Acuerdo de tregua aviva esperanza de frenar guerra en Gaza

La medida facilitará la liberación de rehenes

Redacción
Internacional
Vehículos militares israelíes, en Tulkarem, Cisjordania
Foto: AP

Jerusalén, Israel, 22 de noviembre. Israel y Hamás alcanzaron un acuerdo para un alto el fuego de cuatro días en la devastadora guerra en Gaza, un importante avance que facilitará la liberación de docenas de rehenes capturados por el grupo insurgente a cambio de prisioneros palestinos encarcelados en Israel, además de la entrada de más ayuda humanitaria al asediado enclave, según reportaron mediadores.

La tregua es el mayor avance diplomático desde que el asalto de Hamás al sur de Israel el pasado 7 de octubre inició una guerra que ha arrasado amplias zonas de Gaza y elevó el temor a un conflicto más amplio en Oriente Medio.

Qatar anunció el acuerdo y la televisora estatal de Egipto, Qahera TV, señaló que la tregua entrará en vigor a las 10:00 horas (0800 GMT) del jueves. Ambas naciones han desempeñado un papel clave como mediadores entre Israel y Hamás.

Hamás liberará a 50 rehenes por fases a cambio de lo que el grupo insurgente dijo que serían 150 palestinos presos en Israel. Ambos bandos dejarán ir a mujeres y niños primero, y la ayuda humanitaria que llega territorio aumentará.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, informó que la guerra contra Hamás se reanudará una vez que expire la tregua y continuará “hasta lograr todos nuestros objetivos”, incluyendo la puesta en libertad de todos los capturados.

Residentes en la Ciudad de Gaza contaron que los combates allí se intensificaron durante la madrugada con disparos, artillería pesada y ataques aéreos sobre los vecindarios del centro.

“Están locos. Parece que quieren avanzar antes de la tregua”, afirmó Nasser al-Sheikh, quien se refugia con sus familiares en el barrio de Sheikh Radwan.

El anuncio culminó semanas de negociaciones indirectas encabezas por Qatar entre Israel y Hamás, el grupo islamista que gobierna la Franja desde hace 16 años. Estados Unidos y Egipto también participaron en las conversaciones intermitentes para liberar a algunos de los alrededor de 240 rehenes capturados por Hamás y otros insurgentes durante su incursión del 7 de octubre.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró el acuerdo y dijo que Netanyahu se ha comprometido a respaldar la “pausa prolongada” para garantizar la puesta en libertad de los rehenes y el envío de ayuda humanitaria a Gaza.

El primer ministro y jefe de la diplomacia de Qatar, el jeque Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, apuntó que esperaba que el acuerdo llevase a un alto el fuego permanente y a “conversaciones serias” para resolver el conflicto entre israelíes y palestinos.

Israel indicó que la tregua se prolongaría un día más por cada diez rehenes adicionales liberados por Hamás, mientras que el Comité Internacional de la Cruz Roja apuntó que está listo para ayudar en cualquier canje.

El Ministerio de Justicia israelí publicó una lista de 300 reos palestinos que podrían beneficiarse del acuerdo. La mayoría son adolescentes arrestados en el último año por arrojar rocas y otros delitos menores. Según la ley israelí, la población tiene 24 horas para recurrir cualquier liberación.

El ejército de Israel reportó la detención de más de mil 850 palestinos en Cisjordania desde el inicio de la guerra, la mayoría por su supuesta pertenencia a Hamás. Más de 200 palestinos han muerto en el territorio, normalmente en tiroteos provocados por las incursiones militares.

El largo proceso de liberación de los rehenes obligará a Israel a frenar su ofensiva y, en última instancia, podría significar que el conflicto termine sin lograr su objetivo de aplastar a Hamás. La devastación del territorio ya ha motivado críticas dentro de la comunidad internacional, e incluso Estados Unidos, su aliado más estrecho, ha expresado su preocupación por la elevada cifra de víctimas civiles.

Un ataque aéreo nocturno alcanzó un edificio residencial en Jan Yunis, en el sur, y mató a 17 personas, entre las que había menores, según Ahmad Balouny, un familiar de las víctimas. Un reportero de The Associated Press vio cómo se sacaban los cadáveres de dos niños de entre los escombros, uno de ellos con quemaduras graves.

En el norte del enclave, unos 60 cuerpos y 200 heridos por los intensos combates fueron trasladados al hospital Kamal Adwan durante la noche, dijo su director, el doctor Ahmed al-Kahlout, a la televisora Al-Jazeera el miércoles. El centro está utilizando aceite de cocina para mantener su generador en marcha.

El hospital Al-Aqsa, en el centro de la Franja, indicó que durante la noche recibió 128 cuerpos tras los ataques registrados cerca, más del doble que en la noche anterior.

Pese a la muerte de miles de civiles gazatíes, es posible que el líder de Hamás, Yehya Sinwar, presente la liberación de los prisioneros — considerados por la mayoría de los palestinos como héroes de la resistencia contra la ocupación — como un gran logro y se declare victorioso si la guerra termina.

En un comunicado emitido este día, Hamás señaló que se permitirá la entrada de cientos de camiones cargados con ayuda humanitaria — incluyendo combustible — a Gaza y que la aviación israelí dejará de sobrevolar el sur del enclave mientras dure la tregua de cuatro días, y durante seis horas al día en el norte.

La guerra estalló a principios de octubre cuando varios miles de insurgentes de Hamás superaron las sólidas defensas israelíes e irrumpieron en el sur del país, matando al menos a mil 200 personas, en su mayoría civiles, además de capturar a docenas más. Israel respondió con semanas de devastadores bombardeos aéreos sobre el norte del territorio, seguidos de una invasión terrestre.

Más de once mil palestinos han muerto durante la campaña israelí, de acuerdo con el Ministerio de Salud gazatí, gestionado por Hamás. Los funcionarios no distinguen entre víctimas civiles e insurgentes, aunque alrededor de dos tercios de los fallecidos han sido identificados como mujeres y menores.

La invasión ha causado una enorme destrucción en el norte de la Franja, incluida la Ciudad de Gaza, ha desplazado a más de 1.7 millones de personas y ha provocado una grave escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos en todo el enclave. Israel suspendió todas las importaciones de combustible al inicio del conflicto, lo que provocó un apagón en todo el territorio.

Israel ha rechazado las crecientes críticas internacionales y prometió seguir adelante hasta que destruya las capacidades militares de Hamás y todos los rehenes queden libres.