El cairo, Egipto, 21 de diciembre. Los combates entre las fuerzas armadas sudanesas y un notorio grupo paramilitar han obligado a unas 300 mil personas a huir de sus hogares en una provincia que había sido refugio para familias desplazadas por el conflicto en el país del noreste africano, informó Naciones Unidas.
Los combates estallaron en la ciudad de Wad Medani, capital de la provincia Jazeera, luego que las Fuerzas de Reacción Rápida atacaron la ciudad días atrás. Las FAR indicaron que tomaron Wad Medani esta semana, y los militares anunciaron que se habían retirado de la ciudad. Se ha iniciado una investigación sobre el tema.
La guerra en Sudán comenzó en abril tras meses de tensiones entre el jefe militar general Abdel-Fattah Burhan y el comandante de las FAR general Mohammed Hamdan Dagalo. Ambos generales encabezaron un golpe militar en octubre de 2021 que entorpeció la transición a la democracia en Sudán tras el alzamiento popular que derrocó al presidente Omar al-Bashir en abril de 2019.
La Organización Internacional para las Migraciones, adscrita a la ONU, indicó que entre 250 mil y 300 mil personas huyeron de la provincia — al parecer muchas a pie — a lugares más seguros en las provincias al-Qadarif, Sinnar y Nilo Blanco. Algunas se quedaron en campamentos para desplazados y otras buscaron refugio en comunidades locales, indicó la organización.
Jazeera, la zona de mayor producción agrícola de Sudán, tenía unos seis millones de habitantes. Desde la guerra, unos 500 mil desplazados huyeron a la provincia, la mayoría originarios de la capital Jartum, que ha sido epicentro de los combates, según la Oficina de Naciones Unidas para Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Medani, a unos 100 kilómetros (60 millas) al sudeste de Jartum, tenía unos 86 mil de los desplazados, según la OCHA.
El Programa Mundial de Alimentos anunció el miércoles que suspendió temporalmente el envío de alimentos en partes de Jazeera, en lo que calificó de “un importante revés” para los esfuerzos humanitarios en la provincia.
El PMA dijo que había dado asistencia a 800 mil personas en la provincia, incluyendo muchas familias que habían huido de los combates en Jartum.
El conflicto en Sudán ha arruinado al país y ha matado a unas nueve mil personas hasta octubre, según la ONU. Sin embargo, activistas y asociaciones médicas dicen que la cifra real de víctimas es mucho mayor.