BIDEN INTENTA DETENER UNA GUERRA EN ORIENTE MEDIO

“Queremos una investigación independiente y que dejen de bombardear a la población”.

Claudia Luna Palencia
Internacional
BIDEN GUERRA ORIENTE MEDIO

El secretario general de la ONU, António Guterres, llama a la comunidad internacional a brindar atención a la población civil.

Desde la invasión de Rusia a Ucrania, el 24 de febrero del año pasado, todo ha empezado a empeorar en la aldea global. Fuerzas oscuras han agitado el avispero mundial y los conflictos enquistados están convirtiéndose en nuevas guerras: por ejemplo, en Europa se teme una inminente confrontación bélica entre Armenia y Azerbaiyán.

Todos son conflictos que terminan salpicando entre sí las posturas discordantes sostenidas por las grandes potencias del momento: Estados Unidos, China y Rusia.

Responsabilidad

El viaje relámpago del presidente estadunidense Joe Biden a Tel Aviv, con la intención posterior de reunirse en Ammán con los líderes de Jordania, Egipto y el gobierno autónomo de Palestina, sufrió un serio revés tras el inminente anuncio de su cancelación como muestra de indignación y repudio al bombardeo del Hospital Bautista Al-Ahli, en el que murieron centenares de personas (muchas de ellas ya heridas), sus familiares y otras que habían ido a refugiarse pensando que las infraestructuras hospitalarias serían seguras ante los bombardeos sufridos por parte del ejército israelí, desde el 7 de octubre, como respuesta a las atrocidades cometidas por Hamás en territorio israelí.

Hasta el cierre de esta edición sigue sin aclararse la responsabilidad del ataque al nosocomio, entre reproches de uno y de otro bando, y cada uno con su propio relato. Tanto Reino Unido como Francia señalan que consultarán a sus respectivos servicios de inteligencia mientras el rey de Jordania, Abdalá II bin Al Hussein, declaró a los medios de comunicación jordanos que nadie en Oriente Medio cree la versión de Israel de que el misil fue lanzado por la Yihad Palestina en dicho hospital.

“El primer ministro Netanyahu y sus oficiales de Defensa llevan días diciendo a la población de Gaza que evacúen el norte y el centro para reubicarlos en el sur. No sabemos cuál es la intención real, quizá ocupar la Franja, pero hay gente que no quiere dejar sus casas, mientras que algunos heridos ni siquiera pueden trasladarse. Es una misión titánica. Y como no se pueden evacuar alguien los está matando”, señaló el monarca jordano en medio de su evidente molestia.

Horas después, su ministro de Exteriores, Ayman Safadi, dijo en directo a CNN que nadie en la región, ni siquiera el mundo entero, cree a Netanyahu, ni al presidente Biden “por más que lo repitan”. “Queremos una investigación independiente y que dejen de bombardear a la población. Están matando niños, hay cientos de ellos bajo los escombros”.

En la postura de Biden nada tiene que ver Israel: “Tengo información de que este ataque lo hizo el otro equipo”, según lo externó ante la prensa, acompañado por Netanyahu. Y hasta llegó a citar a sus servicios de inteligencia militar al reiterar que se lo han confirmado una y otra vez.

Mark Regev, consejero principal de Netanyahu, negó que el misil que destruyó el hospital con civiles heridos y sus familiares fuese de autoría israelí. Así lo dijo en vivo en una entrevista para CNN: “Hay que tener cuidado con lo que Hamás quiere que el mundo crea: esa gente son terroristas que utilizan a la población palestina de Gaza como su muro de protección para cometer sus atrocidades y sin miramientos son capaces de todo”.

Cuestionado por la política de bloqueo aplicada por el gobierno de Netanyahu contra más de dos millones de palestinos atrapados en la Franja de Gaza (ya superaron los doce días sin agua, luz, comida, ni gas) y bajo el asedio de las bombas que están destruyendo edificios habitacionales, Regev señaló que entendía el sufrimiento de los palestinos pero que Israel, en esta ocasión, procederá a limpiar Gaza de la presencia de Hamás.

“Nosotros lo tenemos muy claro: vamos a entrar a Gaza y sabemos que morirán muchos civiles, por eso hemos pedido que se desplacen hacia el sur porque la lucha urbana será larga, pero vamos a liberar a nuestros rehenes y a destrozar a Hamás; a destruir sus túneles y su capacidad operativa”, afirmó Regev.

