La Habana, 22 de octubre. Luego de cuatro jornadas que siguieron al colapso del sistema energético nacional, agravado por el paso de un ciclón, Cuba amanece con mejor cobertura eléctrica. Aunque se espera una mejoría en las próximas horas, las autoridades señalaron que la debilidad del sistema está lejos de solucionarse.
Según informes del Ministerio de Energía y Minas y la Unión Nacional Eléctrica —que controla el sistema—, dieron a conocer que en la mañana del martes el 70 % de los clientes del país cuenta con el servicio y más del 95 % en las provincias de Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque y La Habana; así como en el oriente en Las Tunas y Holguín.
Hay zonas de menor disponibilidad como Santiago y Guantánamo, que se vieron afectadas por el paso del ciclón Oscar –luego degradado a tormenta tropical—. Mismo que dejó seis muertos además de destrucción de infraestructura e inundaciones.
En total se estaban generando unos 1.400 megavatios, indicaron las autoridades. Los requerimientos de Cuba para una jornada oscilan entre los 2 000 y los 3 000 megavatios en los horarios pico.
El presidente de la isla, Miguel Díaz-Canel, indicó el lunes por la noche que en “las próximas horas” se superaría la caída del sistema energético nacional, pero aclaró que los apagones subsistirán.
En la mañana del martes, las calles de La Habana permanecían tranquilas y no se confirmaron nuevas protestas como las del lunes por la noche. Había transporte público, algunas tiendas abiertas y operaban los servicios esenciales como la salud.
La tensa situación energética está condicionada por un pequeño aumento de la demanda, pero sobre todo por la falta de combustible para alimentar las plantas de generación y las frecuentes averías en las viejas centrales termoeléctricas. Estos dos últimos factores están ocasionados por las duras sanciones de Estados Unidos que le impiden a Cuba comprar crudo o sus derivados o adquirir las piezas de repuesto.