Deir Al-Balah, Franja de Gaza, 14 de octubre. Un ataque aéreo israelí impactó un edificio de apartamentos en el norte del Líbano y mató al menos a 18 personas, informó la Cruz Roja libanesa.
De momento no se han registrado comentarios del ejército israelí y no queda claro cuál fue el objetivo. El ataque alcanzó un pequeño edificio de apartamentos en la aldea de Aito, de mayoría cristiana, lejos de los baluartes que tiene el grupo político-paramilitar Hezbollah en el sur y este del país.
Vídeos difundidos por medios libaneses mostraban una enorme columna de humo que se elevaba desde la aldea montañosa, con varios autos destruidos junto a un edificio seriamente dañado, mientras la gente intentaba sacar cadáveres de debajo de los escombros y los árboles.
El ataque se registra un día después de una ofensiva de Hezbollah con drones contra una base militar en el norte de Israel que mató a cuatro soldados —todos de 19 años— e hirió de gravedad a otros siete, en el ataque más letal del grupo armado desde que Israel emprendió su invasión terrestre de Líbano hace casi dos semanas.
El ministro de Defensa israelí Yoav Gallant informó a su homólogo estadunidense Lloyd Austin sobre el mortífero ataque con drones de Hezbollah y prometió “una respuesta contundente” por parte de Israel.
En el ataque de ayer domingo resultaron heridas un total de 61 personas. Hezbollah ha disparado miles de cohetes, misiles y drones contra Israel durante el último año, pero la mayoría han sido interceptados o alcanzados en zonas abiertas, alterando la vida cotidiana de la población pero causando pocas víctimas.
Ataque desata infierno en patio de hospital en Gaza
Incluso cuando la atención se ha centrado en el Líbano, Israel sigue combatiendo con Hamás en la Franja de Gaza más de un año después que su ataque del 7 de octubre al sur de Israel desatara la guerra allí y desencadenara una escalada en toda la región. Hezbollah y Hamás son aliados y ambos cuentan con el respaldo de Irán.
Horas antes, al menos cuatro personas murieron en un ataque aéreo israelí contra el patio de un hospital en la Franja de Gaza. El bombardeo provocó enormes llamas en un abarrotado campamento de personas desplazadas por la guerra y causó quemaduras graves a más de dos docenas de ellas, según médicos palestinos.
El ejército israelí indicó que había atacado a milicianos escondidos entre los civiles, sin proporcionar pruebas. En los últimos meses ha atacado varias veces campamentos y refugios llenos de gente con el argumento de que milicianos de Hamás los utilizaban para preparar ataques.
El Hospital Mártires de Al-Aqsa, en la ciudad central de Deir al-Balah, ya tenía problemas para atender al gran número de heridos de otro ataque a una escuela cercana convertida en refugio, en el que murieron al menos 20 personas cuando un bombardeo de madrugada golpeó el recinto y prendió fuego a muchas de las carpas.
Se oyeron varias explosiones secundarias tras el primer estallido, pero en un primer momento no estaba claro si se debían a armas o a combustible.
Imágenes de la agencia The Associated Press mostraban a niños entre los heridos. Un hombre lloraba mientras llevaba en brazos a un niño pequeño con la cabeza vendada. Otro niño pequeño con la pierna vendada recibía una transfusión de sangre en el suelo del hospital repleto de gente.
Cuatro personas murieron y 40 resultaron heridas, según registros hospitalarios. Veinticinco personas fueron trasladadas al Hospital Nasser, en el sur de Gaza, tras sufrir quemaduras graves, según el Hospital Mártires de Al-Aqsa.
La guerra comenzó cuando Hamás atacó el sur de Israel el 7 de octubre. Los milicianos mataron a unas mil 200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250. Unas 100 siguen cautivas en Gaza, de las que se cree que un tercio ha muerto.
La campaña israelí de represalia ha matado a más de 42 mil palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre civiles y combatientes pero dice que más de la mitad de los muertos eran mujeres y niños. En torno al 90% de los 2.3 millones de habitantes de Gaza se han visto desplazados por la guerra, a menudo en varias ocasiones, y buena parte del territorio costero ha quedado totalmente arrasado.