Gaza en manos de Hamás

Hamás gobierna en la Franja de Gaza, que cuenta con 51 kilómetros de frontera con Israel y de 11 kilómetros con Egipto y 40 kilómetros de costa en el mar Mediterráneo. Llegó al poder en las elecciones parlamentarias de 2006 y en 2007 expulsó del gobierno a Fatah. Desde Cisjordania, Mahmoud Abbas, el presidente de Palestina (y líder de Fatah), ha desconocido al grupo terrorista.

El propio Abbas denunció, una y otra vez, que fuerzas israelíes financiaron y alentaron a Hamás para gobernar la Franja de Gaza con la finalidad de evitar un gobierno de unidad que presionase a la comunidad internacional por el reconocimiento del Estado Palestino y la solución de los Dos Estados, que a su vez daría al propio Estado Palestino el lugar de Jerusalén Este, como su capital, quizá el tema más complicado, un obstáculo insalvable entre ambas partes, de negociación.

Abbas rompió con Hamás y se deslindó de todas sus actuaciones mientras varios gobiernos del mundo señalaban a Hamás como una entidad terrorista, cuyas políticas y actuaciones habrían contribuido a la radicalización de un sector de los palestinos. De hecho, Egipto, Arabia Saudita y Jordania solo reconocen al gobierno de Abbas en Cisjordania y no a Hamás, en la Franja de Gaza.

En los casi 20 años de régimen de Hamás las condiciones de vida de los palestinos gazatíes sufrieron un visible deterioro: más de 50% de la población vive por debajo de los umbrales de pobreza. Además, el control de Israel sobre los recursos y suministros de la Franja, así como los pasos fronterizos para la circulación de las mercancías, ha agravado la economía de esa región.

El primer ministro Netanyahu habla de destruir los túneles construidos por Hamás en los que se cree están retenidos casi 200 rehenes, tanto israelíes como de otras 33 nacionalidades, capturados por los milicianos de Hamás durante la operación terrorista llevada a cabo el 7 de octubre y que dejó casi mil muertos en Israel.

¿Cuántos túneles puede haber? Las propias fuerzas de seguridad de Egipto las cifran en más de un centenar, que conectarían con territorio egipcio, principalmente.

Y además está la Yihad Islámica Palestina que opera como un brazo más del pensamiento yihadista auspiciado por el ISIS, el Estado Islámico, que pregona la instauración de un pensamiento casi medieval entre la población.

Para el presidente Biden, Israel tiene el derecho de defenderse y responder a los ataques terroristas, en un momento en que persiste la desinformación y la confusión hacia el grado de implicación entre Hamás y la Yihad Islámica Palestina en los ataques terroristas, en la captura de los rehenes y en el bombardeo al Hospital Bautista Al-Ahli de Gaza.

Desde Gaza, los mensajes apuntan hacia la artillería israelí, que ya dio un ultimátum de evacuación ordenando a la población dejar sus casas, igual con los hospitales, para que se trasladen hacia el sur de la Franja, cerca de Rafah, el paso hacia Egipto.

luna-secundaria.jpg

António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha pedido reiteradamente a Netanyahu que pare la campaña bélica: “Hago un llamado al gobierno de Israel para que pare sus acciones. Dejar a la población sin agua, sin luz, sin gas, sin comida es un castigo colectivo que viola todos los tratados internacionales. Hasta la guerra tiene sus propias reglas”, remarcó un Guterres incapacitado para detener las escaladas bélicas.

La directora general de Médicos sin Fronteras, Claire Magone, hace eco de ese llamado: “La Franja de Gaza está sitiada completamente y sin servicios, está poniendo en riesgo la supervivencia inmediata de cientos de miles de seres humanos, incluidos niños y ancianos y también personal de esta organización humanitaria; en los hospitales están muriendo los pacientes que requieren tratamientos específicos y están rebasados por la falta de medicamentos y el río de personas heridas”.

Desde el 7 de octubre la Agencia de Naciones Unidas para la Población Refugiada de Palestina (UNRWA) ha notificado a la ONU que debido a los bombardeos israelíes han muerto nueve de sus trabajadores, además de 30 estudiantes de UNRWA, 17 niñas, trece niños y muchos heridos.

Oriente Medio teme una guerra regional

Con centenares de tanques apostados a lo largo de la Franja de Gaza listos para la invasión y el asalto, el presidente Biden ha intentado en un viaje infructuoso a Tel Aviv (que ha durado siete horas), parar una invasión.

