Durante el próximo año, las empresas enfrentarán una creciente presión de implementar nuevas tecnologías a gran escala mientras salvaguardan una amplia gama de activos de datos frente a amenazas cibernéticas, de acuerdo con Tenable, empresa especialista en el sector.
El crecimiento de los datos distribuidos, un incentivo para los ciberdelincuentes
Con el aumento de los volúmenes de datos y su distribución en entornos multinube, el riesgo de violaciones de datos crecerá significativamente. Las herramientas de IA que dependen de grandes cantidades de datos de clientes ofrecerán a los ciberdelincuentes más oportunidades para atacar estos sistemas, facilitando la exfiltración de datos y el acceso no autorizado. Esto hará que las organizaciones enfrenten un riesgo creciente a medida que los atacantes exploten estos entornos de datos cada vez más amplios.
Los ataques impulsados por IA superarán las medidas de seguridad tradicionales
A pesar de los esfuerzos de empresas como OpenAI, Google y Microsoft para implementar protocolos de seguridad robustos, los ciberdelincuentes ahora tienen herramientas avanzadas a su disposición, incluidas asistentes virtuales impulsados por IA que pueden agilizar y amplificar sus ataques. A medida que los volúmenes de datos sigan aumentando y se vuelvan más accesibles, el atractivo y la facilidad para apuntar a información sensible crecerán. Esta convergencia de herramientas avanzadas de ataque y datos abundantes hará que sea cada vez más difícil para las organizaciones mantenerse a la vanguardia de las amenazas cibernéticas.
La adopción de IA superará nuestra capacidad de educarnos y protegerla
Para 2025, la adopción de IA probablemente habrá superado nuestra capacidad de educar a los usuarios y asegurar estas tecnologías en rápida evolución. Esto crea una brecha de conocimiento crítica, desafiando a las organizaciones a equilibrar la innovación tecnológica con la seguridad.
Protección
En el futuro cercano, veremos cómo la adopción de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, el edge computing y la automatización en la nube amplificará la superficie de ataque. La seguridad no solo deberá adaptarse al crecimiento de los datos distribuidos, sino también anticiparse a las configuraciones complejas y las identidades sobreprivilegiadas que pueden convertirse en puntos de entrada para actores maliciosos.
Para protegerse en este entorno dinámico, las organizaciones mexicanas deberán priorizar estrategias que integren visibilidad unificada, análisis predictivo y medidas de seguridad específicas para la nube. En 2025, la clave será no solo cerrar las brechas existentes, sino también construir infraestructuras resilientes que puedan enfrentar amenazas emergentes en tiempo real.