Bruselas, Bélgica, 21 de junio. La Unión Europea (UE) aprobó el inicio de las negociaciones de acceso para la asediada Ucrania, además de Moldavia, un paso más en el largo proceso para que ambos países se acerquen más a Occidente y atenúen la influencia de Rusia.
Bélgica, que actualmente ejerce la presidencia de la Unión Europea, indicó que los Estados miembros han acordado que las negociaciones inicien el 25 de junio en Luxemburgo.
Ucrania solicitó unirse al bloque menos de una semana después de la invasión rusa de febrero de 2022, y los líderes de la Unión Europea actuaron con una velocidad inusual para convertirla en candidata en junio de ese año. Pero el proceso ha avanzado lentamente desde entonces, y la membresía, si se produce, tardará años, si no es que décadas.
Aun así, el inicio de las conversaciones envía otra fuerte señal de solidaridad con Ucrania, además del enorme apoyo financiero proporcionado por la Unión.
Líderes del bloque, conformado por 27 países, acordaron el año pasado que las negociaciones de acceso deberían comenzar con Ucrania y Moldavia. Aquel fue un acuerdo político necesario, y el acto del viernes establece la base legal para las conversaciones.
Para incorporarse a la Unión Europea, los países candidatos deben pasar por un largo proceso para alinear sus leyes y normas con las del bloque y cumplir con una gran cantidad de condiciones económicas y políticas, entre ellas el compromiso con el Estado de derecho y otros principios democráticos. Ucrania, por ejemplo, tendrá que frenar la arraigada corrupción gubernamental y adoptar otras reformas.
Ucrania es uno de los varios países que han deseado desde hace tiempo unirse a la Unión Europea, considerándola como una vía hacia la riqueza y la estabilidad. Aunque no es una alianza militar como la OTAN, algunos consideran que la membresía del bloque también ofrece protección contra la influencia rusa.
Moldavia ha observado con nerviosismo la invasión de su vecina por parte de Rusia. Ha acusado repetidamente a esa nación de realizar una “guerra híbrida” contra el país, e incluso ha dicho que Moscú intervino en las elecciones locales y realiza amplias campañas de desinformación para tratar de derrocar al gobierno y descarrilar su camino para unirse a la Unión Europea.
Rusia ha negado las acusaciones, pero el gobierno moldavo ve con desconfianza las intenciones de Moscú.