“Israel tiene todo el derecho a defenderse y nosotros estaremos siempre de su lado. Pero quiero decirles que no se dejen consumir por la ira contra Hamás y, sobre todo, que no cometan los mismos errores que Estados Unidos ha cometido tras el 11 de septiembre: mientras buscábamos justicia también cometimos errores”, indicó Biden en rueda de prensa en Tel Aviv.

El mandatario estadunidense anunció 100 millones de dólares de apoyo a Gaza y Cisjordania y cerró su visita con el adelanto de que pedirá al Congreso una ayuda “sin precedentes” para los hebreos.

Mientras Biden retornaba a su país, el Pentágono informó que un buque de la marina ubicado en el mar Rojo derribó tres misiles y varios drones que habrían sido lanzados desde Yemen, al parecer por militantes hutíes.

En consecuencia, el mandatario estadunidense ordenó desde el avión presidencial que el Pentágono enviase a Israel varios interceptores Iron Dome y más escudos antimisiles, y a petición del dignatario, el general Lloyd Austin, secretario de Defensa, llamó al presidente de Emiratos Árabes Unidos, el jeque Mohammed bin Zayed, y también al emir de Catar, el jeque Tamim, así como a los ministros de Defensa de Arabia Saudita e Israel.

Si bien Biden consiguió que Israel permita que Egipto abra el puesto de control de Rafah para que entre la ayuda humanitaria, Netanyahu puntualizó que los palestinos no tendrán nada de Israel, ningún suministro ni ninguna ayuda.

Respecto de la liberación de rehenes, el premier israelí dijo que la lucha será larga pero que no descansarán hasta traer de vuelta a las personas secuestradas por Hamás.

Y mientras el ejército israelí se prepara para el asalto, hasta Tel Aviv siguen viajando diversos líderes: lo hizo Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea; el primer ministro de Alemania, Olaf Scholz. Y tras marcharse Biden, arribó su homólogo británico, Rishi Sunak. Han ido para arropar a Netanyahu.

A los palestinos de Gaza los arropan simpatizantes que han salido en masa a protestar a las principales capitales exigiendo la liberación de Palestina, que se detenga la masacre contra los palestinos e incluso se juzgue a Netanyahu por crímenes de guerra.

Confrontaciones y amenazas

No son pocos los enfrentamientos, ni los roces diplomáticos: en España, la ministra de Igualdad, Ione Belarre, miembro del gobierno de coalición del presidente en funciones, el socialista Pedro Sánchez, sigue criticando abiertamente “la política genocida” de Israel y pide que Sánchez reconozca el Estado Palestino.

A su vez, en Oriente Medio sube la tensión. Así, Jordania advierte que terminará desatándose una guerra en la región. En Egipto, su presidente Abdelfatah El-Sisi descartó acoger a dos millones de palestinos que Netanyahu intenta echar de su tierra y de sus hogares. “No podemos abrir la frontera, terminarán colándose muchos yihadistas”, indicó preocupado.

Desde Jerusalén, Fleur Hassan-Nahoum, su vicealcaldesa, puntualiza que detrás de los ataques terroristas está la mano de Irán: “Ellos tienen un régimen fundamentalista e intentan que en la región no haya paz. Nosotros, desde los Acuerdos de Abraham, hemos establecido nexos diplomáticos con varios países y estábamos en ruta de hacerlo con Arabia Saudita, pero Irán quiere boicotearlo. Porque unos queremos vivir en paz, en democracia y en libertad, pero ellos quieren hacerlo bajo el fundamentalismo más extremo”.

En un principio, desde el ministerio de Exteriores de Irán negaron cualquier vinculación con los atentados terroristas del 7 de octubre, pero con el paso de los días el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, advirtió a Netanyahu que están cometiendo una doble injusticia contra Gaza e incluso ha llamado a los países árabes a realizar un boicot energético y establecer sanciones a la economía hebrea.

Putin viaja a China para ver a su amigo Xi

No había salido desde la orden de arresto emitida en marzo pasado por la Corte Penal Internacional, pero China, como no es miembro de la Corte, acogió con buen agrado la visita del dictador ruso, Vladimir Putin, para reunirse con su amigo Xi Jinping.

