Maputo, Mozambique, 8 de noviembre. Mozambique ha desplegado al ejército en las calles para mantener el orden tras semanas de protestas contra el partido gobernante, que ha sido acusado de manipular las elecciones del mes pasado para prolongar sus 49 años en el poder.
El portavoz de las fuerzas armadas de Mozambique, el general Omar Saranga, hizo el anuncio en una conferencia de prensa nocturna ayer, diciendo que el ejército ayudaría a la policía a mantener el orden. Los soldados ya habían sido desplegados cuando hizo el anuncio, dijo Saranga.
El país del sur de África, de 34 millones de habitantes, está en tensión; el palacio presidencial se encuentra bajo fuerte vigilancia y las fuerzas de seguridad patrullan constantemente las calles. Muchas personas se han encerrado en sus hogares.
“En momentos como este, con manifestaciones en varias regiones, nuestro papel también se extiende a apoyar a las fuerzas de seguridad para mantener el orden público y la paz”, señaló Saranga.
Ayer jueves, miles de manifestantes prendieron fogatas y bloquearon carreteras de Maputo, la capital, en la mayor manifestación desde las elecciones del 9 de octubre. La policía disparó gases lacrimógenos y balas de goma.
El candidato del partido gobernante Frelimo, Daniel Chapo, fue declarado ganador de las elecciones presidenciales hace dos semanas, continuando la dominancia del partido izquierdista en la política de Mozambique desde su independencia de Portugal en 1975.
Los partidos de oposición han acusado a Frelimo de rellenar urnas y otros fraudes electorales, mientras que observadores internacionales señalaron que hubo problemas con la votación y que ésta no fue libre ni justa. Se ha acusado frecuentemente a Frelimo de manipular las elecciones nacionales y locales para mantenerse en el poder. El Consejo Constitucional aún no ha validado los resultados de la elección, lo cual debe hacer para que sean reconocidos.
El actual presidente, Filipe Nyusi, de Frelimo, dejará el cargo después de cumplir los dos mandatos permitidos por la Constitución.
Las protestas comenzaron casi inmediatamente después de las elecciones, provocando la intervención de la policía. Grupos de derechos humanos han acusado a las autoridades policiales de disparar balas de verdad en manifestaciones pacíficas, y al menos 20 personas han sido asesinadas por las fuerzas de seguridad, según grupos internacionales. Grupos de derechos humanos de Mozambique afirman que el número de muertos es mucho mayor.
La ira también aumentó después de que dos importantes figuras de la oposición —un abogado y un portavoz del partido— fueran asesinadas por pistoleros no identificados, quienes los emboscaron en su automóvil y les dispararon al menos 25 tiros, según su partido.
La Comunidad de Desarrollo del África Austral ha convocado una cumbre especial para finales de este mes, en la que Mozambique encabezará la agenda. El vecino Sudáfrica ha cerrado su principal cruce fronterizo con ese país y ha aumentado la seguridad en su territorio.