México es un país marcado por su historia sísmica, pues en su historia existe el registro de tres siniestros que ocurrieron en la misma fecha: 19 de septiembre, siendo dos de ellos en 1985 y 2017, los causantes de grandes estragos. Por ello, a inicio de este mes patrio, es fundamental recodar la importancia de la protección de las viviendas ante los desastres naturales.
Pese a que nuestro país, es uno de los más propensos a los sismos, la protección financiera contra estos eventos es sorprendentemente baja. Solo el 24.6% de las 35.2 millones de viviendas tienen un seguro, y la mayoría de éstos están ligados a créditos hipotecarios, es decir, de los 7.8 millones de riesgos asegurados en el sector de viviendas, menos del 7% cuentan con un seguro voluntario, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre las Finanzas de los Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Cabe recordar que, en 1985, el sismo de magnitud 8.1 dejó pérdidas materiales de inmuebles por más de 4 mil millones de dólares, lo que representó una carga inmensa para la economía mexicana en ese momento. Mientras que en el de 2017, de 7.1, los daños en edificaciones tuvieron un costo estimado de más de 2 mmd.
Estos sucesos nos recuerdan la importancia de tomar medidas de prevención en nuestros hogares. La seguridad sísmica no es un lujo, es una necesidad en un país como México, ubicado en una zona de alta actividad sísmica. Razón por la cual Grupo Luximia, desarrolladora inmobiliaria mexicana, te presenta algunos consejos importantes antes de adquirir un seguro de vivienda.
· Verifica la información: Antes de comprometerte con cualquier póliza de seguro, es esencial revisar detenidamente todos los detalles. Cerciórate que la información sea precisa y refleje las características específicas de tu vivienda. Esto incluye la ubicación, estructura y cualquier característica única de tu hogar. Si encuentras algún error, asegúrate de que se corrija antes de firmar el contrato. La precisión de esta información es fundamental para garantizar una cobertura adecuada en caso de siniestro.
· Asegúrate de que cubra lo que necesitas: No todos los seguros de vivienda son iguales, por ello es importante adaptarlo a tus necesidades. Por ejemplo, si vives en una zona sísmica baja, quizá no sea necesario contratar una cobertura contra temblores o terremotos, pero si resides en una zona propensa a inundaciones o incendios forestales, busca que tu contrato te proteja contra ellos.
· Documenta tus pertenencias: Esto te ayudará a establecer la prueba de pérdida en caso de robo, incendio u otro evento que cubra tu póliza. Puedes crear un inventario detallado de tus bienes, incluyendo descripciones, valores y fechas de compra. A ello, sumar algunas fotografías o videos de tus posesiones, donde se vean de manera clara. Solo no olvides guardarlo en un lugar seguro, como una caja fuerte o una copia digital en línea. Esta documentación facilitará el proceso en caso de reclamo y te ayudará a recibir una compensación justa en caso de pérdida.
· Actualiza tu seguro: Tu póliza debe reflejar con precisión la situación actual de tu hogar. Si realizas mejoras, agregas nuevas pertenencias de valor, o cambias algo significativo, actualiza tu contrato de inmediato. De lo contrario, podría resultar en que no estás asegurado de manera adecuada, en caso de un evento inesperado.
· Compara precios: Comparar las ofertas de diferentes aseguradoras, te ayudará a obtener la mejor relación calidad-precio. Considera no solo el costo del seguro, sino también la reputación y la calidad del servicio al cliente. Una investigación minuciosa te brindará el resultado que mejor se adapte a tus necesidades y presupuesto.
Hoy más que nunca, es crucial tomar medidas para proteger nuestras vidas y nuestro patrimonio. Los sismos pueden ocurrir en cualquier momento, por lo que prevenir es la clave para minimizar los riesgos. Recuerda que la prevención puede marcar la diferencia en tiempos de crisis. Además, al invertir en un seguro para tu vivienda, también lo haces en la tranquilidad de tu familia.