Washington, Estados Unidos, 29 de julio. El presidente Joe Biden reveló una propuesta largamente esperada para realizar cambios en la Corte Suprema de Estados Unidos, en la que pide al Congreso que establezca límites de mandato y un código de ética ejecutable para los nueve jueces de la corte. También presiona a los legisladores para ratificar una enmienda constitucional que limite la inmunidad presidencial.
La Casa Blanca detalló los contornos de la propuesta judicial de Biden, que parece tener pocas posibilidades de ser aprobada por un Congreso estrechamente dividido a solo 99 días de la jornada electoral.
Aun así, los demócratas esperan que ayude a centrar la atención de los votantes para considerar sus opciones en una elección reñida. La virtual candidata demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, quien ha tratado de enmarcar su carrera contra el expresidente republicano Donald Trump como “una elección entre la libertad y el caos”, dijo que la imparcialidad de la corte ha sido puesta en duda tras decisiones recientes.
La Casa Blanca trata de aprovechar la creciente indignación entre los demócratas sobre el tribunal máximo, el cual tiene una mayoría conservadora de 6-3 y ha emitido opiniones que anularon decisiones históricas sobre el derecho al aborto y los poderes regulatorios federales que habían estado vigentes durante décadas.
Los liberales también han expresado su consternación por revelaciones sobre lo que dicen son relaciones y decisiones cuestionables de algunos miembros del ala conservadora de la corte que sugieren que su imparcialidad está comprometida.
“Tengo un gran respeto por nuestras instituciones y la separación de poderes”, argumenta Biden en un artículo de opinión del periódico The Washington Post publicado hoy. “Lo que está sucediendo ahora no es normal y socava la confianza del público en las decisiones de la corte, incluidas las que afectan las libertades personales. Ahora estamos en un punto de ruptura”.
Harris emitió más tarde una declaración en la que dice que el pueblo estadunidense debe tener confianza en la Corte Suprema, que ahora plagada de escándalos éticos y decisiones que revocan precedentes establecidos desde hace mucho tiempo. Agrega que las reformas propuestas “ayudarán a restaurar la confianza en la Corte, fortalecerán nuestra democracia y garantizarán que nadie esté por encima de la ley”.
El presidente planea hablar sobre su propuesta más tarde el lunes durante un discurso en la Biblioteca Presidencial LBJ en Austin, Texas, para conmemorar el 60 aniversario de la Ley de Derechos Civiles.
Biden pide que se eliminen los nombramientos vitalicios para el tribunal máximo. Dice que el Congreso debería aprobar una legislación para establecer un sistema en el que el presidente en funciones designe a un juez cada dos años para que pase 18 años en servicio en la corte. Sostiene que los límites de mandato ayudarían a garantizar que la membresía de la corte cambie con cierta regularidad y agrega una medida de previsibilidad al proceso de nominación.
También quiere que el Congreso apruebe una legislación que establezca un código de ética judicial que requiera que los jueces revelen los obsequios que reciben, se abstengan de la actividad política pública y se recusen de los casos en los que ellos o sus cónyuges tengan conflictos de intereses financieros o de otro tipo.
Biden también pide al Congreso que apruebe una enmienda constitucional que revierta el reciente fallo histórico de la Corte Suprema sobre inmunidad que determinó que los expresidentes tienen amplia inmunidad de enjuiciamiento.