El síndrome del impostor no es exclusivo de líderes experimentados. Según el informe de Feigofsky, entre 25% y 76% de los médicos en formación han experimentado este fenómeno, afectando tanto a hombres como a mujeres. Por ello, es fundamental fortalecer habilidades que ayuden a gestionarlo, como la autoafirmación, el diálogo interno positivo y la participación en programas de desarrollo profesional que impulsen el crecimiento personal.
Estrategias para transformar el miedo en confianza
Para los líderes que enfrentan el síndrome del impostor, existen estrategias prácticas que pueden ayudar a convertir la autocrítica en motivación, según el experto de BIU, “reformular el diálogo interno es clave. Cambiar la narrativa interna hacia una más positiva y realista implica reconocer y reemplazar pensamientos negativos por afirmaciones positivas sobre sus habilidades y logros”, y añade, también es importante mantener un registro de logros.
Documentar y celebrar los éxitos ayuda a visualizar el progreso y a reconocer el propio mérito. Esto puede ser tan simple como mantener un diario de logros o crear un tablero de reconocimiento en el lugar de trabajo”.
The Impostor Phenomenon Estudios indica que la procrastinación y el sobreesfuerzo son respuestas comunes al síndrome del impostor, lo que puede llevar al agotamiento y afectar el rendimiento profesional, de modo que buscar mentoría y establecer metas claras permite a los líderes enfocarse en lo que pueden controlar y celebrar avances concretos.
El rol de las empresas en la reducción del síndrome del impostor
Las organizaciones tienen un papel crucial en la construcción de entornos de trabajo que minimicen el impacto del síndrome del impostor en sus colaboradores. Según Calatayud, hay varias estrategias efectivas:
1. Programas de desarrollo profesional: Ofrecer planes personalizados que ayuden a los empleados a identificar sus fortalezas y debilidades es fundamental. Esto puede incluir talleres sobre autoconciencia, resiliencia y comunicación efectiva.
2. Cultura de apoyo y feedback: Promover un ambiente donde se valore la retroalimentación constructiva y el apoyo mutuo es esencial. Esto puede lograrse a través de sesiones regulares de feedback y reconocimiento de logros.
3. Promover la mentalidad de crecimiento: Fomentar una cultura que vea los errores como oportunidades de aprendizaje y no como fracasos. Esto ayuda a reducir el miedo al error y a aumentar la confianza en la capacidad de aprender y mejorar.
Un mensaje para quienes creen que su éxito es sólo cuestión de suerte del experto
Para aquellos que sienten que su éxito es producto del azar y temen ser descubiertos, Calatayud aconseja reconocer y valorar sus logros, entendiendo que son el resultado de su esfuerzo y habilidades.
Reflexionar sobre los pasos que los han llevado hasta donde están permite internalizar el mérito propio. También, es clave aprender a aceptar elogios sin justificarse, ya que esto ayuda a reforzar la confianza en uno mismo.
Buscar apoyo en mentores o colegas de confianza proporciona validación externa y perspectivas objetivas que pueden reducir la autocrítica. Además, practicar la autoafirmación y recordar los logros regularmente contribuye a desarrollar una mentalidad de crecimiento, permitiendo ver los desafíos como oportunidades de aprendizaje en lugar de amenazas.
El síndrome del impostor puede ser un obstáculo en el desarrollo profesional y el liderazgo, pero con las herramientas adecuadas, los profesionales pueden convertirlo en una oportunidad de crecimiento y fortalecimiento de sus habilidades.