En un mundo en constante cambio y con una creciente competencia, la educación representa una herramienta esencial para acceder a mayores oportunidades laborales y mejorar nuestra calidad de vida. Sin embargo, los costos asociados a estudios superiores, cursos especializados, maestrías o programas de formación implican un importante desafío financiero. La Encuesta Nacional sobre Salud Financiera 2023 detalla que para la población en nuestro país, los gastos escolares se encuentran dentro de sus principales preocupaciones financieras, siendo las mujeres (20.6%) a las que más les angustia a comparación de los hombres (14.8%).
El documento elaborado por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) también define que dentro de las principales metas financieras de los mexicanos está el dotar de estudios de calidad a sus hijos, con un 16.1% por parte de las mujeres y un 11.4% de hombres que opinan así.
A pesar de estos desafíos, actualmente es fundamental invertir en la educación con miras a un mejor futuro. De acuerdo con Theodore Schultz, galardonado premio Nobel en Economía en 1979, por cada dólar invertido en educación temprana hay un retorno social de hasta 17 dólares en la adultez; mientras que el economista James Heckman señala que invertir en educación reporta una rentabilidad directa para las personas, lo que tiene un impacto positivo en mejorar sus niveles de ingreso y bienestar.
Para ello, las herramientas de financiamiento e inversión cobran relevancia en el desarrollo de diversos planes educativos a largo plazo, con la finalidad de contar con los recursos necesarios para que la educación deseada, con todos los gastos involucrados, sea una realidad en el futuro. Algunos de los instrumentos financieros que la casa de bolsa Grupo Bursátil Mexicano (GBM) considera útiles para financiar la educación de manera segura y con una visión clara en el futuro, son los siguientes:
- Los fondos de inversión: Permiten hacer una inversión a largo plazo, pero con la posibilidad de tener liquidez en caso de necesitar capital para algún tipo de gasto.
- Fondos cotizados o ETFs: Instrumentos financieros muy simples y provechosos por su alto nivel de diversificación. Sus mejores rendimientos se dan en el largo plazo.
- Los fondos indexados: Destacan por sus bajos costos administrativos, punto que atrae a los inversionistas al permitir que el capital se invierta mayormente en la compra de activos. Adicionalmente, estos replican el comportamiento de un índice bursátil y son recomendados para metas de ahorro a largo plazo y tienen un nivel de complejidad bajo, por lo que son usualmente elegidos por quienes desean iniciarse en el mundo de las inversiones.
Las inversiones para cualquier grado escolar son una importante decisión que puede cambiar el rumbo de la vida a nivel profesional, personal y social. Con una combinación de ahorro sólido y una estrategia de inversión adecuada, se pueden alcanzar las metas educativas establecidas e inyectar mayor estabilidad en el futuro.