Colombia ha sumado a su historia una decisión trascendental: la eliminación de todas las formas de uniones tempranas en las cuales uno o ambos contrayentes o compañeros sean menores de 18 años.
El Congreso de la República aprobó recientemente, luego de varios intentos fallidos, un proyecto de ley que modifica un artículo del Código Civil que permitía a los mayores de 14 años contraer matrimonio con el permiso de sus padres.
La norma estaba vigente desde 1887, un reflejo del arraigo de una práctica que ha vulnerado los derechos de niñas, niños y adolescentes. En el país suramericano, una de cadacinco adolescentes está unida y una de cada 10 niñas entre los 10 y 14 años vive en esas condiciones, según estudios del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia ( UNICEF ).
La aprobación de la ley que prohíbe el matrimonio infantil y las uniones maritales de hecho con o entre menores de edad se abrió camino con el apoyo de congresistas de diferentes corrientes políticas.
Ahora solo falta la sanción presidencial para que entre en vigencia. “Esta aprobación ha sido posible porque hemos reunido el consenso de todos los partidos políticos. No solo implica la prohibición, sino una política pública robusta que permita cambiar las costumbres y generar una conciencia en la población sobre el daño grande que se les hace a niñas, niños y adolescentes con los matrimonios y uniones”, destacó la senadora ponente Clara López.
Un avance por los derechos de niñas, niños y adolescentes
Con esta determinación, Colombia da un paso decisivo hacia la protección de los derechos infantiles y el cumplimiento de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible
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Concretamente, el Objetivo número 5, que apunta a lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas, y contempla eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado, y la mutilación genital femenina, al año 2030.
Bibiana Aido Almagro, representante de ONU Mujeres en Colombia, reconoció el avance que supone la prohibición para evitar violaciones a los derechos humanos de mujeres y niñas.
“Desde ONU Mujeres queremos felicitar a Colombia por la magnífica noticia de la aprobación del proyecto de ley que elimina el matrimonio infantil, las uniones maritales de hecho y las uniones tempranas y forzosas. Estas prácticas afectan gravemente los derechos a la vida, la salud, la educación y la integridad de mujeres y niñas e impacta negativamente su desarrollo. Las niñas no se tocan”, afirmó.
Romper círculos de pobreza
Por su parte, Andrea Tague Montaña, oficial de género y desarrollo de UNICEF en Colombia, explica que esta excepción es una de las medidas que más favorece el futuro de niños y niñas.
“Los matrimonios infantiles y las uniones tempranas son comprendidas como prácticas nocivas que no solamente implican violencias de género, sino la vulneración de múltiples derechos que hacen que, especialmente las niñas, entren en círculos de pobreza. Refuerzan la discriminación y la idea de que lo mejor que les puede pasar a como único destino es casarse y tener hijos”, asegura la oficial.
Los matrimonios infantiles y uniones tempranas limitan el empoderamiento económico en la transición a la vida adulta, la autonomía e independencia, de acuerdo con UNICEF.
Tague advierte que, al entrar en una relación de poder desigual con parejas entre seis y diez años mayores, las niñas tienen pocas oportunidades para decidir si quieren tener relaciones sexuales o no, cuántos hijos quisieran tener o cuál es la vida que quieren llevar.
“Entran a escenarios donde, en muchos casos, empiezan a cumplir roles de mujeres adultas. Por ejemplo, el trabajo infantil, doméstico y de cuidado es su labor casi que diaria. Son niñas que dejan de estudiar, que pierden sus derechos por entrar en una unión temprana. Es importante hacer un llamado a la sociedad para no seguir normalizando las uniones tempranas, eso es vulneración de derechos. Las niñas no dejan de ser niñas por estar viviendo con un señor”, agrega la oficial de UNICEF.