotar a la aspirante demócrata, Hillary Clinton— y del proceso penal que enfrentará, son solo una parte de los problemas judiciales que se le avizoran, ya que están en curso investigaciones por delitos federales (engaños al fisco acerca del valor de sus propiedades) y tratar de subvertir resultados electorales en Georgia en 2020.

Arrestado

Trump se entregó a las autoridades judiciales de Nueva York alrededor de la 1:23 de la tarde del martes 4 de abril. Un convoy de ocho camionetas negras acompañó el recorrido de casi ocho kilómetros de distancia que separan la Torre Trump, de donde partió, del edificio del tribunal de la Fiscalía de Manhattan donde se le esperaba en un ambiente de expectación por posibles disturbios que pudieran causar sus seguidores y detractores.

Durante su traslado al tribunal publicó en sus redes sociales: “Hacia el Bajo Manhattan, el Palacio de Justicia. Parece tan IRREAL - WOW, me van a ARRESTAR. No puedo creer que esto esté sucediendo en Estados Unidos”.

Acompañado por tres abogados y colaboradores Trump ingresó en el edificio judicial para entregarse. Como todo inculpado, proporcionó sus datos personales y le fueron tomadas sus huellas dactilares, pero no le fue tomado el retrato policial como establece el sistema penal de Nueva York en los procedimientos contra todos los acusados.

Después de comparecer ante el fiscal del caso, Alvin Bragg, el expresidente se dirigió al piso 15 del inmueble para la audiencia con el juez Juan Merchán para conocer los cargos en su contra.

Poco después de que el exmandatario ingresó a la sala para la histórica audiencia comenzaron a circular las primeras fotografías en que se ve a un Trump impávido —de gesto duro, pero sin poder ocultar el cansancio—, acompañado por sus abogados defensores; a sus espaldas varios policías de Nueva York lo custodian.

Contra lo que preveían expertos que sería un trámite breve, ya que en estas audiencias el juez pregunta al inculpado si enfrenta un proceso previo, si entiende lo que ocurre, le lee los cargos y pregunta si se declara inocente o culpable, la comparecencia de Trump se prolongó durante casi una hora.

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Conducta criminal

Los 34 cargos contra el exmandatario se centran en el pago de 130 mil dólares a la actriz porno Stormy Daniels, luego de que trascendió en su primera campaña presidencial que mantuvo con ella relaciones extramaritales hacía varios años, lo que afectaría sus aspiraciones electorales.

En la audiencia Trump escuchó los argumentos de los fiscales, quienes lo acusaron además de conducta criminal por falsificar registros contables de su compañía privada mientras intentaba encubrir sus intentos de influir ilegalmente en las elecciones de 2016, al organizar pagos que silenciaron señalamientos potencialmente dañinos para su candidatura.

“El acusado, Donald J. Trump, falsificó registros contables de Nueva York a fin de ocultar un plan ilícito para socavar la integridad de la elección presidencial de 2016 y otras violaciones a las leyes electorales”, declaró el asistente del fiscal de distrito, Christopher Conroy.

Durante la audiencia, el juez Merchán advirtió a Trump de abstenerse de incitar o provocar descontento civil durante la lectura de cargos, además de comentarle que podía ser retirado de la sala si se mostraba problemático.

El juez, calificado de estricto y apegado a la ley durante los procesos que preside, informó que no impondría una orden de silencio en ese momento, pero pidió a ambas partes abstenerse de comentarios que pudieran provocar descontento civil. El exmandatario, con rostro sombrío, habló unas cuantas veces para responder preguntas. Permaneció prácticamente inmóvil, con las manos entrelazadas, y miró al frente durante los procedimientos.

Una vez concluida la audiencia Trump salió del edificio sin responder las preguntas que le hicieron los reporteros que lo aguardaban para tratar de sacarle algunas palabras.

La próxima comparecencia del expresidente está programada para diciembre. Sus abogados defensores solicitaron que se le diera permiso de no acudir presencialmente a la audiencia debido a precauciones extraordinarias de seguridad.

Conspiración

El fiscal Bragg explicó en conferencia de prensa que el expresidente hizo declaraciones falsas para encubrir un delito, ante lo cual “no podemos y no vamos a normalizar la conducta criminal grave”.

Agregó que Trump conspiró para socavar las elecciones de 2016 mediante una serie de pagos de dinero por silencio, diseñados para apagar reclamos que podrían ser perjudiciales para su candidatura presidencial.

Explicó que después de reunir la evidencia necesaria presentó el caso y aseguró que la acusación no se trata sobre el pago de 130 mil dólares a Stormy Daniels sino sobre 34 falsedades de declaración.

La investigación gira en torno de los pagos hechos a dos mujeres —Daniels y la exmodelo de Playboy Karen McDougal— que dijeron haber tenido encuentros sexuales extramatrimoniales con él años antes, así como a un portero de la Torre Trump que afirmó tener una historia sobre un hijo que supuestamente el expresidente tuvo fuera del matrimonio.

Los cargos contra Trump se vinculan a una serie de cheques emitidos para Michael Cohen (su exabogado, actualmente preso por mentir ante la autoridad) para reembolsarle por su papel en los pagos a Daniels. La fiscalía asegura que la primera ocasión que Trump ordenó los pagos fue en otoño de 2015.

“Soy inocente”

A su regreso a su finca de Mar-a-Lago en Florida, Trump pronunció un discurso nocturno ante cientos de seguidores en el que proclamó su inocencia, arremetió contra la fiscalía, atacó al fiscal y al juez que preside el caso, a pesar de que horas antes fue advertido sobre la retórica incendiaria.

En una muestra de que otras investigaciones le pesan, Trump también dirigió su discurso hacia otra pesquisa del Departamento de Justicia sobre su manejo de documentos confidenciales. “Nunca pensé que podía pasar algo así en Estados Unidos”, dijo sobre su acusación en Nueva York. “Se emprendió este falso proceso solo para interferir con la próxima elección de 2024 y debería ser desestimado de inmediato”, acusó.

La comparecencia ante las autoridades judiciales fue utilizada por el expresidente republicano como un espectáculo mediático y electoral, lo que a decir de los analistas le permite, pese a todo, mantenerse como un fuerte aspirante a la candidatura presidencial de 2024.

Testimonio clave

Durante la tarde del miércoles 5, en Washington, trascendió que el exvicepresidente Mike Pence decidió no apelar la orden judicial que le solicita testificar en la investigación en torno de los cargos que se le imputan a su viejo compañero de fórmula en la carrera por la Casa Blanca, el expresidente Donald Trump. Ello significaría que está dispuesto a comparecer en las próximas semanas ante un Gran Jurado federal para hablar del caso.

Asediado

En momentos en que Donald Trump busca volver a la Casa Blanca en 2024, continúan las investigaciones en su contra relacionadas con su comportamiento en los dos comicios previos: fiscales en Atlanta y Washington analizan los intentos del exmandatario y sus aliados de revertir las elecciones de 2020, pesquisas que podrían producir más acusaciones.

En el caso de Nueva York, cada cargo de falsificación de registros contables (un delito grave) podría conllevar una pena de hasta cuatro años en prisión, aunque no está claro si un juez impondría alguna sentencia de cárcel en caso de que se le declare culpable.

Su próxima audiencia está programada para el 4 de diciembre — dos meses antes de que los republicanos inicien su proceso de nominación— y se prevé que Trump deba presentarse de nuevo en la corte.