Helsinki, Finlandia, 10 de noviembre. Dignatarios acudieron a dar el último adiós al fallecido Martti Ahtisaari en una ceremonia el viernes en la capital de Finlandia para el expresidente y premio Nobel de la Paz que ayudó a facilitar acuerdos de paz en los países de muchos de los dolientes.
Ahtisaari murió el 16 de octubre a los 86 años.
Más de 800 dignatarios e invitados, entre ellos la presidenta de Kosovo Vjosa Osmani, el presidente de Namibia Hage Geingob, el expresidente de Tanzania Jakaya Kikwete y exmandatarios de Indonesia y de su movimiento rebelde Aceh Libre, asistieron a la ceremonia en la Catedral de Helsinki. Entre los invitados también estuvieron el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia y la expresidenta de Irlanda Mary Robinson.
“Era un gran finlandés, un premio Nobel de la Paz. Dejó su propia huella tanto en la historia finlandesa como en la historia internacional”, sostuvo el actual presidente finlandés Sauli Niinistö en su panegírico.
“El trabajo que el presidente Ahtisaari hizo en Indonesia, Kosovo, Namibia y muchos otros lugares ha dejado su huella en las vidas de numerosas personas”, dijo al final de la ceremonia en la iglesia, que incluyó la colocación de ofrendas florales y música del compositor clásico más famoso de Finlandia, Jean Sibelius.
Entre sus logros más notables, Ahtisaari ayudó a lograr acuerdos de paz asociados a la retirada Serbia de Kosovo a finales de la década de 1990, la lucha de Namibia por la independencia en la década de 1980 y la autonomía de la provincia indonesia de Aceh en 2005. También participó en el proceso de paz de Irlanda del Norte a finales de la década de 1990, encargado de supervisar el desarme del grupo terrorista IRA.
Cuando el Comité noruego del Nobel de la Paz escogió a Ahtisaari en octubre de 2008 le reconoció “por sus importantes esfuerzos, en varios continentes y durante más de tres décadas, por resolver conflictos internacionales”.
Ahtisaari, que fue presidente del país nórdico durante un mandato de seis años —de 1994 a 2000— fundó más tarde la Iniciativa de Gestión de Crisis, con sede en Helsinki y que aspira a prevenir y resolver conflictos violentos a través de la mediación y el diálogo informal.
En 2021 se anunció que el expresidente sufría Alzheimer en una fase avanzada.
Después de la misa, los soldados llevaron el ataúd a un coche fúnebre mientras una banda militar tocaba una marcha fúnebre frente a la catedral neoclásica con su distintiva cúpula alta y verde y cuatro cúpulas más pequeñas.
La bandera finlandesa, una cruz azul sobre fondo blanco, ondeaba el viernes a media asta en toda la capital. Las campanas de las iglesias sonaron en todo el país nórdico en memoria del estadista finlandés el viernes por la tarde.