COP28: AHORA O NUNCA, ACCIÓN POR EL CLIMA

“Las discusiones se complican en lo relativo a los combustibles fósiles”.

Martha Mejía
Internacional
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COP28
Mahmoud Khaled/COP28 / Mahmoud Khaled

Los negociadores trabajan en el “balance mundial”, documento que evalúa los avances en materia de cambio climático para evitar que se supere el calentamiento global a 1.5° Centígrados.

El escenario para hablar del cambio climático no podía ser más incendiario: el total de CO2 emitido a la atmósfera, lejos de reducirse, obtiene un nuevo récord en 2023 con 40 mil 900 millones de toneladas.

Con esta noticia arrancó la vigésimo octava Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, mejor conocida como COP28.

Desde el 30 de noviembre —y hasta el 12 de diciembre— desfilan por Dubái desde reyes, pasando por presidentes y primeros ministros, hasta líderes y activistas medioambientales para dejar muy clara sus posiciones sobre los estragos que las elevadas temperaturas provocan en la vida de los seres humanos y en el planeta mismo.

“Vivimos el colapso climático en tiempo real. Este año las comunidades de todo el mundo han sido golpeadas por incendios, inundaciones y temperaturas abrasadoras; el impacto es devastador; el calentamiento global es de récord; debería provocar escalofríos en los líderes mundiales. Y debería obligarlos a actuar”, declaró el secretario general de la ONU, António Guterres, a los delegados de esta COP.

De acuerdo con el informe sobre el estado del clima que elaboró la Organización Meteorológica Mundial (OMM), 2023 es hasta el momento el año más caluroso jamás registrado en la historia de la humanidad.

El titular de Naciones Unidas habló de “devastación” y “desesperación”, mientras señaló que a finales de octubre pasado los datos del clima mostraron un calentamiento global de 1.4° Centígrados por encima de los niveles preindustriales, impulsado sobre todo por el continuo aumento de las emisiones de carbono procedentes de la quema de combustibles fósiles y por el regreso del patrón climático de El Niño.

“Es probable que este último convierta a 2024 en otro año récord y acerque aún más el límite acordado internacionalmente de llegar a 1.5° C”, advirtió Guterres.

Claroscuros

La COP28 comenzó con una buena noticia: la operacionalización del Mecanismo de Pérdidas y Daños, que busca canalizar fondos hacia los países en desarrollo que están siendo impactados por eventos climáticos extremos.

“Se estableció al Banco Mundial como la entidad interina para administrar por cuatro años estos fondos y se hicieron las primeras promesas para dotarlo de recursos, todavía escasos, pero por lo menos hubo voluntad de primeras promesas, alcanzando alrededor de 620 millones de dólares”, indicó Manuel Pulgar-Vidal, líder de Clima y Energía de WWF.

Cerca del cierre de la primera semana se conoció un segundo borrador del primer balance mundial (Global Stocktake-GST) de emisiones, con temas aún no resueltos o insuficientes. “Hay algunas señales positivas, por ejemplo, en mitigación, para la salida de los combustibles fósiles, que es lo que creemos va a medir el éxito de esta COP. Una declaración política clara de salir de los combustibles fósiles puede darle a la economía la señal correcta. También el compromiso de triplicar las instalaciones de energías renovables y duplicar la eficiencia energética”, mencionó el representante de WWF, detallando que este segundo borrador incluye algunos contenidos de adaptación, así como pérdidas y daños, financiamiento, herramientas o formas de implementación y el rol de la naturaleza en el Balance Global.

“Este texto de negociación ya se puso en manos de la presidencia de la COP, la cual se reinicia en la siguiente semana de negociaciones. Vamos a ver la capacidad del presidente para construir, con base en confianza, el consenso necesario para adoptar una decisión final”, agregó.

Fósiles

El informe anual Global Carbon Budget publicado por Global Carbon Project, durante la COP28, reveló que el total de CO2 emitido a la atmósfera, lejos de reducirse, obtiene un nuevo récord en 2023 con 40 mil 900 millones de toneladas.

Deja además al descubierto que las políticas de descarbonización no son homogéneas a nivel global, porque el grado de compromiso adquirido depende de cambios en las políticas públicas y del financiamiento a la transición ecológica. Así, mientras Europa y Estados Unidos presentan reducciones en sus emisiones fósiles, en general estas siguen aumentando en el mundo.

Algunos hallazgos clave de este estudio incluyen que aproximadamente la mitad de todo el CO2 emitido sigue siendo absorbido por los “sumideros” terrestres y oceánicos, mientras el resto permanece en la atmósfera, donde provoca el cambio climático; además de que las emisiones globales de CO2 procedentes de los incendios en 2023 han sido mayores que la media (según registros satelitales desde 2003) debido a una temporada extrema de incendios forestales en Canadá, donde las emisiones fueron de seis a ocho veces más altas que el promedio.

Otro dato relevante es que los niveles actuales de eliminación de dióxido de carbono mediante tecnología (es decir, excluyendo los medios con base en la naturaleza, como la reforestación) ascienden a aproximadamente 0.01 millones de toneladas de CO2, es decir, más de un millón de veces menos que las actuales emisiones fósiles de CO2.