El evento estuvo dedicado a los diez años de la iniciativa de la Franja y la Ruta mejor conocida en el mundo como la Nueva Ruta de la Seda y a la cantidad de proyectos que ha desarrollado en este primer aniversario.

Con los reflectores encima, Putin durante su intervención destacó el actual conflicto entre Israel y Gaza y refirió que todos estos factores externos son amenazas comunes que al final fortalecen la cooperación ruso-china.

Además, Putin refirió que Rusia es un gran amigo de China y que siempre estará a su lado para apoyar e impulsar los proyectos de la Franja y la Ruta, que además coinciden con el espíritu del progreso ruso.

Dirigiéndose a una sala llena de delegados, en su mayoría del llamado grupo de países en desarrollo del Sur Global, también dijo que “Rusia y China y la mayoría de los Estados del mundo comparten aspiraciones de cooperación y progreso económico”.

Tanto Jinping como Putin durante sus conversaciones bilaterales volvieron a coincidir en que la hegemonía global no puede solo estar liderada por Estados Unidos y reiteraron la necesidad de un mundo multipolar.

La cumbre de Pekín atrajo a países principalmente de África, el sudeste asiático y América del Sur. Otros asistentes fueron el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y representantes del gobierno talibán de Afganistán.

“Hasta el cierre de esta edición sigue sin aclararse la responsabilidad del ataque al hospital en Palestina”.

Biden lanza un discurso advirtiendo la guerra

Tras su viaje relámpago de Tel Aviv, el presidente norteamericano Joe Biden retornó a Estados Unidos y dio un discurso televisado a los ciudadanos de su nación. En su speech, Biden fundamentalmente preparó a los norteamericanos para lo que ya parece inevitable: otra gran guerra.

Desde la Oficina Oval, Biden dijo que la Casa Blanca solicitará formalmente hasta 100 mil millones de dólares en asistencia de emergencia a favor de Israel, Ucrania y las naciones que están padeciendo la devastación de la guerra.

“Sé que estos conflictos pueden parecer lejanos, y es natural preguntarse ¿por qué esto le importa a Estados Unidos? Porque es vital para la seguridad nacional de Estados Unidos”, indicó.

El presidente buscó vincular los conflictos extranjeros como parte de una amenaza más amplia a la seguridad nacional de Estados Unidos y la estabilidad global.

“Los ataques terroristas de Hamás contra Israel. La necesidad de asistencia humanitaria en Gaza. La brutal guerra en curso de Rusia contra Ucrania”, dijo Biden en una publicación en las redes sociales previa al discurso. “Estamos en un punto de inflexión global que es más grande que el partido o la política”.

Biden además advirtió que cuando los terroristas no pagan un precio por su terror, cuando los dictadores no pagan un precio por su agresión, causan más caos, muerte y más destrucción. “Y terminan siendo una amenaza creciente para Estados Unidos y el resto del mundo”.

“Hamás y Putin representan amenazas diferentes, pero tienen esto en común: ambos quieren aniquilar por completo a una democracia vecina, aniquilarla por completo. El propósito declarado de Hamás para existir es la destrucción del Estado de Israel y el asesinato del pueblo judío. Hamás no representa al pueblo palestino. Hamás utiliza a civiles palestinos como escudos humanos, y familias palestinas inocentes están sufriendo mucho por su culpa”.

Israel está a punto de entrar a invadir Gaza con sus tanques, un hecho que diversos expertos en Oriente Medio han catalogado como el inicio de una guerra regional porque habrá países que no se quedarán cruzados de brazos, como Irán o Catar.

Por momentos, el mensaje televisado de Biden pareció preparar a los norteamericanos para entrar en guerra en cualquier momento: “Estamos ante un punto de inflexión en la historia. Uno de esos momentos en que las decisiones que tomemos hoy van a determinar el futuro de las próximas décadas. De eso es de lo que me gustaría hablar con ustedes esta noche”.

“Al igual que muchos otros, estoy desconsolado por la trágica pérdida de vidas palestinas, incluida la explosión en el hospital de Gaza, que no fue realizada por los israelíes. Lamentamos cada vida inocente perdida. No podemos ignorar la humanidad de los palestinos inocentes que solo quieren vivir en paz y tener una oportunidad”.

Y prosiguió Biden: “El asalto a Israel se hace eco de casi 20 meses de guerra, tragedia y brutalidad infligida al pueblo de Ucrania, un pueblo que resultó muy herido desde que Putin lanzó su invasión total”.