La Habana, Cuba, 24 de abril. Luego de días de largas colas para conseguir combustible, la crisis de abastecimiento se incrementó dramáticamente en Cuba y obligó a las autoridades a suspender actividades y racionar la venta de carburantes.
Las universidades de las provincias de Villa Clara, la Agraria de La Habana, la de Holguín y la de Sancti Spíritus dispusieron que a partir de este lunes las clases serán en línea, informaron las casas de estudios. Los alumnos debían regresar a sus lecciones luego de una semana de receso educativo anual.
A lo largo de estos meses de crisis económica la isla sufrió un desabastecimiento intermitente de todo tipo de bienes, incluidos los combustibles, pero nunca se había reportado la cancelación de actividades por este motivo.
Las instituciones educativas explicaron que le medida obedece a las “limitaciones de combustible” o la falta de “disponibilidad” de carburantes.
Mientras tanto, las autoridades de Villa Clara, en el centro del país, indicaron en un comunicado dado a conocer en medios de prensa locales y la página de Facebook del gobierno que sólo se venderá combustible a los choferes de automóviles privados con licencia para operar como transportistas públicos y a los servicios básicos -ambulancias, servicios de sepelio o urgencias-.
El domingo un concierto de la Sinfónica Nacional de Cuba en el principal teatro de la capital fue suspendido también por la falta de combustible.
Desde la semana pasada se registran largas filas en las estaciones de surtido. Las autoridades reconocieron que la crisis no tendrá una solución inmediata.
Según el presidente Miguel Díaz-Canel los proveedores internacionales de gasolina no pudieron cumplir con los convenios programados y el diésel tuvo que ser usado para la generación de electricidad mediante pequeñas plantas mientras se realiza el mantenimiento de las centrales, que sufrirán la máxima exigencia en el verano próximo. El abastecimiento también se vio afectado por la rotura de un barco que transportaba combustible.
En Cuba los vehículos usan estos dos tipos de carburantes, hay muy pocos eléctricos -salvo motocicletas importadas en los últimos años- y no existen los de gas licuado.
Díaz-Canel indicó que en el país se usan diariamente unas 500 ó 600 toneladas de gasolina de las cuales sólo se han estado despachando unas 400.
La semana pasada en La Habana se dispuso una venta límite de 40 litros para cada vehículo y las gasolineras se organizaron por categoría según el tipo de vehículos: particulares, de empresas estales o privadas, diplomáticos y de turismo, estos dos últimos con prioridad.