Bruselas, Bélgica, 15 de diciembre. Al tiempo que el número de muertes de civiles en Gaza aumenta, varios líderes de la Unión Europea (UE) intentaron este día aprovechar la creciente preocupación por la ofensiva militar de Israel contra Hamás para convencer a sus socios de unirse en torno a un llamado conjunto a un alto el fuego.
“Realmente es necesario poner fin a la matanza de civiles inocentes”, afirmó el primer ministro belga Alexander De Croo. Señaló que la UE debe unirse “si queremos desempeñar un papel serio en ese conflicto, y creo que tenemos que hacerlo porque asumiremos las consecuencias si las cosas avanzan en la mala dirección”.
Más de 18 mil 700 palestinos han muerto hasta ahora, según el Ministerio de Salud en el territorio controlado por Hamás, que no diferencia entre muertes de civiles y combatientes, desde que Hamás irrumpió en el sur de Israel el 7 de octubre.
Hamás mató a unas mil 200 personas, en su mayoría civiles, y tomó unos 240 rehenes.
La UE es el mayor proveedor mundial de ayuda a los palestinos y ha estado tratando de usar su influencia diplomática como bloque de 27 naciones para alentar medidas de paz. Pero a pesar de ser el mayor socio comercial de Israel, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ha ignorado en gran medida a la UE.
Más allá de esto, los miembros han estado divididos desde hace mucho tiempo sobre Israel y los palestinos. Austria y Alemania se encuentran entre los partidarios más abiertos de Israel. Sus mandatarios fueron a Israel para mostrar solidaridad tras el ataque. España e Irlanda se suelen centrar en la difícil situación del pueblo palestino.
Hamás, por su parte, está en la lista de grupos terroristas de la UE.
Desde su ataque, el bloque ha luchado por lograr un equilibrio entre condenar los ataques de Hamás, apoyar el derecho de Israel a defenderse y garantizar que los derechos de los civiles de ambos lados estén protegidos por el derecho internacional.
El martes en Naciones Unidas, un número cada vez mayor de miembros de la UE votaron a favor de una resolución que pide un alto el fuego —un total de 17— y menos se abstuvieron. Aun así, Austria y la República Checa votaron en contra.
“Ahora tenemos una clara mayoría de países aquí en la Unión Europea que piden un alto el fuego. Creo que esa es también la opinión de los pueblos de Europa”, subrayó el primer ministro irlandés Leo Varadkar. “No hay posible justificación o excusa para lo que está sucediendo allí".
Pero el primer ministro estonio Kaja Kallas fue menos categórico.
“En (la) ONU no estábamos unidos como Unión Europea. Pero escucharemos las preocupaciones y, como siempre hacemos, intentaremos llegar a acuerdos”, dijo a los periodistas en la cumbre de la UE en Bruselas.
La UE está más unida en torno a lo que debería suceder una vez que los combates cesen definitivamente.
Consciente de que el resentimiento y el conflicto en el Medio Oriente y las regiones del Golfo han sido avivados por décadas de tensiones entre israelíes y palestinos, el bloque está explorando formas de hacer realidad un ideal de la UE de larga data: Dos Estados que vivan pacíficamente uno al lado del otro.
Durante años, la UE ha tratado de promover la idea de un Estado israelí y otro palestino con fronteras establecidas en su mayor parte como estaban en 1967, antes que Israel capturara y ocupara Cisjordania y Gaza, con algunos intercambios de tierras acordados entre ellos. Ambos tendrían a Jerusalén como capital compartida.
Altos funcionarios de la UE admiten que sus esfuerzos internacionales de paz hasta ahora no han sido efectivos. Esta es la quinta guerra entre Israel y Hamás, y el número de muertes en Gaza supera con creces la cifra combinada de los muertos en las cuatro anteriores, que se estima en alrededor de cuatro mil.
Un documento de debate interno sobre el camino a seguir —un texto al que tuvo acceso la agencia The Associated Press— insiste que la UE debe desarrollar un “enfoque integral”. Los funcionarios creen que un enfoque de “toda Palestina” que incluya a Gaza como parte de un futuro Estado palestino sigue siendo la opción más viable.
La capacidad de la Autoridad Palestina, que gobierna Cisjordania pero no Gaza, es “de fundamental importancia para la viabilidad y legitimidad” de una solución de dos Estados. Señaló que los Estados árabes sólo se involucrarán si sus esfuerzos conducen a “un proceso de paz genuino que resulte en la solución de dos Estados”.
Los esfuerzos de la UE, según el documento, deberían centrarse en el apoyo a una conferencia internacional, “no sólo como un evento singular sino como parte de un plan de proceso de paz”. Los ministros de Asuntos Exteriores israelíes y palestinos deberían ser invitados por separado a las reuniones de la UE “para mantener el diálogo con ambos”.
Pero en la región, hablar de una solución de dos Estados evoca imágenes de año