Ciudad de México, a 16 de mayo. El volumen de vehículos eléctricos que ingresaron a México registró un récord histórico en 2023 al alcanzar las 25 mil unidades, con lo que se duplicó la cifra tan solo en un año, situación que debe ser aprovechada por el sector transporte y autoridades, no solo en el nicho de autobuses de pasajeros y de carga, sino en mototaxis y taxis, cuya demanda para traslado de personas y mercancía ha crecido vertiginosamente, pero sin regulación.
Así lo expusieron diversos especialistas internacionales que participaron durante el panel “Electromovilidad: Hacia una transición justa y sostenible”, que se llevó a cabo durante el 15° Congreso Internacional de Transporte, “La ruta del cambio al 2030”, quienes también destacaron la urgencia de elaborar políticas públicas que trasciendan a los gobiernos y generen alianzas de largo plazo con la iniciativa privada, para reducir la huella de carbono y su impacto en el cambio climático.
Martha Lucía Gutiérrez, secretaria general de la red Sistemas Integrados para la Movilidad Urbana Sustentable (SIMUS), dijo que uno de los objetivos del proyecto Solutions Plus (que se enmarca en la Plataforma Global de Movilidad Baja en Carbono liderada por la ONU y financiada por la Unión Europea) es aumentar significativamente el número de vehículos eléctricos, no solo autobuses, para lograr la transición al uso de energía baja en carbono.
Consideró fundamental avanzar en la regulación del transporte no formal que se mueve a través de bicitaxis y mototaxis.
De acuerdo con datos oficiales, en el Valle de México circulan unos 160 mil mototaxis y bicitaxis, la mayoría no legalizados, por lo que indicó que es muy importante aprovechar un mercado que ya está ahí, pero con esquemas legales adecuados y energías limpias.
Paul-Thomas Lacroix, director del Servicio Económico de la delegación general de Québec en México, dijo que esta provincia ocupa el primer puesto en electrificación de vehículos en Canadá, con base en políticas públicas, y tiene un presupuesto de nueve mil millones de dólares de inversión pública en el marco del Plan de Acción para la Industria del Transporte Terrestre y la Movilidad Sostenible 2023-2028.
Genera 60 mil empleos, 17 billones de dólares de contribución al Producto Interno Bruto (PIB) y ocupa el séptimo lugar mundial como productor de hidroelectricidad, por lo que debe ser un aliado estratégico de México en el camino hacia la electromovilidad, mediante su industria en desarrollo dedicada a las baterías e hidrógeno verde, así como en apoyos en infraestructura.
Jorge Suárez Velandia, director de Green Rocket, comentó que la falta de acceso a energías sustentables ha limitado el acceso de oportunidades de inversión en el país, de ahí que Canadá debe ser un ejemplo seguir por México que tiene condiciones similares en cuanto a recursos naturales y cercanía con mercados estratégicos, pero le hace falta crear un ecosistema de energías limpias que aporten también a la electromovilidad.
Marcelo Sobarzo, director en México de ProChile, manifestó que, después de algunas localidades chinas, Santiago es la ciudad que tiene más autobuses eléctricos en el mundo, con una flota de 2 mil 200 unidades, lo cual ha sido posible gracias a una política independiente de los gobiernos en turno.
“Somos el número uno en inversión de energías limpias y energía solar, Chile es un laboratorio natural para la energía del futuro y tiene grandes incentivos para el desarrollo de nuevas tecnologías de energía sustentable. Tenemos una carta de navegación al 2030 de hidrogeno verde, pretendemos tenerlo más barato para ese año y ser potencia exportadora a 2040”.
Por su parte, Carlos Mir, coordinador de Proyectos de Movilidad Eléctrica en Latinoamérica para el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), comentó que las alianzas entre los sectores público y privado hoy más que nunca son necesarias para tener acceso a financiamiento y poner en marcha proyectos exitosos de electromovilidad.