Dan aprobación inicial a ley de muerte asistida en Inglaterra

Los miembros del Parlamento votaron 330 a 275

Redacción
Internacional
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Foto: AP

Londres, Inglaterra, 29 de noviembre. Legisladores británicos dieron la aprobación inicial a un proyecto de ley para ayudar a los adultos con enfermedades terminales a poner fin a sus vidas en Inglaterra y Gales.

Tras un apasionado debate, los miembros del Parlamento aprobaron el llamado proyecto de ley de muerte asistida por una votación de 330 a 275.

La votación indica que los legisladores han aprobado en principio el proyecto de ley, que será enviado para un escrutinio más detallado en el Parlamento. Una legislación similar no logró pasar esa importante primera prueba en 2015.

La votación se produjo después de horas de debate —exaltado en ocasiones— donde se tocaron temas de ética, duelo, ley, fe, crimen y dinero. Cientos de personas a favor y en contra se reunieron fuera del Parlamento.

Los partidarios manifestaron que la ley daría dignidad a los moribundos y evitaría sufrimientos innecesarios, al tiempo que garantizaría la existencia de suficientes salvaguardias para evitar que quienes están cerca del final de su vida sean coaccionados para acabar con ella. Los opositores opinaron que pondría en riesgo a las personas vulnerables, que pueden ser coaccionadas, directa o indirectamente, para terminar sus vidas y no convertirse en una carga.

Los defensores del proyecto de ley contaron historias desgarradoras sobre electores y familiares que sufrieron en los últimos meses de sus vidas, y personas moribundas que se suicidaron en secreto porque actualmente es un delito que alguien brinde asistencia.

“Seamos claros, no hablamos de una elección entre la vida y la muerte; hablamos de dar a las personas moribundas una elección sobre cómo morir”, dijo la principal proponente del proyecto de ley, Kim Leadbeater, en el discurso de apertura ante una Cámara llena.

Admitió que no es una decisión fácil para los legisladores, pero que “si alguno de nosotros quisiera una vida fácil, está en el lugar equivocado”.

En esencia, el proyecto de ley permitiría que los adultos mayores de 18 años con una esperanza de vida de menos de seis meses soliciten y reciban ayuda para poner fin a su vida, sujeto a salvaguardias y protecciones. Deberían ser capaces de tomar ellos mismos los medicamentos fatales.