A medida que nos acercamos a 2025, las pequeñas y medianas empresas (pymes) en México se enfrentan a un panorama lleno de retos y oportunidades que definirán su éxito el próximo año. Las cifras actuales reflejan la importancia de las pymes para la economía nacional, pues representan el 95% de las compañías en el país, contribuyen con el 52% del Producto Interno Bruto (PIB) y generan el 72% del empleo formal, según datos de Siigo Aspel. Sin embargo, pese a su relevancia en la creación de valor y empleo, muchas de ellas enfrentan problemas que amenazan su sostenibilidad y crecimiento.
Entre los principales desafíos se encuentran la falta de acceso a financiamiento, la baja esperanza de vida de las empresas, y la escasa adopción de tecnologías digitales. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cerca del 52% de las pequeñas y medianas empresas en el país cierran en sus primeros dos años de operación. Esta alta tasa de mortalidad resalta la necesidad de implementar estrategias que fortalezcan la estabilidad y resiliencia, especialmente en sus etapas iniciales.
Juan Carlos Morales, CEO y fundador de WMA México, destaca que uno otro reto es el acceso al financiamiento, ya que aunque existen diversas opciones, como los bancos y las cajas de ahorro, solo el 13% de las pymes lideradas por mujeres obtienen financiamiento, lo que limita su capacidad de crecimiento y sostenibilidad. “Para muchas pequeñas y medianas empresas, los recursos disponibles se destinan principalmente a la compra de insumos y equipos, lo que deja poco espacio para la inversión en innovación o expansión”, menciona.
De acuerdo con el INEGI, solo el 19% de las microempresas en México cuentan con equipos de cómputo, por lo que superar la brecha tecnológica que aún persiste es un obstáculo más por superar. La falta de habilidades digitales y la escasa adopción de herramientas tecnológicas avanzadas son obstáculos clave para la competitividad de estas empresas. A medida que la digitalización avanza, las pymes que no se adapten quedarán atrás. Necesitan invertir en formación y herramientas que les permitan competir en un mercado globalizado.
Además, la complejidad administrativa y los trámites burocráticos representan otra problemática, ya que el no poder cumplir con los procesos legales y normativos ralentiza su capacidad de expansión.
En cuanto a las oportunidades para 2025, el panorama económico de México presenta una proyección de crecimiento moderado, con PIB estimado en un 1.2% y una inflación contenida en torno al 4%. Este contexto, aunque desafiante, también abre puertas para las pymes que sepan adaptarse a las nuevas dinámicas del mercado.
Una de las tendencias más destacadas es el crecimiento del e-commerce. Según una encuesta realizada por Siigo Aspel, el 40% de las pequeñas y medianas empresas ya realizan negocios en línea, mientras que el 60% restante aún no ha adoptado este modelo. Sin embargo, las proyecciones indican que las ventas globales de comercio electrónico superarán los 7.4 billones de dólares para 2025, lo que sugiere que un número creciente de dichas compañías.
Además, la segmentación de mercados, en la que el 34% de las pymes se enfocan en ventas B2C (de empresa a cliente), y un 17% en ventas B2B (de empresa a empresa), permitirá a los negocios ajustar sus estrategias de forma más efectiva y alcanzar nichos específicos.
Morales, señala que las pymes que quieran aprovechar estas oportunidades, deben integrar la capacitación continua y tecnologías emergentes. Por lo que es importante que inviertan en la formación de sus equipos, especialmente en el ámbito digital. “El 2025 será un año en el que las pequeñas y medianas empresas que no se adapten a la transformación digital tendrán grandes dificultades para sobrevivir. Las herramientas digitales no solo son un motor para mejorar la competitividad, sino que también permiten mejorar la eficiencia operativa y abrir nuevas fuentes de ingresos”.
Además, el CEO recomienda que establezcan alianzas estratégicas con proveedores de servicios financieros para mejorar su acceso a crédito y apoyos gubernamentales. “La falta de financiamiento es uno de los mayores obstáculos, pero existen soluciones en el mercado, como programas de microcréditos y fondos de inversión, que pueden ayudarlas a superar esta barrera”, concluye.
Las pymes en México son una columna vertebral de la economía del país, pero para asegurar su permanencia y éxito, deben adoptar estrategias modernas que les permitan aprovechar las oportunidades tecnológicas y superar las barreras. Por ello, aquellas que logren superar las dificultades, tendrán un panorama más prometedor. Y con el apoyo adecuado, no solo podrán sobrevivir, sino prosperar en el entorno económico de 2025.