Jerusalén, Israel, 13 de enero. La imagen de los soldados israelíes matando a un adolescente palestino desarmado en la Franja de Gaza ha quedado grabada permanentemente en la mente de Yotam Vilk.
Oficial del cuerpo blindado, Vilk indicó que tenían la instrucción de disparar contra cualquier persona que ingresara sin autorización en una franja de contención bajo control de Israel en Gaza. Vio al menos a 12 personas muertas, señaló, pero el asesinato del joven es algo que simplemente no puede olvidar.
“Murió como parte de una historia más grande. Como parte de la política de permanecer en ese lugar y no ver a los palestinos como personas”, declaró el soldado de 28 años a la agencia The Associated Press (AP).
Vilk es parte de un creciente número de soldados israelíes que se expresan en contra de un conflicto que se ha extendido durante 15 meses y se niegan a seguir siendo parte de él, asegurando que vieron o tuvieron que hacer algunas cosas que cruzaron las líneas éticas.
Aunque se trata de un movimiento pequeño —unos 200 soldados que firmaron una carta en la que indicaban que dejarían de combatir en caso de que el gobierno no concrete un alto el fuego— los soldados afirman que esto es apenas la punta del iceberg y quieren que otros elementos levanten la voz.
Su negativa se produce en un momento de creciente presión sobre Israel y Hamás para ponerle fin al conflicto. Las conversaciones de alto el fuego continúan, y tanto el presidente de Estados Unidos Joe Biden como el mandatario electo Donald Trump han pedido que se concrete un acuerdo antes de la investidura del 20 de enero.
Siete soldados que se negaron a seguir combatiendo en Gaza hablaron con la AP, describiendo cómo los palestinos fueron asesinados indiscriminadamente. Varios dijeron que recibieron órdenes de quemar o demoler casas que no representaban una amenaza, y vieron a otros soldados saquear y vandalizar algunas residencias.
Los soldados están obligados a mantenerse ajenos a la política, y rara vez se expresan en contra del ejército. Después de que Hamás irrumpió en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, la sociedad israelí no tardó en unirse a favor de una guerra contra el grupo miliciano. Las divisiones han ido en aumento a medida que la guerra se prolonga, pero la mayoría de las críticas han girado en torno al creciente número de soldados muertos y al fracaso por no traer de regreso a casa a los rehenes capturados durante el ataque inicial del grupo miliciano, y no en lo que ocurre en la Franja de Gaza.
Grupos internacionales a favor de los derechos humanos han acusado a Israel de crímenes de guerra y genocidio en Gaza. La Corte Internacional de Justicia investiga las acusaciones de genocidio que presentó Sudáfrica. La Corte Penal Internacional busca el arresto del primer ministro Benjamin Netanyahu y del exministro de Defensa Yoav Gallant.
Israel rechaza rotundamente las acusaciones de genocidio y asegura que toma medidas extraordinarias para minimizar el daño a los civiles en Gaza.