La Habana, Cuba, 7 de noviembre. Mientras el huracán Rafael se alejaba de Cuba adentrándose en el Golfo de México, la isla buscaba recuperarse de su paso por el occidente; el evento ocasionó un apagón nacional que se mantiene en gran parte del país.
La capital, una de las zonas más afectadas por los vientos y aguaceros de Rafael, amaneció con un cielo nuboso pero pocas lluvias, tras una madrugada de fuertes ráfagas que lo sacudían todo. Mientras, se dejó ver un escenario de árboles caídos, postes eléctricos por el piso y algunos derrumbes.
“Se cayó toda la pared frontal del edifico, la que da a la calle”, dijo con tono afligido a la agencia AP, José Ignacio Dimas, un residente de Centro Habana que llegó en la mañana del jueves a su hogar, luego de trabajar toda la noche en una guardia en la Universidad, para encontrarse con la sorpresa. “Estaba muy mal la construcción se filtraba agua, yo me temía que este desastre pasaría algún día”, lamentó.
Dimas —quien vive solo—, señaló que en el barrio le comentaron que sus vecinos, tres adultos y dos niños, fueron evacuados, pero no sabe a dónde, y los teléfonos no funcionaban.
La preocupación de las autoridades y los ciudadanos en torno a La Habana obedecen al deteriorado fondo habitacional en lugares como La Habana Vieja y Centro Habana.
La víspera, el gobierno informó que unas 50 mil personas habían sido protegidas en La Habana, unas 13 mil en Villa Clara y otros miles en Sancti Spíritus, Mayabeque, Artemisa, la Isla de la Juventud y Pinar del Río. Todos, habitantes de zonas bajas con peligro de inundación, o porque sus casas estaban en mal estado.
Hasta ahora no se han reportado heridos ni fallecidos.
La carretera de La Habana a Batabanó, al sur de Cuba, estaba prácticamente intransitable el jueves, con decenas de postes y el tendido eléctrico por el piso, constató la AP.
Rafael tocó tierra como un huracán categoría 3 alrededor de las 4:20 de la tarde del miércoles, hora local, cerca de Playa Majana, y el vórtice de la tormenta salió de la isla dos horas después por Bahía Cabañas, ambas localidades en la provincia de Artemisa.
Poco antes incluso de tocar tierra, ante los aproximación de Rafael con sus fuertes vientos, la Unión Eléctrica (UNE) informó de una desconexión del sistema energético nacional que dejó sin servicio eléctrico a toda la isla desde el occidente —por donde pasó al ciclón— hasta el oriente.
El paso del ciclón Rafael se suma a otros problemas que sufre Cuba desde lo económico a lo social. Precisamente hace dos semanas sufrió el embate de otro ciclón, Oscar, esta vez por el oriente del país y que dejó ocho muertos y cuantiosos daños materiales en viales, infraestructura y cosechas.
En ese momento se produjo otro colapso por desconexión del sistema energético nacional –un apagón total—esta vez debido a la carencia de combustible y a la avería de una central termoeléctrica. Las autoridades reconocieron la fragilidad de la red.