Nueva York, Estados Unidos, 15 de abril. La selección del jurado inició en el juicio a Donald Trump, el inicio de proceso histórico donde el expresidente responde a cargos de falsificación de documentos comerciales para acallar historias sobre su vida sexual.
El primer juicio contra un expresidente de Estados Unidos se llevará a cabo cuando Trump busca recuperar la Casa Blanca, lo que crea un notable espectáculo en pantalla dividida del virtual candidato republicano que alterna sus días como acusado y en campaña por la presidencia. Ha combinado esos roles durante el último año al presentarse en la campaña electoral y en las redes sociales, como víctima de procesos penales por motivos políticos diseñados para descarrilar su candidatura.
Después de una presidencia que rompió las normas y se vio ensombrecida por años de investigaciones, el juicio equivale a un ajuste de cuentas histórico para Trump, quien ahora enfrenta cuatro acusaciones de delitos que van desde acaparar documentos clasificados hasta conspirar para anular una elección. Sin embargo, lo que está en juego político es menos claro, ya que una condena no le impedirá convertirse en presidente y porque las acusaciones en este caso se remontan a años atrás y se consideran menos graves que las de las otras tres acusaciones.
“El nombre de este caso es el Estado de Nueva York vs. Donald Trump”, dijo el juez Juan Merchan a los jurados.
La notoriedad de Trump hará que el proceso de elegir a 12 jurados y seis suplentes sea una tarea casi hercúlea en cualquier año, pero es probable que resulte particularmente desafiante en este momento.