El aguinaldo, ese ingreso extra que recibes al cierre del año, puede ser mucho más que un alivio financiero temporal. Aunque es tentador usarlo para liquidar deudas, ahorrar, o disfrutar en fiestas, regalos y viajes, también puede ser la clave para acercarte a tu meta de adquirir un hogar.
Según el último censo del INEGI, de las 35.3 millones de viviendas habitadas en México, el 57.1% son propias y ya están pagadas, el 16.4% son rentadas, el 14.2% prestadas por familiares o el trabajo, el 10.7% son propias, pero aún en pago, y el 1.7% se encuentran en otras situaciones. Sin embargo, de dicho total, el 21.1% de alguno de sus integrantes necesita o está planeando rentar, comprar o construir, lo que indica que el acceso a una propiedad es un tema crucial.
Por ello, aprovechar el aguinaldo como una herramienta para avanzar en tu plan de vivienda, puede marcar la diferencia. Así que antes de destinarlo a gastos inmediatos, Patricia Ríos, Directora Comercial de Coldwell Banker México, firma maestra inmobiliaria con presencia a nivel nacional, te comparte algunas recomendaciones maximizar su valor y convertirlo en una inversión estratégica:
Invierte tu aguinaldo en un enganche competitivo: Asignar una parte al enganche de tu futuro inmueble, puede marcar la diferencia en las condiciones de tu crédito hipotecario. Un pago inicial alto te ayudará a reducir el plazo de tu deuda y a obtener tasas de interés más favorables, lo que beneficiará tu economía a largo plazo. Existen diversas opciones, pero generalmente el requerido para adquirir un bien inmueble, varía entre el 5% y el 20%.
Planea con anticipación los trámites necesarios: Antes de lanzarte a la aventura, debes contemplar el cubrir costos como el avalúo y la revisión de documentos legales. Reservar parte de este beneficio que recibirás para dichos trámites iniciales te permitirá avanzar sin interrupciones y con mayor seguridad en el proceso.
Asegura el pago de impuestos y gastos notariales: Hacerse de una propiedad, implica cubrir impuestos y derechos de escrituración que suelen representar un porcentaje considerable del costo total, por lo que reservarlo para este objetivo, te ayudará a anticipar gastos y cerrar la transacción sin contratiempos.
Crea un fondo de respaldo para eventualidades: El proceso de compra y mudanza siempre viene acompañado de gastos inesperados, desde reparaciones hasta ajustes administrativos. Separar una parte para ello evitará desequilibrios financieros.
Reserva para los detalles que hacen hogar: Además del enganche y los trámites, necesitarás invertir en tu nuevo espacio. Contemplar este fondo para mobiliario básico, pintura o mejoras que hagan de tu casa un lugar cómodo y funcional desde el primer día, será vital.
Explora beneficios con constructoras o inmobiliarias: Muchas veces, los desarrolladores ofrecen promociones al cierre del año, como descuentos o facilidades de pago. Por ende, usarlo como parte de una negociación directa, podrá ayudarte a conseguir condiciones más atractivas.
Busca orientación profesional: También puedes utilizarlo para contratar asesores que te guíen en la selección de espacios, financiamiento y trámites legales. Una inversión inicial para tener apoyo de quienes tienen expertise en el ramo, evidentemente implicará una reducción de tiempo y dinero a futuro.
Ahorra para el futuro: Si aún no estás listo para comprar, inviértelo en opciones financieras que generen rendimientos, como CETES o fondos de inversión. Así, tu dinero crecerá mientras te preparas para dar el gran paso en el momento ideal.
En síntesis, el aguinaldo puede ser la pieza que te acerque a tu nuevo hogar si lo gestionas con inteligencia. Más allá de los gastos inmediatos, planifica su uso pensando a posteridad. Con disciplina, estrategias claras y el apoyo de expertos, este ingreso extra se puede convertir en el primer ladrillo de tu sueño de tener casa propia. ¡Haz que cada peso cuente!