Washington, Estados Unidos, 20 de julio. A pesar de una semana de eventos de campaña, entrevistas y la insistencia en que es el mejor candidato para confrontar al republicano Donald Trump, el presidente Joe Biden no ha logrado disminuir la presión para que abandone la contienda presidencial de 2024.
Biden debe tomar importantes decisiones este fin de semana, las cuales podrían establecer la dirección del país y de su partido, mientras la nación se acerca a la elección de noviembre con un Partido Republicano lleno de energía tras la nominación en la convención republicana para enviar a Trump de vuelta a la Casa Blanca.
El representante Mark Takano, el principal demócrata de la Comisión de Asuntos de Veteranos de la Cámara de Representantes, añadió su nombre a la lista de casi tres decenas de demócratas del Congreso que afirman que es tiempo de que Biden abandone la contienda. El californiano llamó a Biden a “pasar la estafeta” a la vicepresidenta Kamala Harris.
Mientras tanto, Harris obtuvo el apoyo de la senadora de Massachusetts, Elizabeth Warren, quien señaló a la cadena MSNBC que la vicepresidenta esta “lista para dar un paso adelante” para unir al partido y enfrentarse a Trump en caso de que Biden decida retirarse. Warren agregó que el hecho de saberlo “me da mucha esperanza ahora mismo”.
Se tiene previsto que más legisladores levanten la voz en los próximos días. Los donadores han manifestado su preocupación. Y una organización que llama a Biden a “Pasar la Estafeta” planeó un mitin el sábado, afuera de la Casa Blanca. Biden ha insistido que se mantiene totalmente firme.
“No da ninguna alegría reconocer que él no debería ser nuestro nominado en noviembre”, afirmó el representante demócrata de Kentucky, Morgan McGarvey, uno de los demócratas que instan a Biden a dejar la contienda. “Pero hay demasiado en juego en estas elecciones, y no podemos arriesgarnos a que el punto central de la campaña sea nadie más que Donald Trump”.
El enfrentamiento se ha vuelto cada vez más insostenible para el partido y sus líderes, a un mes de la Convención Nacional Demócrata, que debería ser un momento de unificación para nominar a su presidente en funciones para confrontar a Trump. En cambio, el partido está en una encrucijada que no se había visto en generaciones.