Lo que es un hecho es que la descarbonización no va con la rapidez deseada y el propio titular de la ONU dijo en Dubái que el mundo intenta salvar un planeta en llamas con una manguera de combustibles fósiles.

Tampoco ha gustado que el empresario petrolero Al Jaber haya sido nombrado presidente de la COP28 mientras se insiste por parte de los científicos en la urgencia de acelerar la transición de las energías fósiles por energías renovables y limpias.

Voces por el clima

Durante la primera semana de este foro mundial fue el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien criticó en todos los tonos el efecto de las guerras: “¿Cuántas toneladas de carbono emiten los misiles que cruzan el cielo y caen sobre civiles inocentes, especialmente niños y mujeres hambrientos?”

Recordó que el año pasado el mundo gastó en armas más de dos mil millones de dólares que, remarcó, podrían utilizarse para financiar la transición ecológica en países con problemas de presupuesto.

Otros líderes manifestaron su pesar por la lentitud y falta de compromiso real, porque a pesar de los efectos reales del cambio climático hay una corriente que lo niega.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, esgrimió que la cooperación internacional es clave para frenar el alza de las temperaturas. Pidió reforzar los mecanismos de cooperación para descarbonizar lo más pronto posible a todas las economías. La UE tiene como objetivo una política de reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en al menos 55% antes de 2030.

Por su lado, el mandatario egipcio, Abdelfatah el-Sisi, condenó cualquier acto unilateral en aras de buscar el fracaso de la COP28: “Hago un llamado a todas las partes a que den apoyo pleno a Emiratos Árabes Unidos por la polémica de acoger esta conferencia al ser un productor de petróleo”.

Por India, uno de los países más contaminantes del mundo, habló su primer ministro, Narendra Modi, quien puso sobre la mesa su iniciativa de los llamados créditos verdes.

De dinero habló también Giorgia Meloni, la primera ministra italiana, quien anunció que destinará 100 millones de euros para el cumplimiento de acelerar la descarbonización.

Y el presidente de España, Pedro Sánchez, dijo que aportará 20 millones de euros para el nuevo fondo de pérdidas y daños que se aprobó en la Cumbre del Clima en Dubái.

Un fondo al que aspira a acceder Mozambique, cuyo presidente, Filipe Nyusi, declaró que su país emite 0.5% de los gases contaminantes, pero es de los más afectados por los estragos del cambio climático.

América Latina

En cuanto a Latinoamérica, Manuel Pulgar-Vidal, de WWF, hizo hincapié en que sigue siendo una región fragmentada en términos de negociación climática, donde no ha podido establecer una agenda común. “América Latina debe entender que este proceso está definiendo las nuevas reglas para una economía que empezó a cambiar, porque incorpora la variable climática. Si la región no logra entender esto nos va a castigar el Acuerdo de París, nos castigará la propia economía y quedará atrás en nuevas tecnologías, en innovación, investigación, desarrollo y muchos otros avances que ya se dan en otras regiones del mundo”, dijo.

“La región debe seguir de cerca este debate; se nos viene en dos años la COP30 en Brasil, que debe ser el momento en que América Latina debe mostrarse unida, consolidar una agenda y lanzar un nuevo impulso para la próxima década del Acuerdo de París, que celebrará sus diez años y queremos darle un nuevo impulso”, puntualizó.

Durante la COP28 México se sumó a las 118 naciones que se han comprometido a triplicar la capacidad mundial de energías renovables para 2030. Los países firmantes trabajarán juntos para incrementar la capacidad global de generación de energía renovable hasta los once mil GW para finales de esta década.

Avances

Luego de una primera semana de reflectores y visitas oficiales, las discusiones se complican especialmente en lo relativo para pedir la posible eliminación progresiva de los combustibles fósiles.

De acuerdo con los especialistas cualquier propuesta en este sentido podría provocar la molestia de Arabia Saudita, un importante productor de petróleo. Emiratos también planea impulsar su producción de crudo de cuatro a cinco millones de barriles diarios para aprovechar el mercado de los combustibles fósiles antes de que los países abandonen su uso.

En este sentido, el secretario ejecutivo de la ONU para el Cambio Climático, Simon Stiell, volvió a subrayar el reto que se avecina si no se limitan las emisiones y dijo que el deshielo de los casquetes polares causará inundaciones catastróficas en ciudades costeras en todo el planeta.

“Si superamos esos umbrales clave, nunca podemos volver atrás desde la perspectiva del planeta”, indicó.

Los negociadores trabajan esta semana en la finalización de un documento clave denominado “balance mundial”, que evalúa los avances en materia de cambio climático desde el Acuerdo de París de 2015 y el trabajo que queda por hacer para evitar que se supere el objetivo de limitar el calentamiento global a 1.5° C en comparación con la época preindustrial.

Ahora es el turno de que los funcionarios negocien sobre cómo debe ser el futuro y si debe haber un compromiso para eliminar progresivamente las energías fósiles —como piden los activistas climáticos, muchos expertos y algunas naciones— o si se impondrán medidas más suaves. (Con información de Claudia Luna Palencia, corresponsal en Madrid, España)